Aunque no fue uno de los primeros edificios construidos, desde el primer momento Domènech i Montaner tenía previsto la construcción de una iglesia central dentro del recinto hospitalario. Su construcción se situaría en la primitiva calle Coello, desde 1876 a 1926, posteriormente calle Arzobispo Padre Claret, y actual calle San Antonio María Claret.
El pabellón religioso lo compondría una iglesia o capilla mayor, y adosado a ella, se construiría un edificio a cada lado, para albergar la residencia de los curas y un seminario. Ambos estaban unidos al edificio central por dos pequeños claustros o patios.
Para su desarrollo, Domènech i Montaner se había inspirado en Santa María del Mar. Había diseñado una iglesia con grandes columnas, en la que destacaban los ornamentos de cerámica realizados con baldosas rematando las cenefas.
Desarrolló un vía crucis de mosaico y las gradas de la sacristía, originarias del antiguo hospital de la Santa Cruz que databan del siglo XVIII. En el ábside se pueden contemplar obras escultóricas de Pau Gargallo y de Eusebi Arnau.
EL PROYECTO INICIAL DE MONTANER
En su proyecto, Domènech i Montaner diseñó una iglesia de 20 metros de ancho por 50 metros de fondo, distribuida en una cabecera con absidiolas y de tres naves. Contaba con dos cruceros. El segundo crucero, algo poco habitual en las iglesias, estaba cerca de la entrada. En él destacaban un cimborrio en forma de cúpula circular, sostenido por 16 columnas, rodeado por cuatro torres de 40 metros, con 8 columnas coronadas por cuatro cúpulas más pequeñas, tipo a la que se puede apreciar en la Casa Lleó Morera del Paseo de Gracia, situada en la manzana de la discordia.
No obstante, primero dedicó su tiempo a la construcción de los pabellones sanitarios. La suspensión de las obras en 1918, a causa de haberse acabado los fondos del primer mecenas del Recinto Pau Gil, retrasó la construcción de la Iglesia o Capilla Mayor.
RETOMA LAS OBRAS SU HIJO PERE DOMÈNECH
La construcción real del conjunto de la Iglesia se empezó por su hijo, Pere Domènech i Roura, en 1923, el mismo año en que fallecía Domènech i Montaner, el 27 de diciembre.
El diseño realizado por Domènech i Roura se aparta un poco del original. El modernismo había decaído un poco y Domènech i Roura adaptó el proyecto a su tiempo, limitándose a suprimir parte de la decoración proyectada por su padre, aunque respetando las dimensiones estructurales.
Suprimió la majestuosidad del modernismo y adoptó un desarrollo menos recargado. En este punto, Domènech i Roura se encontró con el mayor problema a la hora de desarrollar el nuevo diseño de la cúpula del cimborrio, que debía coronarse por las cuatro torres sobre la fachada principal.
Para resolver este problema, Domènech i Roura tuvo que enfrentarse a varios retos: primero, adaptar el nuevo diseño del edificio al cimborrio; segundo, rebajar el coste de construcción, debido a las escaseces económicas; y tercero, buscar una solución más económica que no desvirtuara aún más el diseño original de su padre. Por ello, se decidió cubrir cada una de las torres con tejados a ocho aguas.
PABELLÓN DE SAN ROQUE
Con la construcción de la Iglesia o Capilla Mayor, Domènech i Roura añadió un pequeño pabellón que no se había proyectado en ningún momento y que se bautizó como Sant Roc. Lo situó justo al lado del convento. Se trataba de un edificio pequeño en el que se había construido una báscula, con la finalidad de controlar a los vehículos de mercancías. Probablemente, el objetivo era evitar que un peso excesivo pudiera dañar los túneles del suelo a su paso por el recinto.
1930 INAUGURACIÓN DEL HOSPITAL
Aunque el hospital empezó a funcionar en el año 1916, con la apertura del Pabellón de San Salvador, su inauguración oficial no se realizó hasta tener completamente acabada la Iglesia o Capilla Mayor. Para este acto, había sido invitado Alfonso XIII.
Conocedores los responsables de la administración del Hospital de que Alfonso XIII tenía programada una visita a Barcelona para presidir la ceremonia de clausura y entrega de premios de la Exposición de 1929, prepararon la bendición e inauguración del recinto para el jueves 16 de enero de 1930.
La página 1 y 2 del suplemento y la 6 de La Vanguardia comentaba lo siguiente:
Ayer tuvo efecto la inauguración oficial del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, construido por la piedad y amor de los barceloneses, en sustitución del viejo Hospital de la Santa Cruz y para mejor atender las necesidades de la ciudad.
A las nueve de la mañana el obispo de Mallorca, doctor Miralles, bendijo con el ritual litúrgico la nueva iglesia construida en el recinto. Acto seguido se celebró un solemne oficio, durante el cual la capilla de la Catedral interpretó la misa cantada obra del maestro Sancho Marracó, dirigida por él mismo.
Posteriormente todas las personalidades se dirigieron a la puerta de entrada para recibir a Alfonso XIII: el capitán general, señor Barrera, el gobernador civil, señor Milans del Bosch; el alcalde, Barón de Viver; el presidente de la Diputación, conde del Montseny; la Audiencia, señor Lassala; el obispo, doctor Miralles; los administradores del Hospital, rector de la Universidad, doctor Díaz; el decano de la Facultad de Medicina y un sinnúmero de personajes.
Alfonso XIII llegó a las 11 de la mañana acompañado del presidente del Consejo de Ministros, general Miguel Primo de Rivera, mayordomo mayor de Palacio, duque de Miranda, y el capitán general de la IV Región, Emilio Barrera, y del gobernador civil, Joaquín Milans del Bosch.
En la sala de actos se realizaron los correspondientes discursos. Acto seguido, acompañado del marqués de las Atalayuelas, S. M. se dirigió a visitar la mayoría de los pabellones puestos en servicio.
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