convento Montesión en Barcelona.

El monasterio de Montesión es un conjunto religioso situado en la ciudad de Barcelona, España. Para conocer su historia tenemos que remontarnos al monasterio de Santa María de Villanueva de Sigena (Huesca) fundado el 23 de abril de 1188 fundado en 1347 por la reina María de Aragón, viuda del rey Pedro I de Castilla. En 1321 murió doña Teresa de Urrea, piora del monasterio. Ese verano fue nombrada la Infanta de Aragón (hija de Jaime II).

Desde entonces ha sido ocupado por monjas dominicas. El monasterio ha sufrido numerosos cambios a lo largo de su historia, pero ha conservado su esencia de lugar de culto y retiro espiritual. El monasterio estaba cerca de la plaza de Santa Anna. El edificio principal era de estilo gótico, con una iglesia, un claustro y una sala capitular. El monasterio también contaba con una biblioteca, un museo y un jardín.

1351 SE EMPIEZA A CONSTRUIR EL MONASTERIO

El monasterio  se empezó a construir en 1351, con el patrocinio del rey Pedro II y el cardenal Nicolás Rossell, en el sitio conocido como Mas de Bissanya, cerca de las Reales Atarazanas, fuera de los muros de la ciudad. El proyecto original era dedicarlo a María de Aragón, pero finalmente se escogió a San Pedro Mártir como patrono.

Las monjas que iban a habitar el monasterio procedían del de Prouilhe (Aude), y se alojaron temporalmente en una casa del portal de Jonqueres, hasta que se les asignó la antigua encomienda templaría de Santa María de Palau, que había sido clausurada en 1317 (perteneciente al obispo de Vic). En 1357 el nuevo monasterio quedó terminado y las monjas se trasladaron a él. La primera priora fue Constanza de Bellera.

Se construyó en un lugar poco adecuado, fuera de las murallas de la ciudad y expuesto a los ataques. En 1359, las monjas tuvieron que abandonar el monasterio por un violento enfrentamiento naval que se libró frente a la costa de Barcelona.

En 1370, el rey Pedro el Ceremonioso les cedió unos terrenos cerca del Hospital de Colon (más tarde Hospital de la Santa Creu), donde se realizaron unas obras para adaptar el monasterio a las necesidades de la comunidad.

En 1347, con la autorización de su hermana, la priora del monasterio de Sigena, formalizó la fundación del monasterio en los alrededores de Barcelona. La comunidad inicial estaba compuesta por cien monjas y contaba con una dotación económica que les permitía vivir en paz y dedicarse a la oración y al estudio.

1390 COMPRA DE UNOS TERRENOS EN LA PLAZA SANTA ANA

En 1390, hallaron un terreno disponible en la plaza de Santa Anna, junto al convento de San Cayetano, una antigua institución monástica fundada en 1293 por los canónigos de Santa Eulalia del Campo y los frailes de la Penitencia de Jesucristo. Allí se hallaba también una capilla dedicada a Nuestra Señora de Montsió, que decidieron comprar.

Los reyes María de Castilla y Alfonso el Magnánimo, protectores de las dominicas de San Pedro Mártir, favorecieron el trueque de los edificios entre las dos comunidades. El papa Martín V, aprobó esta permuta, por la que cada comunidad ocuparía el espacio que dejaba la otra. El cambio se efectuó en 1423.

1423 PERMUTA ENTRE ÓRDENES

El monasterio experimentó un proceso de expansión durante tres siglos, en los que adquirió edificios cercanos y aumentó su superficie con diversas obras. Sin embargo, su esplendor se vio truncado por el asedio de 1714, cuando las tropas borbónicas bombardearon la ciudad y causaron graves daños al convento, obligando a las monjas a huir.

Tras el fin del asedio, el monasterio se restauró y las monjas regresaron, pero no fue el último episodio de violencia que sufrió. La guerra de la Independencia y la ocupación militar de 1823 también provocaron destrozos y expulsiones. Finalmente, en 1835, el cierre de los edificios religiosos supuso el abandono definitivo del convento por parte de las monjas

El monasterio sufrió varias ocupaciones y daños a lo largo del siglo XIX. Primero, en 1835, el Liceo Filarmónico-Dramático Barcelonés se instaló en el edificio, dejando la congregación sin su espacio. Luego, en 1845, las monjas pudieron regresar, pero encontraron el lugar en ruinas. La situación se repitió en 1869, cuando los militares tomaron el monasterio y obligaron a la comunidad a huir al monasterio de los Ángeles.

Ante el intento de demoler los edificios por parte de los ocupantes, los ciudadanos se movilizaron para proteger el patrimonio histórico y cultural del monasterio. Finalmente, en 1875, las monjas recuperaron la propiedad, pero estaba tan deteriorada que decidieron vender el terreno y construir un nuevo monasterio.

TRASLADO A LA PARROQUIA DE SAN RAIMUNDO DE PEÑAFORT

La historia de la parroquia de San Raimundo de Peñafort se remonta al siglo XIX, cuando el antiguo Monasterio de Montesión fue vendido y trasladado a la Rambla de Catalunya 115. El arquitecto Joan Martorell se encargó de desmontar y reconstruir la iglesia, el claustro y la sala capitular, respetando el estilo gótico original. Durante la guerra civil, la parroquia sufrió el ataque de los milicianos, que quemaron el retablo del altar mayor. Después de la guerra, se restauró la iglesia y se colocó un nuevo retablo, obra de Claudi Rius i Garrich, que también esculpió algunas de las imágenes que se pueden admirar en el interior. Sobre ésta historia puedes leer mi artículo en La Vanguardia.

parroquia de San Raimundo de Pañafort

 


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CONVENTO DE MONTESION

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