La Avenida de la Luz fue la primera galería comercial subterránea construida en Europa. Aunque su inauguración fue en 1940, la galería ya existía desde 1929.
UN ESPACIO CREADO DURANTE LAS OBRAS DE LA ESTACION SUBTERRANEA DE LOS FERROCARRILES DE SARRIÀ
Se levantó para la construcción de la estación subterránea de los ferrocarriles de Sarriá, que se inauguró en 1929 con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona. El túnel subterráneo se utilizó para transportar los materiales de construcción sin tener que recurrir a la superficie, ya que en ese momento la ciudad estaba experimentando un gran movimiento de obras.
Una vez finalizada la exposición, el túnel quedó abandonado. No fue hasta después de la Guerra Civil española que el ex cónsul en Tailandia Jaume Sabaté i Quixal tuvo la idea de acondicionarlo y convertirlo en una galería comercial. Sabaté i Quixal, que era afín al régimen franquista, conocía la galería y sus dimensiones, por lo que consideró que era un lugar ideal para este nuevo uso.
1940 INAUGURADA COMO GALERIA COMERCIAL
Era una galería comercial subterránea construida en el subsuelo de la manzana que iba desde Pelayo, Plaza Cataluña, hasta la calle Vergara con Balmes, anexa al vestíbulo de la estación de Plaza de Catalunya del primitivo Ferrocarril de Sarriá, actual Ferrocarril de la Generalitat, FGC.
La avenida fue inaugurada el 28 de julio de 1940 y estuvo abierta al público entre 1940 y 1990. Tenía una longitud de 175 metros y una anchura de 10 metros. Contaba inicialmente con sesenta y ocho establecimientos, que daban un servicio a los barceloneses que se acercaban a visitarlos.
En la Avenida de la Luz se instalaron servicios de todo tipo, desde tiendas y restaurantes hasta un pequeño estudio de radio de Radio Nacional de España, inaugurado en 1943.
EL EXITO DE LA AVENIDA DE LA LUZ
El 1 de enero de 1943, Pedro Balañá, empresario dedicado al mundo del toro y del espectáculo, inauguró el cine Avenida de la Luz, proyectando un programa homenaje dedicado a Walt Disney, con la proyección especial de «El pequeño lord» y cinco dibujos más.
La inauguración del cine fue un gran éxito, y la Avenida de la Luz se convirtió en un lugar de visita obligada para los barceloneses. En su apogeo, la galería llegó a ser visitada por hasta 60.000 personas diarias.
El éxito de la Avenida de la Luz fue tal que se planteó la posibilidad de ampliarla hasta la Plaza Urquinaona y cambiarle el nombre por el de «Ciudad Subterránea de la Luz». El gobierno de Madrid aprobó un decreto en 1953 autorizando las obras, pero por diferentes motivos, entre ellos el económico, la prolongación nunca se llevó a cabo.
EL DECLIVE
La Vanguardia, periódico que durante muchos años fue el diario que más anuncios insertaba en sus páginas, instaló al poco tiempo una oficina para la publicación de anuncios en uno de los locales de la Avenida.
Sin embargo, la euforia del principio y la falta de continuidad en la prolongación del proyecto motivaron una desidia de sus gestores. Poco a poco, la galería fue languideciendo en el apartado publicitario, debido a la falta de renovaciones.
Aunque en dos ocasiones se habló de rehabilitar el espacio, la puesta en marcha del proyecto del «Triangle», hizo que la Avenida de la Luz se cerrara definitivamente el 21 de mayo de 1990.
EL FINAL DE LA AVENIDA DE LA LUZ
En 1998 se abrió «El Triangle«, un centro comercial que ocupó toda la manzana. Una parte de la desaparecida Avenida de la Luz fue aprovechada por una importante empresa de perfumería, que después de su restauración sigue presumiendo de las antiguas columnas construidas para su inauguración.
Entre los establecimientos que tuvieron sus puertas abiertas al público y que han quedado en el recuerdo se encontraban:
- El cine Avenida de la Luz
- El bar La Granja, conocido popularmente como el bar de los donuts
- El Bazar Orozar (Bazar de oro)
- La Bombonería Catalunya
- La Armería Beristain, anteriormente el local estuvo ocupado por Deportes Martín.
Además de los establecimientos mencionados anteriormente, la Avenida de la Luz también albergó una serie de otros establecimientos, entre los que se encontraban:
- Los Vinos de Montroy-Pedro Masana, que tenía un característico muñeco vestido de baturríco que escanciaba de forma continuada un chorro de vino tinto dulce que se servía con unos barquillos.
- Las dos tiendas de máquinas de coser Singer y Refrey, que eran muy populares en la época.
- La Tienda de caricaturas del artista BON, que ofrecía caricaturas personalizadas a sus clientes.
- Una tienda de lápidas de cementerio, que era un establecimiento inusual pero que reflejaba el carácter ecléctico de la galería.
- Una tienda de duplicado de llaves, que era un servicio práctico para los clientes de la galería.
- La agencia CCC -centro de estudios por correspondencia-, que ofrecía cursos de formación a distancia.
- Un local consigna de maletas, que era útil para los viajeros que visitaban la ciudad.
- Una lavandería, que era una necesidad para los residentes de la zona.
- Los clásicos servicios de Lavabos y Duchas, que eran un servicio básico para los clientes de la galería.
EL VIDEO DE LOQUILLO
El cantante Loquillo rodó un videoclip en la Avenida de la Luz en 1984, para su canción «¿Dónde estabas tú en el 77?». El videoclip muestra a Loquillo y su banda paseando por la galería, que en ese momento estaba en decadencia.
SEPHORA
En la actualidad, parte del pasillo subterráneo de la Avenida de la Luz está ocupado por la marca de cosméticos francesa Sephora. Sin embargo, todavía se pueden ver las características columnas, ahora pintadas de blanco y negro.
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