La historia del Teatro Condal en la antigua calle del Marqués del Duero 93-95, empieza en 1904, en el mismo momento que acaba la historia de su antecesor el Gran Teatro Onofri.
LA FAMILIA ONOFRI
Los Onofri, titulares del teatro que desaparecía en aquel momento, fueron una familia italo-marsellesa que había llegado a Barcelona contratados por el Circo Ecuestre de la Plaza Catalunya como La Troupe Onofri.
Presentaban un espectáculo cómico-mímico. La familia estaba compuesta por el padre y siete hijos, cuyos nombres reales estaban sumidos en el anonimato, ya que se presentaban en escena con nombres mitológicos: el padre Temístocles, los hijos Otello, Aquile, Poliuto, Telémaco y Orestes y las hijas Andrómaca y Argia.
El éxito de la troupe Onofri fue tan espectacular que el primer empresario que los había traído a España, Manuel Suñer i Sucarrats, les propuso construir un teatro con su nombre en el Paralelo para que actuaran ellos solos, sin necesidad de ir cambiando de local.
1903 EL GRAN TEATRO ONOFRI
El teatro fue construido en la esquina de las calles Tapioles y Marqués del Duero por Andreu Audet i Puig, arquitecto especialista en locales de espectáculos. El teatro era moderno y tenía una capacidad de 580 butacas en la platea y 32 palcos en los laterales muy discretos. El escenario era de 20 metros de profundidad y 23 de ancho, diseñado para que los Onofri pudieran desarrollar sus diferentes números.
El teatro se inauguró el 7 de mayo de 1903 con la presentación de la gran pantomima de los Onofri titulada ¿Inocente??. El espectáculo fue un éxito, pero pronto se hizo evidente que no era lo mismo llenar un local pequeño donde los artistas actuaban a pie de pista con un público participativo, que un local grande con una capacidad para 3.000 espectadores, que debían permanecer callados durante toda la función.
Manuel Suñer, el empresario del teatro, estaba atento al descenso de la entrada de espectadores y pronto tomó medidas para mantener el local en funcionamiento. Aprovechó la época convulsa para organizar mítines y asambleas obreras, así como otros tipos de espectáculos. A principios de julio de 1903, organizó una serie de conciertos realizados por el Orfeo Catalá, dirigidos por su director Lluís Millet. El 3 de julio, La Vanguardia publicó en su edición de la tarde un comentario del segundo concierto del Orfeo Catalá.
El Teatro Onofri, además de ser el escenario de la compañía de mimos, también se utilizó para organizar mítines y asambleas obreras.
En aquellos tiempos convulsos, era habitual que se celebraran este tipo de actos en locales de este tipo.
Los Onofri pronto se dieron cuenta de que no era lo mismo trabajar en una pista con un público cercano que tener a los espectadores a una cierta distancia. Además, el mimo empezaba a entrar en decadencia, lo que provocó la ruptura entre Suñer y los Onofri.
Los Onofri se despidieron del teatro con un programa especial los días 11, 12 y 13 de junio de 1904. La representación del día 11 se anunció en La Vanguardia y los beneficios de la función se destinaron a los hermanos Onofri. Tras la función del domingo la familia de artistas desapareció de la escena española.
Los Onofri habían dejado el teatro, pero éste no se resignó a su cierre.
El día 18 de junio, el teatro abrió sus puertas para celebrar un festival organizado por la sociedad «Fraternitat Republicana del Poble-Sec», dedicado a los vecinos del barrio.
1904 NACE EL GRAN TEATRO CONDAL
El 22 de junio, tan solo 10 días después, el local abrió nuevamente sus puertas como el Gran Teatro Condal, después de una pequeña adaptación. Pero eso ya es otra historia.
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