UNAS TIERRAS DE LA FAMILIA DURAN
En 1743, el terreno que ocupa actualmente El Corte Inglés de Diagonal era propiedad de la familia Duran y estaba situado en el camino que unía las poblaciones de las Corts y Sarriá (antes de que ambos municipios fueran anexionados a Barcelona). La familia decidió construir una masía para pasar allí las temporadas de verano. En una parte de la finca construyeron una torre como vivienda y junto a esta una capilla para poder celebrar misa los domingos y días festivos. Ambos edificios estaban rodeados por jardines en los que destacaban dos filas de cipreses centenarios que conducían hasta la puerta de entrada de la finca.
PROPIEDAD DEL OBISPO DE VIC Y EL CANÓNIGO DE BARCELONA
Posteriormente, la finca fue vendida por los herederos y tuvo varios propietarios en el transcurso de los años. Los últimos propietarios fueron Josep Morgades, obispo de Vic, y Antoni Estalella i Sivilla, canónigo de Barcelona.
ASILO
El 10 de febrero de 1890, los clérigos Josep Morgades y Antoni Estalella i Sivilla vendieron el terreno a cuatro hermanas de la Orden de la Presentación de las dominicas francesas con la condición de que una parte de la finca debería dedicarse a asilo femenino para moralizar a las jóvenes descarriadas y el resto del edificio debería dedicarse a construir un colegio para niñas huérfanas. La parte vendedora puso una tercera clausura y se reservó el derecho de recuperar la finca si esta se destinaba a otro destino diferente, al que ellos denominaban el Asilo del Buen Consejo.
El perímetro estaba delimitado al oeste por la actual Plaza de María Cristina y la Diagonal, los Jardines de Clara Campoamor, Travesera de las Corts y Joaquín Molins. La puerta principal de la finca tenía su entrada principal en la calle Joaquín Molins 11.
Debido al deterioro y el grado de insalubridad que en aquellos momentos ofrecía la prisión de mujeres de Reina Amalia, el 22 de septiembre de 1936, la Generalitat de Catalunya en su Diario Oficial publicó un decreto de apropiación de los terrenos y edificios firmado por el consejero de Justicia Josep Quero Molares y el Comité de Servicios Correccionales de Catalunya. El motivo no era otro que con la apropiación de las instalaciones, el antiguo colegio pasaba a convertirse en “El Correccional General de Dones de les Corts”, al que serían trasladadas las presas de la prisión de la Reina Amalia.
CÁRCEL DE MUJERES
En julio de 1936, Rafael Tasis Marca, escritor y militante de Acción Catalana, fue nombrado Director de Servicios Correccionales y de Readaptación de la Generalidad de Cataluña. Rafael Tasis, en su primera visita describió al centro como un lugar idílico. El sitio tenía actividades tanto laborales como de ocio y no tenía ningún parecido con las condiciones inhumanas de la antigua prisión de mujeres de la Reina Amalia.
El correccional ocupaba una parte de la finca. El locutorio era una sala abierta al jardín con una mesa y un banco a cada lado sin ninguna reja para separar a los visitantes de las reclusas. Los dormitorios eran salas de diez a treinta plazas con camas de hierro. El edificio tenía una sala grande en que las reclusas hacían labores de costura. La sala era clara y con grandes ventanales que daban a un patio interior.
En la parte dedicada a la escuela, las reclusas mejor preparadas hacían de profesoras de las otras reclusas menos preparadas impartiendo los diferentes temas que se impartían. Completaban las instalaciones la enfermería, la cocina, el comedor. En la planta baja había una sala con cinco pianos que habían quedado del antiguo colegio del Bon Consell después de la confiscación popular para las reuniones de los días de fiesta.
El consejero de Justicia Josep Quero Molares, en su primera visita al centro, al pasar por el refectorio y encontrarlo adornado con flores y al pasar por la sala donde estaban los pianos comentó con el personal del recinto: “Esperaba encontrar una prisión y me encuentro con un sitio completamente diferente”.
Por sus celdas el 21 de agosto de 1937 pasó Otilia Castellví, modista del barrio de Gracia perteneciente al Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Comprobó cómo los propios compañeros de revolución la encarcelan y torturan. Sigue presa hasta el final de la guerra y cuando entran las fuerzas de Franco en Barcelona, los guardianes de la checa huyen abandonando a todos los presos. La suerte estuvo en que un vigilante de la checa volvió a la para abrir las puertas de la prisión a los presos y los dejó escapar.
Otilia después de exiliarse estuvo en Francia, Alemania y Caracas. Regresó nuevamente a Barcelona ya mayor en 1997 pasando a vivir en Canet de Mar donde dicta sus memorias y muere en 2001. Poco antes de morir relataba en sus memorias las publicadas en su primera edición (en catalán) el 5 de marzo del 2003 por la editorial Quaderns Crema editado en castellano por la editorial El Acantilado en 2008 como “De las checas de Barcelona a la Alemania nazi”.
Finalizada la guerra civil el 28 de enero de 1939, el general Franco convirtió el antiguo asilo del Bon Repos y posteriormente El Correccional General de Dones de les Corts en la prisión provincial de mujeres dirigida por las monjas de la Orden de las Hijas de la Caridad, orden habitual del régimen franquista en establecimientos penitenciarios femeninos y clínicas paritarias. Las monjas que por desgracia en muchos casos no hicieron ningún favor a la “Caridad” viéndose envueltas no solo en numerosas torturas sino también en la desaparición de muchos niños robados en distintos hospitales de la ciudad.
Las purgas realizadas por el régimen convirtieron aquel lugar idílico (destinado a 350 reclusas, de principios de 1937), en un lugar súper masificado, que reunió antes de final de 1939, una población cercana a las 2.000 reclusas (entre presas por delitos contra la sociedad y las detenidas por delitos políticos), a esto había que añadir las más de los cuarenta hijos pequeños de las reclusas. Entre los inquilinos que permanecieron recluidos en el establecimiento tenemos a la espía francesa Jeannete Georgel.
El 9 de septiembre de 1939, el general Franco promulgó un decreto sobre la prohibición de requisición, confiscación y ocupación de fincas rústicas, edificios y locales urbanos que habían sido confiscados. El decreto afectó directamente a la gestión de la Cárcel de Mujeres, cuyos antiguos propietarios habían establecido que el terreno solo podía ser utilizado para fines didácticos. El edificio había sido incautado en dos ocasiones y los propietarios alegando el incumplimiento del contrato exigían su devolución inmediata.
La Junta de Disciplina admitía que en virtud del decreto de incautación de propiedades era probable que la cárcel se trasladase a otro edificio pero a pesar de admitir dicha resolución la reclamación no fue atendida hasta el 20 de septiembre de 1955. Un mes más tarde, el 31 de octubre, se trasladó toda la población reclusa (262 presas y 28 niños) a la cárcel Modelo.
La finca fue devuelta a sus propietarios quienes la inscribieron en el Registro de la Propiedad en 1963 ya que estaban decididos a derribar el antiguo edificio para proceder a la construcción de una nueva escuela. La colocación de la primera piedra fue realizada por Gregorio Modrego Casaus, obispo de Barcelona.
Pero las desavenencias entre el obispado y las dominicas, impidieron que el centro escolar llegara a edificarse. El solar fue adquirido por El Corte Ingles que en aquellos momentos pensaba en levantar unos nuevos almacenes en aquella parte de la ciudad, los cuales fueron inaugurados el 16 de marzo de 1974.
Hoy en día se puede contemplar una placa en la pared de dichos almacenes en que se pueden leer las fechas que marcaron la existencia de dichos edificios.
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