LA GRAN EMPRESA TEXTIL
Antoni Muntadas i Campeny (natural de Igualada), el menor de siete hermanos de una familia propietaria de varias empresas de hilaturas en Barcelona, entre ellas una que funcionaba a Vapor en la calle Riereta, su buen funcionamiento le llevo a poseer una cantidad de depósitos bancarios que se propuso invertir.
Aprovecho un momento de la gran demanda de los artículos textiles españoles y la política proteccionista del momento y para aprovechando las amistades que tenía en los círculos Liberales y Progresistas que el director de su empresa tenía en Madrid, fundar el 28 de enero de 1847, la primera Sociedad Anónima Fabril y Mercantil de España, conocida como “La España Industrial”, nombrando director a su hermano Isidro.
Un año antes había fundado las dos primeras empresas textiles españolas que utilizaron las máquinas de vapor “La Industrial Malagueña” propiedad de la familia Larios y Herrera y en la Villa de Sans a extramuros de Barcelona “El Vapor Vell” propiedad de Güell, Ramis y Compañía, que estaba presidida por Joan Güell i Ferrer.
EL VAPOR NOU DE SANTS
En 1851, la España Industrial se trasladó a Barcelona debido a los problemas económicos que desde 1848 afectaron a los accionistas de la capital, estableciéndose en unos terrenos adquiridos en 1847 junto a la Riera de Magoria, en los locales que todos conocemos y que ahora están dedicados al ocio, deporte y cultura.
La competencia que había entonces con la fábrica de Güell i Ferrer, hizo que durante algún tiempo entre los habitantes de Sans la nueva fábrica fuera conocida como “El Vapor Nou”.
La maquinaria fue importada desde Gran Bretaña y Alsacia lugares que entonces estaban en la avanzadilla en los temas textiles. La construcción de la nueva fábrica fue rápida y en 1853, la fábrica se encontraba ya en pleno funcionamiento.
Fue tan grande la progresión que alcanzo en 1880, la inigualable cifra de 2.500 trabajadores, algo inaudito en aquellas fechas, en la villa de Sans.
El desarrollo industrial de la empresa transformo por completo la villa de Sans, la cual todavía no había sido anexionada a Barcelona, pasando de 2.300 habitantes en 1840 a 30.000 en 1887.
Desde su comienzo la fábrica adquirió un prestigio importante, no solo por sus fabricados tanto por la calidad de sus telas, como la del papel de encuadernar.
La España Industrial, también destacaba por su actuación social con los trabajadores, habiendo montado un comedor social, una guardería para las mujeres trabajadoras y unas instalaciones deportivas, que comprendían incluso un campo de Futbol.
En 1909 Alfonso XIII nombro a Matías Muntadas i Rovira, conde de Santa María de Muntadas, por el gran desarrollo de toda su familia en el engrandecimiento del municipio.
En 1934 Matías Muntadas fundo el equipo C.D: España Industrial que durante unos años fue el filial del Futbol Club Barcelona. Posteriormente se convirtió en C. D. Condal.
Los resultados conseguidos por el equipo le llevaron hasta segunda división y en dos ocasiones adquirió el derecho de jugar los play-off de subir a primera, que consiguió la temporada 1956.
La aventura fracasó y volvió otra vez a segunda división donde estuvo cuatro temporadas, pasando a jugar en tercera, en 1970 se fusiono con el Atlético de Cataluña que era filial del Barcelona y formaron el actual Barcelona B.
En 1936 como muchas otras la empresa fue requisada por las fuerzas republicanas, que quedaron al mando de la fábrica, una vez acabada la contienda la España Industrial volvió otra vez a la familia.
1969 TRASLADO DE LA FÁBRICA A MOLLET
Las nuevas tendencias textiles hicieron que la fábrica cerrase en 1969. En 1972 la empresa se trasladó a Mollet del Valles y el solar fue adquirido por el ayuntamiento que construyó junto a la Estación de Sants, el Parque de la España Industrial.
1981 CIERRE DE LA EMPRESA
Los cambios sufridos por el sector textil hicieron que la empresa cerrase tras largos problemas en 1981.
Posiblemente en otros artículos pero en especial en este hablan observado que en el me he referido tanto a “Sans” o “Sants”, algunos habrán pensado a un descuido de la “t”, no es un fallo, el problema viene de lejos.
Antiguamente se escribía “Sants”, posteriormente posiblemente debido a la castellanización de la dictadura, se convirtió en “Sans” y en la actualidad se vuelve a usar el primitivo “Sants”.
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