La designación de Barcelona como Sede de la Exposición Universal de 1929, significo un empujón para la ciudad, no solo para mejorar la urbanización y modernizar los servicios de la ciudad, sino también para embellecerla.

El ayuntamiento tenía que urbanizar la zona de la Plaza de España y la montaña de Montjuic, inauguraba las dos primeras de transporte público subterráneo El metro Transversal y el Gran Metro. A todo ello quería darle un toque de cultura.

El jueves, 9 junio 1927, página 8, La Vanguardia editaba el pliego del concurso organizado por el ayuntamiento para ornamentar la Plaza Cataluña.

Primera. — El Ayuntamiento de Barcelona convoca un concurso limitado y previo para encargar la ejecció de cinco grupos escultòrics para los pedestales bajos existentes en la urbanización de la plaza de Cataluña, dieciséis estatuas que deben figurar en el fondo decorativo y doce estatuas o altos relieves adosados a los seis pilares altos, también construidos en dicha plaza.

Segunda. — Se invita a los señores José Clara, José Limón, Enrique Casanovas, hermanos Luciano y Miguel Oslé, José Duñac, Vicente Navarro, Federico Mares, Antonio Parera, Juario Borrell y Nicolás y Antonio Alsina para que en el plazo de cuarenta y cinco dies naturales, a partir de la notificación de estas bases, presentan un boceto en yeso de un grupo escultórico

Derogado el proyecto de Josep Puig i Cadafalch, el nuevo proyecto fue adjudicado a la Escuela de Arquitectura, dirigida por Francesc de Paula Nebot i Torrens. En medio del proceso dimitió de la realización de las obres en 1927, debido a que el consistorio había rechazado, su intención de situar un templete con columnata.

Estaba decorado con esculturas femeninas en la parte alta de la plaza, lo que provocó que en mayo de 1929 ocho de las dieciséis esculturas previstas para ese espacio finalmente no se colocasen, el resto se ubicaron en una terraza que sustituyó al templete. En último lugar, se aprobó la colocación de La diosa de Clarà, un encargo fuera del concurso.

Al certamen se presentaron 90 proyectos que tuvieron que pasar la criba de la selección.

LAS ESTATUAS

Se escogieron: la Sabiduría y el Trabajo de los hermanos Oslé que figuraría frente a las Ramblas; tres alegorías a las provincias catalanas (Barcelona, de Frederic Marès Deulovol; Gerona, de Antonio Parera Saurina; y Mujer y Lérida, de Joan Borrell i Nicolau), al no presentarse ninguna por la provincia de Tarragona se encargó fuera de concurso a Jaume Otero i Camps.

«La Diosa» de Clarà

Se seleccionaron 16 Estatuas de piedra, con obras de Josep Viladomat i Massanas “Mujer con niño y flautín”; Àngel Tarrach i Barrabia “La diosa”, instalada primero en la Plaza Cataluña y después en el Palacio Real de Pedralbes; Josep Clarà i Ayats, “Reposo”, medalla de honor en la Exposición Internacional; Josep Llimona i Bruguera, “Figura Femenina”; Enric Casanovas i Roy, “Figura Femenina”; Josep Dunyach i Sala, “Joven”; Vicenç Navarro Romero, “Maternidad”.

Se escoge a Dunyach, Navarro, Arnau y Gargallo; y 12 estatuas y altorrelieves para las hornacinas de la plaza, de los artistas Llimona, Navarro, Arnau, Tenas, Duran, Monjo, Gargallo, Alsina, Tarrach, Renart, Rebull y Soto. Sin embargo, por la notoria diferencia de estilo con el resto de la plaza, las obras de los cinco últimos fueron finalmente rechazadas en marzo de 1928, y sustituidas por otras de Monjo, Marès, Otero, Parera y Borrell.

La zona en la que más esculturas se colocaron fue en la terraza en el lado montaña que servía de techo a la nueva entrada de la estación subterránea, en el centro de las dos fuentes iluminadas. En esa zona se ubicaron ocho estatuas todas de piedra.

De cara a montaña: “La Maternidad”, de Vicenç Navarro Romero; “Joven”, de Josep Dunyach i Sala; “Pastor de la flauta”, de Pablo Gargallo; “Navegación”, de Eusebi Arnau i Mascort.

De cara al mar “El forjador”, de Josep Llimona i Bruguera; “Mujer con niño y flautín”, de Josep Viladomat i Massanas; “Figura femenina”, de Enric Casanovas i Roy; “Juventud”, de Josep Clarà i Ayats.

En esta misma terraza estuvo ubicada la fuente “Niños cabalgando peces”, de Frederic Marès Deulovol, que en 1961 el ayuntamiento decidió trasladarla, al cruce de Gran Vía y Rambla de Cataluña. nteriormente en ese lugar había sido inaugurado en 1888, en una pequeña isleta el monumento de Joan Güell i Ferrer, obra del arquitecto Joan Martorell y los escultores Rossend Nobas, Torquat Tasso, Eduard B. Alentorn, Maximí Sala y Francisco Pagés Serratosa, que había sido destruido en 1936.

El resto de esculturas, todas de bronce, se encuentran repartidas a lo largo de la balaustrada situada alrededor de la plaza. Están ubicadas en peanas y hornacinas situadas en pilares, obra de Antoni Agramunt Marsal, cuya construcción fue aprobada por el pleno del ayuntamiento el día 24 de enero de 1928 y publicado en la Vanguardia del día 25 en su página 8 y en conjuntos escultóricos en piedra.

La distribución del resto de las esculturas fue el siguiente:

«Sabiduría”, de Miquel Oslé

En el cruce del Paseo de Gracia y la Ronda de San Pedro, “Barcelona”, de Frederic Marès; “Montserrat”, de Eusebi Arnau; “Figura femenina”, de Josep Llimona; “Hércules” de Antoni Parera; “Mujer con Ángel”, de Vicenç Navarro; “Tarragona”, de Jaume Otero; “Fuente de los seis putti”, (Putti igual a: motivos ornamentales consistentes en figuras de niños, frecuentemente desnudos y alados), también de Jaume Otero, está orientada hacia el Portal del Ángel y es una fuente a tres niveles con una pequeña cascada; “Lérida”, de Joan Borrell; “Mujer con imagen de la Virgen”, de Enric Monjo; “El espíritu popular”, de Jaume Otero; “Pastor del águila”, de Pablo Gargallo; “Pomona”, de Enric Monjo; “Sabiduría”, de Miquel Oslé; “Trabajo”, de Llucià Oslé; “Emporion”, de Frederic Marès; “el Pescador”, de Josep Tenas; “Mujer”, de Joan Borrell; “Montseny”, de Jaume Duran; “Gerona”, de Antoni Parera.

Monumentp a Francesc Macià de Josep Maria Subirachs.

En el ángulo sureste de la plaza, frente a la Rambla de Canaletas, en el interior de un estanque bordeado por césped se colocó “La diosa” (también conocida como “Enigma”) de Josep Clarà, escultura realizada en mármol blanco, durante su estancia en Paris en 1909. Para preservarla de actos vandálicos y darle una mejor conservación, en 1982, se decidió trasladar el original al vestíbulo del ayuntamiento, colocando una copia en su lugar.

En 1991 en el mismo recinto se colocó el monumento a “Francesc Macià” de Josep María Subirachs, escultor que realizó la fachada de “La Pasión” de la Sagrada Familia.


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Hoy varias esculturas se encuentran esparcidas por diferentes lugares de la ciudad, especialmente en el Palacio de Pedralbes y en el Parque de la Ciudadela.

LAS POLÉMICAS ESTATUAS DE LA PLAZA CATALUÑA

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