LA TORRE DE SAN SAN SEVERO
El motivo por el que al primer tramo de las Ramblas se conoce como Canaletas fue debido a que en sus orígenes, cuando la ciudad se encontraba dentro de la segunda muralla, en el lugar en que se unían la muralla que venía de la puerta dels Orbs y la muralla que bajaba paralela a la Riera d’en Malla, se encontraba una torre conocida como de San Severo.
La torre tenía un aljibe que recibía el agua que llegaba a la ciudad y a través de unos canalones era introducida en una especie de abrevadero y de allí se repartía por varias fuentes de la primitiva ciudad. La llegada a la fuente tiene varias historias, dos de las más verosímiles son:
- Unos la ubicaban en una mina de Moncada y cuando llegaba a la torre, era distribuida a través de unos canalones, que la mandaban a una especie de abrevadero y de allí se repartía por varias fuentes de la primitiva ciudad
- Otra versión sitúa el manantial próximo a la Universidad de Barcelona que la introducía a la ciudad, a través de un viaducto que salvando la desaparecida Riera d’en Malla y penetraba por la puerta de la torre de San Severo.
Víctor Balaguer, que en 1866, escribió el II tomo de las calles de Barcelona, al llegar a este trozo de las Ramblas era más escueto
Es el trozo de Rambla que sigue, llamado así porque junto á él se elevaba la torre de Canaletas, que formaba parte de la fortificación de Barcelona y había sido cárcel militar. (Para los que se extrañen del acento en la á no es ningún fallo ortográfico del artículo, en aquella época las vocales sueltas, se acentuaban todas). Sea la auténtica, cualquiera de las dos versiones la única verdad era que el agua entraba por unas canaletas y este es el único motivo del nombre por el que se conoce a esta zona de la Rambla.
Y era la única zona por la que entraba el agua a la segunda muralla y que la utilización de dichas canaletas dieran el nombre posteriormente a esa zona de la Rambla. Con la construcción de la tercera muralla se construyó una torre paralela a la se San Severo en el otro lado del cauce de la riera para salvar el tramo.
Pero las torres aparte de haber servido de torre de vigilancia y para la entrada del agua a la ciudad, también sirvieron como prisión preventiva o de escarmiento. Según comentaba en 1704 el cronista e historiador Narciso Feliu de la Peña, un artículo y reconocía también en su libro Víctor Balaguer), Feliu de la Peña, había estado recluido en una de las torres por haber conspirado contra Felipe V en favor de la causa del archiduque Carlos de Austria.
Tras el derribo de las murallas y la urbanización de la zona, en la zona se instalaron dos fuentes de agua cristalina que desaparecieron al ser derribada la torre de San Severo en 1862.
SE URBANIZA DE CARA A LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL
Con la urbanización de la zona y la celebración de la Exposición de 1888, el ayuntamiento acordó instalar una fuente definitiva en la zona. Encargó a Pere Falqués arquitecto municipal, la construcción de cuatro fuentes artísticas en hierro forjado. Fue tan grande la expectación que tuvo su inauguración y el “rebombori” causado en toda la ciudad, que el ayuntamiento que había encargado cuatro fuentes, tomo la decisión de ampliar la construcción a catorce que fueron realizadas por Jaume Rodelles. Fueron distribuidas por deferentes puntos de la ciudad, entre los que se encentraban la de plaza de San Agustín el Viejo y La Plaza de Santa Ana (actual Puerta del Ángel).
El éxito de visitantes conseguido por la fuente de Canaletas, hizo que fuera visitada por todas aquellas personas que venían de visita a la ciudad. Este hecho fue el motivo del nacimiento de una leyenda urbana que decía “Quien bebe agua de la fuente vuelve siempre a Barcelona”.
Aunque algunos historiadores dan como el inicio de la urbanización de las Ramblas a la Rambla del Centro, por las peripecias que hubo en su urbanización a consecuencia de tener en ella el Gran Teatro del Liceo, pocos datos han llegado de las inauguraciones oficiales de cada uno de los otros tramos.
Particularmente creo que, desde el momento que se construyó la tercera muralla y se eliminó la Riera, empezó la urbanización de los diferentes tramos, si bien la fuerza del poder fáctico, influyo en el interés de las autoridades municipales. Con el posible error de alguna fecha desde sus principios se empezaron a construir edificios importantes en los distintos tramos.
Quizá el tramo de Canaletas, quizás por su falta de unión con la Rambla de Catalunya, al no estar autorizada la plaza, privo a los inversores de fijar sus ojos en ella, ya que hasta el principio de la última década del siglo XIX, solo destacaban los edificios edificados cercanos a la futura plaza.
La prueba de la falta de interés por parte de las autoridades municipales en proceder a la unión de las dos Ramblas, esperando la posible autorización de la construcción de la plaza Catalunya, la tenemos en este artículo, que publicaba La Vanguardia del día 17 febrero 1890, comentando los problemas surgidos con motivo de las obras.
El Artículo comentaba el conflicto presentado los trabajadores al haberse negado a continuar realizando los trabajos de unión de los dos paseos, al no haber recibido los jornales estipulados en el contrato, por parte del contratista.
Ei alcalde llamó al contratista señor Prim para conocer los motivos de dicho impago. El contratista comento al alcalde que él había entregado el dinero al encargado para su liquidación. Llamado el encargado por el señor Prim, este no supo explicar claramente el destino dado a los fondos qua le habían sido entregados para el pago. Los haberes fueron satisfechos rápidamente por el contratista.
EL QUIOSCO DE CANALETAS
La falta de agilidad por parte del gobierno municipal, contrasto con la visión de los comerciantes, ya que en 1877, Félix Pons, un empresario que regentaba una barraca de refrescos en el Llano de la Boqueria desde 1860, traspaso su negocio para trasladarse a la parte superior de la Rambla y construir el famoso Kiosco de bebidas de Canaletas situado justo al lado de la fuente, que durante su existencia tuvo varias restauraciones.
A primeros del siglo XX, fue adquirido por Esteve Sala, futuro presidente del Futbol Club Barcelona, el cual le dio entre 1901 y 1916, un principio de hermanamiento del local, con el equipo del Futbol Club Barcelona.
En 1951, el kiosco fue derribado por orden del alcalde Antonio María Simarro, con la excusa de convertir la Rambla en un lugar de paseo para los ciudadanos, libre de obstáculos. Su único motivo no fue otro que intentar desvincular el lugar con las victorias del Barça y la posterior invasión de sus hinchas los días de victoria, intentando eliminar los actos catalanistas que se producían durante sus festejos.
Posteriormente en el paseo central se ubicaron los célebres kioscos de periódicos, situados a la altura de las bocacalles que la cruzaban. El primero de ellos fue inauguró en 1888, por iniciativa del diario vespertino El Noticiero Universal, que tuvo la osadía de instalarlo a principio de las Ramblas.
Una de las cosas que con el avance tecnológico de nuestro tiempo, se ha perdido de las antiguas Ramblas, es la venta los domingos por la tarde, de la hoja deportiva “Goles”, imprimida en la calle del Correo Viejo, detrás de Correos, con una máquina de ciclostil Heidelberg Minerva.
A partir de los años 40 y hasta los 70, sobre las siete de la tarde un grupo de jóvenes bajaba ofreciendo la hoja deportiva Goles, con los resultados de los partidos de futbol de primera y segunda y el resultado de la Quiniela. La dispersión de la celebración de los partidos y el actual teléfono móvil, ahora nos avisa al momento del resultado de los partidos.
EDIFICIOS Y COMERCIOS EMBLEMATICOS ( lado del Barrio Gótico)
Nº 2. Banca Marsans fundada en 1902, por José Marsans Rof e hijos, había iniciado su vida profesional en 1892 como agente de cambio y bolsa. Desde 1910, amplio el negocio instalando una sección de viajes, convirtiendo las dos empresas en 1919 en S. A. Fue en 1908, uno de los fundadores de la Asociación de Banqueros de Barcelona y del Sindicato de Banqueros. En 1942, fueron absorbidos por el Banco Hispano Colonial, creado por Antonio López y López, Marqués de Comillas. Que a su vez fue adsorbido en 1976en 1876, que a su vez fue absorbido por el Banco Central en 1950.
Nº 4. Salón de Ventas de Teodoro Barasona. Posteriormente el edificio fue adquirido por la familia Marsans para unirlo al Nº 2 para ampliar el negocio de la familia Marsans convertirlo en 1928, en dos establecimientos comerciales ya como la agencia Viatges Marsans S, A. Posteriormente ambos edificios fueron adquiridos por el Banco Hispano Colonial para instalar su sede en Barcelona.
Nº 6. En 1914, El edificio fue dedicado a la hostelería, acogiendo dos locales completamente diferentes, en una se instaló el hotel de tradición familiar Hotel Toledano y en la otra parte del edificio la Pensión Hostal R. Capitol. Completaba la ocupación del edificio, la empresa de Seguros “La Equitativa”.
CINE CAPITOL
No fue hasta 1926, que se construyó, el desaparecido Cine Capitol, conocido popularmente por el público de la mitad del siglo XX, como “Can Pistolas”, apodo ganado a pulso, ya que en todos sus programas, se proyectaban películas, en las que se sucedían escenas de tiros. Con la llegada de la dictadura su nombre no gusto a sus dirigentes y durante un tiempo utilizo el nombre de Capitolio.
Con ocasión de la pérdida de mercado, puso en marcha “Las llamadas sesiones golfas”, funciones cinematográficas para obras asistenciales del Sindicato del Espectáculo, que empezaban a la 1,30 de la madrugada, dedicadas a los noctámbulos, camareros, músicos, y artistas del espectáculo.
A finales del siglo XX, fue reformado para conseguir mayor cuota de mercado. En 1989, fue reformado y convertido en dos salas: Club Capitol 1 con 523 plazas y Club Capitol 2 con 253. En el mismo número el 16 octubre 1957, se inauguró como competencia a la sastrería Modelo, la sastrería Maxcali que después de una época floreciente, fue adquirida en abril de 1981, por la empresa Cortefiel.
Nº 8. Hotel Continental, en principio estuvo ubicado en el nº 10, pero en el año 1931 fue adquirido por la familia Malagarriga Vallet, que cambio de ubicación y lo situó en el Palacio de la Marquesa de Pallejà, justo al lado de donde se encontraba. En los bajos del edificio y promovido por una sociedad formada por Basagaña y Soler, se instaló en 1932 el “Bar Automàtic”, que estuvo abierto hasta 1947. La Banco Garriga y Nogués.
En 1957 en los bajos se inauguró la empresa de sastrería Maxcali con la intención de hacer la competencia a la sastrería Modelo. En 1981 que fue adquirida en el mes de abril por la empresa de confección Cortefiel.
El Hotel Continental, durante la guerra civil, cobro una gran notoriedad al ser durante un tiempo residencia del periodista, escritor y corresponsal de guerra Eric Arthur Blair, conocido en los medios periodísticos como George Orwell que había llegado a Barcelona el 26 de diciembre de 1936 con una carta de presentación del Partido Laborista Independiente.
En enero y febrero de 1937 combatió en el frente de la Sierra de Alcubierre. Participando en las Jornadas de mayo de 1937, regreso nuevamente al frente, el 20 de mayo, donde fue herido por un tiro en el cuello. Posteriormente escribió el libro Homenaje a Cataluña. En junio de 1938, tras volver a Inglaterra, se alistó como miliciano al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).
Nº 10. Casa Ignacio Sierra, construida en 1876. En 1882 en ella se instaló Gran Café Restaurante Continental. En junio de 1892, después de una restructuración integral, el edificio se convirtió en Gran Hotel Restaurante Continental, (primer hotel construido en la zona de la plaza Cataluña y en los bajos, se instaló el restaurante Ribas.
En 1925 fue adquirido por Evarist Arnús Ferre, para derribar el primer edificio del banco y construir un nuevo edificio y convertirlo en la sede central del banco. Adquirido por el Banco Central, que el sufrió el 23 de mayo de 1981 un asalto, cuyo epilogo fue trasmitido por televisión, ya que los asaltantes habían secuestrado a trabajadores y clientes, los cuales estaban detenidos como rehenes.
La Vanguardia al día siguiente publicaba la noticia de esta manera:» Un grupo de veinte terroristas se apodera del Banco Central, en la plaza de Cataluña, La vida de casi doscientas personas, a cambio de la libertad de los inculpados del 23-F. El teniente coronel Tejero y el coronel Sanmartín rechazan rotundamente la acción y piden la liberación de los rehenes».
El secuestro tuvo una duración de 37 horas, con posterioridad el edificio ha sido reutilizado por varias empresas de moda.
EDIFICIOS Y COMERCIOS EMBLEMATICOS (lado Raval)
Nº 1. Farmacia Masó Arumí, con parte del local en la calle Buensuceso nº 2, fue construida en 1918, en un estilo novecentista, sobre su constructor existe una controversia grande, ya que mientras los planos fueron firmados en su día por Ramón Puig Gairalt, existen indicios de que el arquitecto solo puso la firma, para se pudiera legalizar el proyecto. Al proyecto le atribuyen en su frontal ideas masonicas, pero no creen que fueran diseñadas por Puig Gairalt, aunque en aquella época en sus obras también realizo obras de influencia secesionista. Son muchos los estudiosos que dan su opinión de las baldosas y las columnas que las atribuyen a la antigua fábrica de cerámica La Gavarra, propiedad de Masó y los hermanos Corominas.
En la actualidad es la Farmacia Nadal (tras una renovación integral en 2009).
Nº 3. Platería A. Valentí, Restaurante Versalles, Tocadiscos Guillermo Puig, Joyería Casa H. de G. Puig, Joyería Kronos y Joyería Ramblas.
Nº 5. Relojería Baldrich, Aceites Salat, Hotel Restaurante Lloret fundado en 1926.
Nº 7. Café Petit Pelayo. Desde 1929 se instaló la Cervecería Baviera.
Nº 9. Pastelería Esteve Riera una de las pastelerías de más prestigio de su época. Reyes Radio. Musical Emporium, fue fundada en 1900. Tienda de partituras, que las autoridades municipales y autonómicas debieran de haber protegido por su valor histórico, cerró sus puertas por la subida monstruosa del alquiler, por estar ubicada en la actualidad en un lugar pretendido por las multinacionales.
Nº 11. Pastelería Esteve Riera, fundada a finales del siglo XIX por Esteve Riera i GuaI, antes de que el local fuera ocupado por Sastrería Modelo, propiedad de Miguel Pantaleoni Giusti, sastre italiano, que había abierto su primera tienda, al llegar a Barcelona, en la calle Gignàs detrás del edificio de Correos, inaugurada en 1875.
En 1959 amplió las instalaciones, pero no fue hasta octubre de 1969, que inauguro un nuevo edificio de cinco plantas, como Modelo 1875. En 1997, el arquitecto Josep Juanpere realizó una reforma de la fachada con unas formas geométricas con grandes ventanas de vidrio.
A finales del 2006, la familia Pantaleoni, decidió abandonar el negocio de sastrería, cerrando todas las tiendas que poseía en la ciudad, vendiendo el edificio a H&M, multinacional sueca dedicada a la moda.
Nº 13. En principio abrieron el Bazar el Globo, el Trust de Saldistas, La Casa de las Gangas y en 1926, abría sus puertas el Restaurante, Charcutería y Pastelería Nuria.
En la parte superior del edificio se instaló el Periódico “La Rambla”, su propietario y director Josep Sunyol, aprovechó el seguimiento deportivo de sus reporteros que recibían la información de los partidos, por teletipo, para colocar pizarras con los resultados de la jornada, en la fachada de la sede. Posteriormente fue elegido presidente del F. C. Barcelona, también consiguió un escaño de diputado en cortes en las elecciones de 1936. Sus ideales políticos le llevaron a Madrid a principios de la guerra civil, un fallo de situación, del coche en el que iba, le situó en la zona nacional, lo que propicio su detención y posterior fusilamiento por las fuerzas franquistas.
Nº 15 y Pelayo 62, fue uno de los primeros edificios construidos en el perímetro de lo que acabaría siendo la Plaça Catalunya: En sus bajos estuvo ubicado el Café Pelayo, propiedad de Francesc Oliver, uno de los primeros cafés de la zona inaugurado en 1875, uno de los primeros cafés de la zona, tenía dos puertas de acceso, para facilitar la entrada y salida de los clientes, una por Ramblas y otra por Pelayo.
Tenía una decoración de tonos calientes que lo convertía en un local lujoso, que enseguida acaparo gran número de tertulias de políticos, intelectuales y personas de la alta sociedad.
Una de las tertulias más conocida fue la “Colla de la Renaixença”, que había sido bautizada por periodistas y otros intelectuales en modo sarcástico como “la Peña del Sabios”, estaba formada entre otros por Àngel Guimerà, Lluís Domènech i Montaner, Apel-les Mestres, Emili Vilanova y Narcís Oller.
Su progresión fue tan grande que el domingo 2 de octubre de 1881, aparecía en la portada de La Vanguardia, debajo de la cabecera, comunicando que su establecimiento se había instalado un depósito de los Chocolates de Astorga.
La moda del momento le hizo abrir en el sótano, una sala de billar, La competencia del Café Restaurante Continental de Josep Ribas, instalado en la esquina de enfrente en 1882, le hizo cerrar sus puertas en 1895.
Por el edificio pararon entre otros, en el ático, el fotógrafo Amadeo. Los bajos fueron divididos y tuvieron varios comercios de prestigio entre ellos la Joyería Valenti y la tienda de Instrumentos de Precisión Gaig.
El bar Canaletas, que abrió el 19 de junio de 1916, que cerró sus puertas a finales de 1982. Posteriormente fue adquirido por la cadena de hamburgueserías Burger King.
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