fuente de Hércules, Barcelona.

El origen de la Fuente de Hércules se sitúa en el final del siglo XVIII y principios del siglo XIX, cuando el ayuntamiento la mando construir con motivo de los trabajos realizados para subsanar el déficit que tenía la ciudad en el abastecimiento de agua.

Fue construida frente a la antigua fortaleza militar de la Ciudadela, en el antiguo Paseo de la Explanada que en la actualidad correspondería con la actual calle Comercio.

Paseo de la Explanada

La idea de construir el paseo fue obra del entonces Capitán General de Cataluña en propiedad, el 6 de abril de 1797, del Ejército y Principado de Cataluña, con mando político y militar y Presidente de la Audiencia Agustín de Lancaster i Araciel y duque de Lancester el 18 de julio de 1798.

Jardín del General

Agustín de Lancaster conocedor del ahogo que representaba para la población, al salir a pasear por esa son de la ciudad la fortaleza de la Ciudadela, decidió crear entre esta y las primeras casas del barrio de Ribera una zona que diera una sensación más amable a los vecinos cuando debían acercarse a pasear fuera de la estrechez del interior de la ciudad.

1797 INAUGURADA EN EL PASEO DE LA EXPLANADA

La primera piedra se colocó el 28 de agosto de 1797, las obras duraron cinco años. En septiembre de 1802, el rey Carlos IV, la reina consorte, María Luisa de Borbón-Parma y toda la corte, incluyendo el primer ministro, Manuel Godoy, viajaron a Barcelona para presidir su inauguración.

A lo largo del Paseo de la Explanada, además de la fuente de Hércules, se instalaron tres fuentes más, que fueron dedicadas a personajes mitológicos (fuentes que desaparecieron con los trabajos de urbanización del parque de la Ciudadela). La primera estaba dedicada a Fortis, luchando con un tritón; la segunda mostraba a Nereida cabalgando sobre un delfín y la tercera a Aretusa, una ninfa de la diosa Diana.

fuente de Aretusa

En 1816 junto al paseo, se instaló el Jardín del General, que fue el primer jardín público de la ciudad. En su recorrido había varias fuentes, de las que destacaban las de Ceres, de Medicina y de Fidelidad, así como un surtidor circular con barandilla de hierro en la plaza central, que contenía una estatua de una sirena.

La visita real de Isabel II fue una fiesta que se prolongó durante varios días con una infinidad de actos y celebraciones. Para conmemorar el evento, el consistorio mando realizar un medallón de mármol con la esfinge de los reyes, que fue colocado en un frontal el pedestal de la fuente de Hércules.

En 1877, tras la cesión a la ciudad de la fortaleza militar y las obras de urbanización del Parque de la Ciudadela, todo fue desapareciendo, tan solo quedo la Fuente de Hércules que quedo encuadrada dentro del conjunto del Palacio de las Bellas Artes construido con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1888.

Con motivo de la exposición de 1888 el paseo comenzó a re urbanizarse por lo que se decidió construir en los terrenos cercanos a la fuente de Hércules, el Palacio de las Bellas Artes, lugar en el que se celebrarían los actos principales del evento.

Palacio de Bellas Artes, 1888

Para la construcción del Palacio de las Bellas Artes, se contrató al arquitecto August Font i Carreras, que entre otras obras fue el constructor de la plaza de toros Las Arenas el cual salvo la fuente de la piqueta y que después de algunos retoques en el perímetro de la base fue adaptada su estructura a los jardines del pabellón.

1929 TRASLADO AL PASEO SAN JUAN

En diciembre de 1929, siendo alcalde Darius Romeu i Freixa, “Barón de Viver”, se tomó la decisión de trasladar la fuente a la confluencia del Paseo de San Juan con la calle Córcega donde se encuentra desde entonces. La fuente ha tenido varias restauraciones que hasta la actual no fueron del agrado de los vecinos.

1929 traslado de la fuente al paseo San Juan.

Su principal valor consiste en ser la fuente ornamental más antigua de Barcelona, ya que para muchos historiadores del arte se trata de una obra un poco mediocre, aunque Salvador Gurri fuera un escultor muy cotizado, además de miembro ilustre de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

En la actualidad el medallón con la imagen de Carlos IV y la reina María Luisa de Borbón-Parma, ha sido desfigurada con un objeto duro y no se distinguen las caras, la falta de cultura de unos pocos destrozan las obras de otros. También ha desaparecido la placa que narraba la historia del antiguo Paseo de la Explanada.


Si le ha gustado la web La Barcelona de antes. Puede seguirme en La Vanguardia en Autores

Y si desea conocer más sobre Barcelona en: 

Barcelona Memory en la web y en You Tube

Barcelofilia

Barcelona ahora y siempre

Tranvia 48

Rails y Ferradures

El ultimo viaje a Icaria

Memoria dels barris

LA FUENTE DE HÉRCULES

Navegación de la entrada