La Pajarera, Barcelona

A finales del siglo XVIII, en el descampado en el que hoy está ubicada la Plaça Catalunya, se edificaron una serie de construcciones de palacetes particulares y también una serie de locales de diversión.

La ambigüedad de las autoridades por buscar una solución a dictaminar de una forma definitiva si las manzanas 39 – 40 serían consideradas zona edificable o por el contrario se convertiría el lugar en urbanizar en el lugar la tan deseada plaça Catalunya, abrió la puerta a que los más avispados intentaran instalarse en los terrenos.

ARTURO VILASECA MONTA SU CAFÉ EN 1888

Una de esas personas que tuvo la idea den montar una cafetería en el descampado, fue Arturo Vilaseca, descendiente de una familia dedicada al negocio de las cafeterías.

Debería intentar adelantarse, antes de que la competencia se percatase de las posibilidades del lugar. Se puso en contacto con Manuel Gibert i Sans, para que le cediese un trozo del terreno del jardín privado para inaugurar la primera cafetería en la zona. Los empresarios estaban como locos montando negocios para atraer a los turistas que llegasen a Barcelona para disfrutar de la Exposición Universal de 1888.

Construyó un local de forma circular con grandes cristaleras para que entrara la luz del día. El Gran Café del Siglo XIX popularmente conocido como “La Pajarera”, fue inaugurado el día 16 de mayo de 1888, cuatro días antes de la inauguración de la Exposición Universal.

Enseguida tuvo éxito gracias a su ubicación. Se convirtió en lugar de encuentros de la burguesía, de los intelectuales y de los artistas que acudían aquí a la salida de sus espectáculos.

Personajes tales como Domènech i Montaner, Armando Vives, y el mismísimo Doctor Robert era clientes habituales que aprovechaban el café para comentar los acontecimientos que pasaban en España. Solía pasar por el café D. Santiago Ramón y Cajal durante su estancia en Barcelona.

La decisión por parte del ayuntamiento de convertir el lugar en plaza pública provoco el cierre prematuro de la cafetería pese a que estaba cosechando un éxito continuo de público. 

La Pajarera, se vio obligada a cerrar el 22 de enero de 1895.

Ese día Arturo Vilaseca, realizó una serie de actos para despedirse de sus clientes en agradecimiento de la gran acogida que había tenido el local y como detalle especial y en recuerdo del local entrego a todos los clientes que aparecieron por el local, un programa de bolsillo en el que figuraba la fecha de inicio y cierre de la Gran Café del Siglo XIX.

LA PRIMERA CAFETERIA DE LA PLAZA CATALUÑA: «LA PAJARERA»

Navegación de la entrada