BUEN RETIRO

La historia del teatro del Buen Retiro, fue una historia corta y complicada, empiezo cuando Manuel Gibert i Sans, presidente del Gran Teatro del Liceo, y propietario del primer edificio del Ensanche que se construyó en el descampado existente a la salida de la muralla de la Puerta del Ángel, que con el tiempo se convertiría en la actual Plaça Catalunya, decidió ceder una parte de los terrenos del jardín situados en el interior de su casa, para la construcción del teatro.

 

El Buen Retiro en 1883

Desde hacía tiempo Gibert, pese a haber construido el primer edificio del ensanche, en una zona reclamada por la ciudad, para la construcción de una plaza, se había dado cuenta del empecinamiento por parte del pueblo y de las autoridades en conseguir dicho objetivo.

Gibert había comprado en 1832, con el propósito de hacer una inversión el terreno que había desde la salida de la muralla, seguía con el Camino de Jesús (Paseo de Gracia), hasta la actual Gran Vía, lo que le hizo ser uno de los precursores del derribo de las murallas. Este temor y el deseo de no tener más problemas en unos tiempos nada fáciles, le hizo entender que lo mejor serie que sin prisas pero sin pausa empezara a ir olvidándose de la continuidad de su antiguo edificio. No obstante Gibert como no tenía nada claro que hacer con el edificio, realizo una actuación salomónica con su superficie.

Durante los casi treinta años que estuvo en pie el edificio derribado en 1895, pasaron por su interior: El Teatro del Buen Retiro, el Colegio de Vilar, Un estanco, Un Gimnasio, el popular Gran Café del Siglo XIX.

En 1876, vendió parte de los terrenos del jardín, para la construcción del teatro del Buen Retiro. En los bajos de la casa se instaló un estanco, con un letrero en la puerta que decía “(Estanco Nacional. Sellos de Todas Clases “.

En una parte del interior del edificio se instaló el Colegio de Vilar. Un colegio de gran categoría, dirigido por Santiago Vilar, licenciado en Ciencias, en el que se impartían, gran cantidad de cursos.

El Teatro del Buen Retiro fue uno de los primeros edificios de espectáculos abierto en el jardín de la Casa Gibert situado en la parte norte del descampado e impedía la continuidad de la unión de la Ronda de San Pedro con la Ronda Universidad.

Fue inaugurado el día 3 de junio de 1876 como teatro de temporada de verano, bajo la dirección del actor León Fontova Mareca y Rafael Ribas.

La gran repercusión que tuvo a final de siglo la instalación de pistas de patinaje sobre ruedas, hizo que en 1879, se inaugurado el “Skating Ring”, una pequeña pista de patinaje. En 1880 se constituyó la Sociedad García Parreño, en honor del fallecido actor de origen valenciano.

En 1881 fue reformado y fue relanzado nuevamente como teatro, con el estreno de obras potencialmente política.

Con el nacimiento de la Vanguardia el 1 de 1881, el día 4 empezó a anunciar los programas que se estrenarían los fines de semana sus primeras programaciones fueron:

BUEN RETIRO.— Para el domingo “El espíritu del mar” y próximamente la nueva comedia El capitán Ghillver ejecutada por más de doscientos niños y niñas de seis a diez años de edad.”

BUEN RETIRO. — Se dispone para mañana domingo, por la tarde, el drama popular “El sitio de Barcelona” y la pieza “Llueven trampas”.

El sábado 5 de enero de 1894, el teatro del Buen Retiro, realizaba su último anuncio en la Cartelera de La Vanguardia anunciando:

BUEN RET1RO. — Hoy, día do moda.- Beneficio del tenor signor Kaltorini. — La ópera I.inda di Cliamounix y el aria de tenor de la opera El Bravo. Mañana, último día de la temporada, por la tarde La Traviata y el Ave María de Gounod y una Rondeña; por la noche, la ópera Gliugonotti y La Sinfonia de Guillermo Tell.

 

El retraso de la documentación de comunicación del desahucio, no llegaba y en el mes de mayo volvieron las actuaciones al Buen Retiro, reanudando las programaciones hasta el domingo 19 de abril de 1886, fecha en que empezó su derribo.

Posteriormente y como consecuencia de un nuevo retraso en la urbanización, los propietarios de del local aprovechando el material de derribo estuvieron realizando funciones con una nueva construcción conocida como Pabellón Buen Retiro en un local habilitado entre el edificio de la Casa Gibert y la de Narcís Sala.


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TEATRO DEL BUEN RETIRO

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