can Batllo, Barcelona

LOS BATLLÓ

La familia Batlló es una de las sagas empresariales más importantes de la historia de Barcelona. Con origen en Olot, los Batlló se trasladaron a la capital catalana en la primera mitad del siglo XIX para trabajar en el sector textil. En un principio, la familia estaba formada por cuatro hermanos: Josep, Pere, Joaquim y Francesc.

La familia Batlló también tuvo un papel destacado en la política y la sociedad catalana. Josep Batlló i Casanovas, el patriarca de la familia, fue alcalde de Barcelona entre 1888 y 1913. Durante su mandato, Batlló impulsó la transformación de la ciudad, convirtiendo a Barcelona en una de las capitales más modernas de Europa.

familia Batlló

Los Batlló continuaron siendo una familia influyente en Barcelona hasta el siglo XX. En 1954, la familia vendió la fábrica de Barcelona a Seguros Iberia. Sin embargo, la Casa Batlló sigue siendo un símbolo del legado de esta importante familia empresarial.

En 1858, los cuatro hermanos alquilaron una fábrica en Cornellà de Llobregat a Francisco Quer por un periodo de diez años.

1880 UNA FÁBRICA TEXTIL EN BARCELONA

Domenec B.

Pese al fallecimiento de dos de sus hermanos, Jacint y Domenec, Feliu y Joan Batlló no se desanimaron. Al contrario, decidieron continuar con el legado de su familia y ampliar su negocio textil.

En 1870, los dos hermanos adquirieron un terreno espectacular en el término municipal de Les Corts, que todavía no se había integrado a Barcelona conocido como «el Olivo Redonda».

Joan B.

Estaba ubicado en las hoy instalaciones de la Escuela industrial de la calle Urgell de Barcelona, una zona privilegiada del Ensanche, con excelentes comunicaciones y cerca del centro de la ciudad. Sabían que el Ensanche iba a ser una de las zonas más importantes de Barcelona y que su terreno tendría un gran valor. Por eso, decidieron invertir en su desarrollo.

En 1880, Josep Batlló, el hijo de Josep Batlló i Casanovas, inauguró una nueva fábrica en Barcelona, dedicada a la producción de hilados y tejidos de algodón.

Además de la fábrica, los hermanos Batlló también construyeron en el terreno otros edificios, como viviendas, oficinas y almacenes. Estos edificios contribuyeron a la urbanización del Ensanche y al desarrollo de la zona.

1868-1870 LA CONSTRUCCIÓN

La fábrica Can Batlló, ubicada en la calle Urgel de Barcelona, fue construida en los años 1870 por los hermanos Feliu y Joan Batlló. El proyecto de la fábrica fue encargado al arquitecto Alejandro Mary, pero algunos historiadores creen que contó con la colaboración del maestro de obras valenciano Rafael Guastavino.

La hipótesis se basa en el hecho de que las soluciones arquitectónicas utilizadas en Can Batlló son muy similares a las que Guastavino había patentado en Estados Unidos. Por ejemplo, la fábrica utiliza bóvedas de ladrillo plano, una técnica que Guastavino había perfeccionado en Nueva York.

Sin embargo, no hay pruebas concluyentes que corroboren esta hipótesis. Alejandro Mary siempre afirmó que el proyecto de Can Batlló era obra suya, y su firma figura en los planos de la fábrica. Lo que sí es seguro es que Guastavino proyectó la llamada «sala de los telares».

El proyecto, liderado por los hermanos Feliu y Joan Batlló, tenía como objetivo unificar la producción de las fábricas de Monistrol, Sitges y Tarragona, que cerraron definitivamente con la inauguración de la nueva planta.

La fábrica Batlló estaba preparada para competir con la España Industrial, la empresa textil más importante de la época. Contaba con 60.000 púas de hilar, 1.500 telares y 2.500 obreros. Estas cifras la convertían en una de las fábricas más modernas y productivas de España.

Sin embargo, los inicios de la fábrica no fueron los esperados por Josep Batlló Casanovas, hijo de Feliu Batlló y futuro alcalde de Barcelona. La competencia de la España Industrial era feroz, y la fábrica Batlló no pudo alcanzar los objetivos de producción previstos.

La Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX era una ciudad en plena expansión. La industria textil estaba en auge, y la ciudad se estaba convirtiendo en un importante centro económico y cultural. Sin embargo, este crecimiento se vio acompañado de una fuerte inestabilidad política y social.

LA CRISIS

En 1868, la Revolución Gloriosa derrocó a la monarquía borbónica y estableció un gobierno provisional. Este cambio de régimen trajo consigo un periodo de agitación social, que se vio agravado por la Guerra de Secesión estadounidense. La guerra, que enfrentó a los estados del norte y del sur de Estados Unidos, provocó un bloqueo de los puertos del sur, que eran los principales proveedores de algodón a Europa. Este bloqueo tuvo un impacto negativo en la industria textil catalana, que dependía del algodón estadounidense.

LAS HUELGAS

La inestabilidad política también afectó a las relaciones entre empresa y trabajadores. En 1871, la fábrica Batlló permaneció cerrada unos días por provocaciones de los trabajadores. La situación no se resolvió, y en 1873, tras fuertes rumores de despidos, se produjeron una serie de manifestaciones violentas que fueron reprimidas por la policía.

Estas manifestaciones fueron un reflejo de las tensiones sociales que existían en la ciudad. Los trabajadores, que vivían en condiciones precarias, estaban descontentos con sus condiciones laborales. Por su parte, los empresarios, que veían amenazados sus beneficios, se mostraban reacios a hacer concesiones.

En agosto de 1874, la fábrica Batlló suspendió el turno de noche, lo que significó una parada total de 600 telares. Los trabajadores propusieron que la empresa repartiera las horas de trabajo para evitar el despido de sus compañeros. Esta solución fue denegada por la familia Batlló, que denunció al capitán general del riesgo de fuertes disturbios en la fábrica. El capitán general respondió enviando un contingente militar a la fábrica para protegerla.

La presencia de las tropas militares en la fábrica provocó la indignación de los trabajadores, que iniciaron una huelga el 1 de septiembre de 1874. La huelga duró tres meses y fue una de las más importantes de la historia de la industria textil catalana.

Los hermanos Batlló respondieron a la huelga amenazando con darse de baja de la contribución industrial. Esta amenaza, que significaba que la empresa dejaría de pagar impuestos, fue un intento de presionar a los trabajadores para que abandonaran la huelga.

El enfrentamiento entre la empresa y los trabajadores se prolongó durante meses. Finalmente, la huelga terminó el 29 de noviembre de 1874, sin que se alcanzara un acuerdo.

1876 ESCISIÓN DE LA SOCIEDAD

En 1876, los hermanos Feliu y Joan Batlló decidieron escindir la sociedad que habían formado para construir la fábrica de la calle Urgel. La razón de esta decisión fue la discrepancia entre los dos hermanos sobre el futuro de la empresa. Feliu, que era el mayor de los dos, quería traspasar el negocio a sus hijos, Josep y Francesc. Joan, por su parte, quería iniciar un nuevo negocio alejado de los conflictos que había vivido en la fábrica de la calle Urgel.

1878 BATLLÓ Y BATLLÓ

La muerte de Feliu en 1878 supuso un nuevo cambio para la empresa. Sus hijos, Josep y Francesc, se hicieron cargo del negocio y cambiaron la denominación de la empresa a «Batlló y Batlló».

En 1889, la empresa sufrió un duro golpe cuando una bomba explotó en sus oficinas de la Rambla de Catalunya. La explosión provocó la muerte de un ordenanza y causó graves daños en el edificio. El suceso tuvo un impacto negativo en la empresa, que decidió cerrar la fábrica de la calle Urgel.

Enric Batlló i Batlló, hijo de Feliu, decidió vender la maquinaria de la fábrica de la calle Urgel. También intentó vender el recinto fabril, pero no encontró comprador.

Fueron muchos los proyectos que se presentaron para conservar el complejo industrial. Algunos proponían convertirlo en un museo, otros en un centro cultural y otros en un parque. Sin embargo, ninguno de estos proyectos llegó a materializarse.

1906 EL PATRONATO DE LA ESCUELA INDUSTRIAL COMPRA LA FÁBRICA

El 21 de noviembre de 1906, el Patronato de la Escuela Industrial adquirió finalmente la fábrica de Can Batlló. El Patronato era una institución privada que se encargaba de la educación técnica en Cataluña.

1910 CESIÓN A LA DIPUTACIÓN DE BARCELONA

En 1910, el Patronato firmó la cesión de una extensión de terreno de 12.276 m² a la Diputación de Barcelona. La Diputación era la institución pública encargada de la educación en Cataluña.

ESCUELA INDUSTRIAL DE BARCELONA

Desde entonces, el recinto de Can Batlló ha sufrido una serie ininterrumpida de reformas y ampliaciones. Estas obras han transformado la antigua fábrica en el espectacular conjunto de edificaciones que hoy alberga la Escuela Industrial de Barcelona.


 

Si le ha gustado la web La Barcelona de antes. Puede seguirme en La Vanguardia en Autores

Y si desea conocer más sobre Barcelona en: 

Barcelona Memory en la web y en You Tube

Barcelofilia

Barcelona ahora y siempre

Tranvia 48

Rails y Ferradures

El ultimo viaje a Icaria

Memoria dels barris

LA FÁBRICA TEXTIL DE LOS BATLLÓ

Navegación de la entrada


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *