pabellones femeninos del hospital de Sant Pau, Barcelona

Sin duda alguna pese a que al Hospital se le reconoce por la imagen de la fachada del edificio de administración, el Hospital de San Pablo, en principio tiene los ocho Pabellones realizados por Domènech i Montaner: los dos de observación y el Pabellón de Cirugía que no tienen nada que envidiar al edificio insignia del recinto.

LOS PABELLONES DE OBSERVACIÓN

En principio empezare con los dos pequeños pabellones de Observación, que estaban situados a la salida del edificio de Administración, dos edificios de pequeñas proporciones, que podríamos comparar a los departamentos de urgencias de los hospitales actuales:

  • Santa Apolonia (mujeres)
  • San Jordi (hombres) 

Su construcción comenzó en marzo de 1905, y concluyó en diciembre de 1912. Su misión consistía en observar a los enfermos que llegaban y derivarlos los diferentes pabellones y si intuían que eran portadores de algún tipo de enfermedad contagiosa, ingresarlos en una pequeña sala para ser observados por especialistas.

Posteriormente el recinto habilito una departamento de Urgencias, el primer servicio de este tipo de España, con entrada directa por la Avenida de San Antonio María Claret, con tal motivo entre 1956 y 1957, los edificios fueron utilizados por otras servicios, sufriendo varios cambios tanto exteriores como interiores

El edificio constaba de cuatro habitaciones individuales a las que se accedía por una galería abierta, una habitación para ser utilizada por una la hermana hospitalaria, cocina, baño y cuarto para los servicios de limpieza.

Al salir de estos pabellones de observación se encontraban seis pabellones con un mismo diseño interior y con un diseño exterior completamente diferente. Domènech i Montaner, para distinguirlos, quiso dar un toque de originalidad, a cada de ellos para distinguillos entre sí.

La primera señal de identidad que realizo para distinguirlos, fue colocar sobre la puerta una hornacina, en la que situaría la imagen del santo o la santa a quien se dedicaría el pabellón.

El interior estaría compuesto de dos pisos. La planta baja que quedaba convertida en un sami-sótano, por el desnivel del terreno, acogería los servicios del pabellón: el laboratorio y los servicios de calefacción y ventilación y la puerta de salida que permitía la comunicación con el resto de pabellones, por los túneles realizados

En el piso principal se encontraba el vestíbulo en un lado el despacho del médico la torre del agua y en él una la sala de día y los baños, enfrente una sala larga de enfermería con capacidad para 28 camas y al final una puerta con una sala separaba a los enfermos en estado de aislamiento.

EL PABELLÓN DE LA PURÍSIMA.

La Purísima fue el primer Pabellón femenino.  Estaba dedicado a las enfermedades de las mujeres. La decoración exterior fue obra Eusebi Arnau.

pabellón de la Purísima.

En la entrada principal situó una hornacina, con la imagen de la Purísima, que estaba flanqueada por dos ángeles, en la entrada posterior lucía una imagen de Santa Margarita.

Otra diferencia que Domènech i Montaner, realizo en todos los pabellones fue la de realizar una cubierta diferente para cada uno de ellos, así como toda la decoración escultórica.

La cúpula de la rotonda tenía cruces de Malta y en las barandillas de la azotea se situaron una sucesión de letras “G” en agradecimiento a Pau Gil, obra Eusebi Arnau.

PABELLÓN DE LA VIRGEN DEL CARMEN

La Virgen del Carmen fue el segundo pabellón, dedicado a la medicina general.

Las cubiertas del edificio individualizadas, ofrecen en la cúpula de la rotonda, 11 nervaduras radiales que arrancan del centro a un nivel superior que el resto de la cubierta. En la decoración escultórica, destacan en la puerta principal la imagen de la Virgen del Carmen, y en la puerta posterior la de Santa Teresa, obra de Eusebi Arnau.

pabellón de la Virgen del Carmen

PABELLÓN DE LA MERCÈ

La Virgen de la Mercè fue el tercer pabellón dedicado por entero a la ginecología.

Este pabellón mostraba una serie de diferencias con su pabellón gemelo de San Rafael, especialmente en la forma y la decoración de la cúpula de la rotonda, ya que el perfil de la curvatura arrancaba de un nivel más bajo, lo que hacía que los pináculos que le rodeaban, resultaran un poco más altos que los del resto de los pabellones.

En la azotea destacaban las “G” de las barandillas y los mosaicos de la torre de aguas, este cambio en la altura de los pináculos, daba una anchura mayor a los mismos, que Domènech i Montaner aprovecho para decorarlos con medallones de piedra en los que inserto trifolios de mosaico azul.

Las hornacinas del pabellón realizadas como siempre Eusebi Arnau, acogían en la puerta principal la imagen de la Virgen de la Mercè y en la en la fachada trasera la de Santa Anna. Con el tiempo, este pabellón, ha resultado uno de los que ha tenido más problemas de adaptación o conservación.

pabellón de La Mercè

En la década de los 70 y 80, se instaló un nuevo servicio de obstetricia, obra realizada por los arquitectos V. Argentino Salvado, A. González y José Luis González. Este trabajo supuso para sus realizadores los premios del Jurado y la Opinión FAD ’79 y el Premio Internacional FORMICA 1981, como merito por los trabajos de su interior.

En 1981, se realizó el acondicionamiento de su ajardinamiento y en la década del 2000, fue necesaria una intervención más importante, para poder reparar la cúpula del edificio, para ello se necesitó, la colocación de varios andamios para poder realizar su reparación.

PABELLÓN DE LA VIRGEN DE MONTSERRAT

El Pabellón de la Virgen de Montserrat, fue el cuarto y último pabellón, dedicado a cirugía de la mujer. En este pabellón Domènech i Montaner, decidió darle un piso más de altura, aunque en todo momento conservando la estructura de los pabellones anteriores, con la diferencia de reproducir la distribución de la planta baja. En la cubierta, coloco tejas de colores. La cúpula de la rotonda, la hizo más alta con un perfil en forma de huevo y el tejado de la Torre de Agua, lo realizó con escamas con forma cóncava, para darle mayor esbeltez.

pabellón de la Virgen de Montserrat

Como era lógico Eusebi Arnau, coloco la imagen de la Virgen de Montserrat en el balcón que había sobre la entrada principal, y la de Santa Rosa de Lima bajo un dosel de la fachada posterior. Con posterioridad se le añadió en la azotea de la fachada principal un elemento cilíndrico.


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