prisión reina amalia

La desaparecida Prisión Reina Amalia fue construida a principios del siglo XIX en el solar que hoy ocupa, la actual plaza de Folch i Torres, entre la Ronda de San Pablo y la Calle Reina Amalia. Se levantó sobre el antiguo convento de San Vicente Paul, que con motivo de las jornadas anticlericales de 1835, a raíz del incendio sufrido, quedo semi destruido y quedo desafectado.

El convento, tenía la fachada principal por la calle Lealtad y en sus patios habían estado ubicados los huertos del convento que ahora ocuparían el resto de la plaza y el colegio Milà y Fontanals.

DE CONVENTO A PRISIÓN

En 1839, las autoridades municipales para aprovechar el edificio, decidieron dedicarlo a Prisión General a la que en un principio para suavizar el nombre, la llamaron “Casa Municipal de Corrección” y posteriormente “Cárcel Nacional” a la que fueron llevados tanto hombres como mujeres y que en muchos casos también acogió a los hijos de las reclusas.

La «Guía Urbana» de Saurí y Matas, publicada en 1849, describía el edificio: En el interior del piso bajo, hay un patio (el antiguo claustro) con una fuente en medio donde se lavaban los presos por la mañana; a un lado del mismo hay un pórtico, que sirve para trabajar y resguardarse del sol y la lluvia. En la parte de poniente se encuentra el departamento de mujeres y en una gran pieza hay un lavadero y fogones con sus calderas, para hacer las coladas semanalmente; en un aposento contiguo se encuentra la sala de baños para salubridad de los presos. Al lado está la sala del tribunal, para recibir las declaraciones y otros actos de su ministerio cuyo local infunde el mayor respeto.

En el primer piso están los cuartos de preferencia, la alcaldía (despacho del alcaide), sala de recibimiento y las oficinas. En el segundo se encuentra la enfermería, dormitorios, almacenes, teniendo cada aposento su lugar común y fuente con agua viva. En el tercero y último hay el departamento de incomunicados y la capilla donde se ponen los reos que deben ser ajusticiados…

puerta de una celda

La prisión en un principio, se proyectó para poder acoger entre hombres y mujeres a un total de 287 reclusos, (pero una cosa fue la previsión y otra la realidad, porque en 1847, se había quintuplicado su capacidad, llegando a contabilizarse 1.494 reclusos.

Esta masificación supuso un doble castigo para los presos; el primero la falta de libertad, el segundo mucho peor el hacinamiento que provocaba. La falta de comida y de higiene, provocó enfermedades que a su vez provocaron continuos amotinamientos, lo que a su vez provocaba que el centro tuviera una disciplina férrea.

detalle del interior de la prisión.

Según los comentarios encontrados de aquellas fechas, el olor del lugar era tan fuerte que desde muy lejos ya sabían que estabas llegando al centro penitenciario. La falta de control de los funcionarios, provoco que la corrupción y los abusos, fueran constantes, en especial a las personas que no tuvieran alguna persona, que desde fuera pudiera velar por ellos.

Los patios de la Cárcel tenían nombres: la Gardunya, dels Cordelers (Cordeleros), el patio se alquilaba a fabricantes de cuerdas para poder realizar su trabajo, en él también se realizaban las ejecuciones de la pena de muerte. El día que se celebraba la ejecución, se abría el patio al público, para que los ciudadanos pudieran contemplar la ejecución.

EJECUCIONES A GARROTE VIL

«Garrote vil» de Ramón Casas.

El 12 de julio de 1892, se realizó la ejecución del joven de 19 años Aniceto Peinador (por haber asesinado a Ramón Roig Grau), el caso había acaparado la atención de los periódicos, por la vena poética que el joven estuvo realizando hasta pocas horas antes de su muerte. Prueba de ello, fueron los artículos que los periódicos publicaron aquellos días.

La Vanguardia durante tres días publicaba los hechos. El 11de Julio de 1892, en su página 1 y 2. El 12 de Julio, página 1 y el 17 de julio, en página 1, publicaba un artículo, con una crítica feroz, hacía la pena de muerte, que venía a decir, quienes somos las personas para provocar la muerte de otro ser humano.

Santiago Salvador

En esta la ejecución estuvo presente un joven de 24 años, amigo del médico forense, estudiante de pintura que tomo una serie de apuntes de la ejecución llamado Ramón Casas, que posteriormente realizo la obra, “El garrote vil”, en la que plasmo lo vivido durante el acto.

Otra de las ejecuciones que tuvieron más impacto ante la opinión pública, fue la de Santiago Salvador Franch, el terrorista anarquista que ganó notoriedad cuando el 7 de noviembre 1893, lanzó dos artefactos explosivos contra la audiencia del Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Fue ejecutado el 21 de noviembre de 1894.

patio de la prisión sobre 1930

En 1895, el cuadro fue comprado por el Estado español y llevado al Museo de Arte Moderno, de donde pasó primero al museo del Prado y luego en 1995 al Centro Reina Sofía de Madrid. Sin saberlo el joven poeta Aniceto Peinador, quedo inmortalizado para la historia en un objeto de arte.

La Vanguardia

El último ajusticiado a “Garrote Vil”, en la prisión Amalia fue en junio de 1897, el reo Silvestre Lluís, acusado de matar a su mujer y a su hija. A partir de entonces la pena de muerte se practicó en la más estricta intimidad.

La grave situación producida en la prisión por la imposibilidad de dominar los constantes enfrentamientos, entre presos y funcionarios aconsejo construir una nueva cárcel en las afueras de la ciudad. En 1904 se inauguró a las afueras de la ciudad (entonces), la nueva cárcel Modelo que ha estado activa hasta el 2017.

deribo dela prisión

La prisión quedo reservada a “Cárcel de Mujeres”. Fue una de las cárceles más miserables y temidas de Barcelona. En 1936, ante el deterioro insalvable del establecimiento, la cárcel fue derribada, trasladando a todas las presas, a la antigua masía medieval de Can Duran o Feló, en el barrio de las Corts, que había sido convertida en asilo para “Jóvenes Descarriadas”, en dicho lugar hoy esta edificado El Corte Ingles de Diagonal.

En la actualidad en el lugar que ocupaba la prisión se encuentra la plaza Folch i Torres, el instituto Milà i Fontanals y el Casal de Barri Folch i Torres. Durante las obras de reforma que últimamente se han realizado en la plaza, se han puesto al descubierto restos arqueológicos que se intentaran conservar para poder ser observados por generaciones venideras.

la plaça Folch i Torres actualmente

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PRISION REINA AMALIA

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