ORIGEN
El mercado del Ninot se remonta a finales del siglo XIX, cuando el municipio de Sans era una zona rural cercana a Barcelona, pero no integrada aún en ella. Los comerciantes y agricultores aprovechaban unos terrenos sin urbanizar entre las calles de Casanovas, Villarroel, Mallorca y Provenza para vender sus productos al aire libre, especialmente los fines de semana. De esta forma, podían ofrecer precios más bajos que en la ciudad, ya que no tenían que pagar el impuesto de entrada que se cobraba en los fielatos, unos edificios situados en las entradas de Barcelona que funcionaban como aduanas. (burots en catalán).
El mercado del Ninot era muy frecuentado por los trabajadores de la fábrica de Can Batlló (hoy La Escuela Industrial), que salían el sábado con el salario semanal y podían comprar productos más asequibles. El mercado estaba situado en el barrio de Sans, que era una zona obrera de Barcelona. Los trabajadores de la fábrica de Can Batlló podían llegar al mercado fácilmente en tranvía, lo que hacía que fuera una opción muy popular para ellos.
1894 UN MERCADO AL AIRE LIBRE
El Ninot fue un mercado al aire libre hasta 1933, cuando se cubrió el recinto con una estructura metálica diseñada por Antoni de Falguera Sivilla y Joaquim Vilaseca Rivera.
Durante la Segunda República (1931-1936), el mercado cambió de nombre al popular Mercat del Ninot, pero este nombre fue rechazado por el gobierno franquista, y se le volvió a llamar oficialmente Mercado del Porvenir.
La zona donde se estableció el mercado tenía una gran expectativa de desarrollo debido al plan de expansión urbana que se había diseñado. El nombre original del mercado era el de Mercado del Porvenir o Mercat de l’Avenir en catalán, reflejando esa visión optimista. El mercado se inauguró en 1894 y rápidamente se convirtió en un punto de encuentro para los vecinos del barrio de Sans.
Con el tiempo, el área se llenó de pequeños negocios y tabernas donde la gente podía refrescarse después de hacer sus compras. Estos locales se extendían hasta la intersección de las calles Aragón y Casanova, donde se hallaba el Puente del Micu, una pasarela que conectaba las dos partes de la ciudad que el ferrocarril había dividido.
EL PONT DEL MICU
El puente del Micu fue construido en 1877 y se convirtió en un símbolo de la zona. El nombre del puente proviene de un personaje de la cultura popular catalana, el Micu, que era un personaje pícaro y burlón. El puente fue derribado en 1975.
1933 SE CONSTRUYE EL ACTUAL MERCADO
El Ninot fue un mercado al aire libre hasta 1933, cuando se cubrió el recinto con una estructura metálica diseñada por Antoni de Falguera Sivilla y Joaquim Vilaseca Rivera.
EL NINOT
El nombre del mercado proviene de una figura de un niño que había en la fachada de una antigua taberna cercana. La figura era un símbolo de la fiesta de los Tres Tombs, que se celebraba en el barrio de Sans cada año. La fiesta de los Tres Tombs es una tradición catalana que consiste en una procesión de carros tirados por caballos que recorre las calles del barrio. La figura del niño era un símbolo de la inocencia y la esperanza, y se convirtió en el símbolo del mercado del Ninot.
En 1880, Juan Clapés abrió una bodega frente al mercado de Sans. El novio de su hija vivía en la Barceloneta. Un día, la hija pasó por el barrio de su prometido y vio el muñeco de un mascarón en la proa de un barco que se estaba desguazando. La chica se lo comentó a su padre y éste tuvo la idea de ponerlo sentado en una silla en la puerta de la bodega para atraer a la clientela.
La hija, con la ayuda de su prometido y unos amigos, llevaron el muñeco a la bodega de su padre. Clapés colocó el muñeco («ninot», en catalán), que había estado situado sentado en la proa de un barco, en la puerta de la bodega. El muñeco se convirtió en un símbolo de la bodega y del mercado.
Con el tiempo, la historia del muñeco se popularizó y la gente empezó a llamar al mercado «Mercat del Ninot». Otra posible verdad de este hecho es que hasta los años 90, en el desaparecido museo marítimo de la Barceloneta, estaba expuesto un muñeco sentado en una silla que decía que era el muñeco que dio nombre al mercado del Ninot.
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- Barcelofilia
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