ALMANENES SEPU, BARCELONA

SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PRECIOS ÚNICOS

Los Almacenes Sepu fueron propiedad de Henry Reisembach y Edouard Worms, dos súbditos suizos de origen judío que en 1934 fundaron la Sociedad Española de Precios Únicos (SEPU).

Con motivo de la reurbanización de la zona de las Rambla de los Estudios, los propietarios del Palacio Moja vendieron los terrenos pertenecientes al jardín del Palacio a los empresarios suizos.

Posteriormente construyeron los desaparecidos Almacenes Sepu en dichos terrenos y pese a las discrepancias en cuanto a su inauguración ya que son varias las fechas y el año de su inauguración, yo puedo asegurar que el acto de inauguración tuvo lugar el martes 26 de marzo de 1935 a las 3 de la tarde.

Era un edificio modesto con sólo planta baja y un piso que quedaba cerrados por el extremo opuesto en el Palau Moja con una elegante logia con dos grandes columnas corintias, obra de Antoni Rovira. La superficie de cerca de 2.500 metros cuadrados permitió albergar uno de los almacenes más populares de la historia de la Rambla.

El 24 La Vanguardia en su edición dominical editaba en 18 de sus páginas 18 anuncios distintos en los que comentaba su próxima inauguración y el martes 28 en su última página 4º a página entera invitaba a todos los lectores para asistir a las 3 de la tarde.

Creo que más realidad no puede existir, posteriormente se inauguraron un mes más tarde la sucursal de Madrid y un año más tarde la de Zaragoza.

En sus años iniciales la estrategia consistió en ofrecer muchos productos al mismo precio. Esta política provoco bien pronto una amenaza por los pequeños comercios ya que su publicidad estaba en boca de todos. Su publicidad machacona sonaba en todas las emisoras de radio “»Quien calcula, compra en SEPU».

LA FALANGE PERSIGUIÓ A LA EMPRESA

Durante la Guerra Civil la fachada llegó a ser utilizada con finalidades propagandísticas del bando republicano, lo que le valió una vez acabada la guerra una persecución por parte de las fuerzas afines al régimen del general Franco.

El Sepu sufrió una campaña de descredito por parte de la dirección de la Falange y del diario afín a dicha formación el periódico Arriba, estos por sus simpatías hacia el gobierno de Hitler no veían a los empresarios judíos con buenos ojos y acusaban a la empresa de mal trato y explotación de sus empleados. En el diario salía publicado: Estos judíos del SEPU dan motivos para ocuparse de ellos diariamente.

Por sus relaciones con los empleados (a los que explotan), basta su sola presencia para producir indignación, si hasta los atropellos que con su personal cometen basta para sublevar al más tranquilo.

Nosotros preguntamos ¿SEPU disfruta de patente de corso? ¿Quién ampara a SEPU? ¿Conoce el director de Trabajo los casos de SEPU?

Con la desaparición por el incendio de El Siglo, se consolido progresivamente el Sepu como los almacenes preferidos en las economías más discretas dedicando sus ventas a productos de vestir, perfumería y artículos para el hogar.

En los ´40, la situación de la empresa dirigida por la familia suiza Goetschel, heredera de los fundadores, se normalizó llegando a conseguir hasta seis establecimientos entre Madrid, Barcelona y Zaragoza.

Su comercio estaba dirigido a la clase media y en sus establecimientos se encontraban una gama de productos con precios populares y sus productos aguantaban el empuje de El Corte Inglés y Galerías Preciados.

A partir de los años 70, la empresa comenzó a sufrir un deterioro en sus ventas. Esto la obligó a buscar créditos bancarios para poder hacer frente a sus pagos.

En 1973, la empresa tenía 955 empleados. En 1982, esta cifra se redujo a 521. En 1983, se produjo una nueva reducción de 100 puestos de trabajo.

1984 SUSPENSION DE PAGOS

La crisis del petróleo y la disminución de la calidad de sus productos provocaron la constante ampliación de créditos y el aumento de los intereses. Esto llevó a la empresa a endeudarse con los proveedores y con la Seguridad Social, lo que provocó la suspensión de pagos en 1984.

2000 EL CIERRE DE LA SEDE BARCELONESA

En 1994, Los Almacenes SEPU comenzaron a sufrir un descenso en las ventas. Esto llevó a un encarecimiento de los préstamos que la empresa tenía que asumir. El plan de reestructuración de la deuda fracasó, lo que obligó a la familia Goetschel, propietaria de la empresa, a cerrar la tienda de la Rambla de Barcelona en 2000.

Con este cierre, SEPU se convirtió en el último gran almacén histórico de Barcelona que quedaba en funcionamiento. Otros almacenes pioneros del comercio de grandes almacenes de la ciudad, como «El Siglo», «El Águila«, «Capitolio», «Vilardell» y «El Barato«, ya habían desaparecido.

El acoso recibido por parte de bancos y proveedores llevó a los Goetschel a traspasar la empresa al grupo anglo-australiano Partridge & Company en 2001. El nuevo propietario prometió un duro plan de saneamiento, pero no pudo evitar el cierre de las tres últimas tiendas de SEPU en octubre de 2002. La última de ellas fue la de la Gran Vía de Madrid, con una deuda de 13 millones de euros a la Seguridad Social.


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