LA CASA DE CONVALESCENCIA DE LA SANTA CRUZ
Cuando el antiguo Hospital de la Santa Cruz, tuvo la necesidad de ubicar al recibir el alta a las personas sin posibilidades, en un lugar de convalecencia, el empresario naviero Pau Ferran persona influyente en la ciudad, conoció la gran problematiza y las calamidades de estos enfermos por parte de Lucrecia Gualba, Elena Soler y Victoria Astor, pensó en actuar rápidamente.
La necesidad de construir un edificio de este tipo, surgió cuando a Pau Ferran un empresario naviero se le ocurrió junto a Lucrecia Gualba, Elena Soler y Victoria Astor. Las tres mujeres conocedoras de las grandes calamidades de Pau, el más influyente en su creación.
Pau tuvo la desgracia de que se le hundiera un barco con toda la mercancía, esto le supuso a perder su fortuna lo que le costó el aislamiento de amigos y familia acabando con una enfermedad que le llevo a ingresar en el hospital de la Santa Cruz. Según las crónicas, una vez curado, sin fuerza para trabajar, vivió durante un tiempo de la caridad pública que recibía en la puerta de la Iglesia de Santa María del Mar.
Su tesón y fuerza de voluntad le llevo a ejercer de administrador del propio Hospital, en el que conoció a tres mujeres. Se volvió otra vez a labrar una fortuna, que legó para la construcción de una Casa de Convalecencia. Las circunstancias del traslado del Hospital de la Santa Cruz, hicieron que el proyecto se polarizase nombrando administradores a perpetuidad: al Prior del Hospital de la Santa Cruz, el prior del monasterio de Nuestra Señora del Carmen.
La primera Casa de la Convalescencia fue inaugurada el 24 de enero de 1680.
LA CASA DE LA CONVALESCENCIA DEL HOSPITAL DE LA SANTA CREU I SANT PAU
Domènech i Montaner, en ningún momento pensó construir en el recinto destinado al nuevo Hospital de San Pablo, La Casa de Convalecencia, es más en su proyecto original, Domènech i Montaner, había previsto
Cuando los problemas económicos afloraron, debido a la finalización del dinero de la herencia de Pau Gil y la administración de las obras se vio obligada a posponer el proyecto, suspendiendo la construcción de los nuevos pabellones diseñados por Domènech i Montaner, sin poder asegurar cuando conseguirían nuevos mecenas, para continuar con el proyecto de construcción de todos los pabellones diseñados.
Esto que con el carácter de Domènech i Montaner, no se hubiera podido realizar, se logró con su hijo Pere Domènech i Roura. Los administradores viendo la cantidad de espacio libre, vendieron 3.776,86 m² que estaban situados en San Antonio María Claret con San Quintín a la Casa de Convalecencia, con la condición de que el nuevo edificio, no desentonara con el resto del proyecto.
La compra del terreno y coste de las obras del nuevo edificio tuvieron un coste de 1.750.000 pesetas, a la antigua Casa de Convalecencia, que sirvieron para que los administradores pudieran continuar edificando nuevos pabellones.
Domènech i Roura siguió en todo momento la construcción de ladrillo visto que había iniciado su padre, sin embargo imprimió su propio sello, coronando el cuerpo central por una cúpula de tejas cerámicas de colores rodeada por cuatro cuerpos cuadrados, con ventanales en los que destaca su ornamentación, la galería porticada de la planta baja, y dos hornacinas en las esquinas exteriores.
A su vez la administración de la Casa de la Convalecencia consiguió ese dinero con la venta de la antigua sede de la Casa de Convalecencia. Edificio renacentista de la calle del Carmen actual sede del Institut d’Estudis Catalans.
El edificio está considerado por algunos como una de las últimas obras del modernismo, se empezó a construir por Domènech i Roura, en 1922 y fue finalizado en 1930, siendo inaugurado como el resto de edificios por Alfonso XIII, el 16 de enero de 1930.
La Casa de Convalecencia, estuvo funcionando para realizar la labor por la que había sido construida. En 1969, el hospital que había ido creciendo y la casa tenía menos convalecientes, acordaron dividir el interior de la misma, instalando en el lado izquierdo los servicios de la Facultad de Ciencias, el Instituto de Ciencia de la Educación y el Rectorado de la Universidad, El edificio central y en el derecho, se instalaron una serie de servicios del propio Hospital.
El segundo paso por parte de la Casa de la Convalecencia y el Hospital de San Pablo, tuvo lugar el 21 de abril de 1994, fecha en que ambas realizaron la fusión inicio de la absorción de la Casa de la Convalecencia por el Hospital quien otorgó su cesión de uso a la Universidad Autónoma de Barcelona.
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