PALAU DE LA VIRREINA DE LA RAMBLA. BARCELONA

El Palacio de la Virreina, fue uno de los primeros edificios construidos en las Ramblas. Su propietario era Manuel de Amat i Junyent, Marqués de Castellbell (título heredado de su padre). Fue en 1755, Gobernador y Presidente de la Real Audiencia de Chile y Virrey del Perú desde 1761.

Conocedor de su posible regreso a Barcelona, mando construir en 1772 un palacete para que estuviera construido en su futuro regreso a España.

En la zona del Raval se habían desamortizado varios conventos, algunos de ellos completamente destrozados, tras la quema que sufrieron dichos edificios en 1835. Se empezó a dar forma a un futuro paseo que nacería en la Plaza de Catalunya y siguiendo el antiguo cauce de la riera d’en Malla, llegaría hasta las marismas que existían en la playa, en la actual Puerta de la Paz.

En el espacio liberado por la desaparición de los conventos se construyeron varios equipamientos y espacios públicos para la ciudad que aún existen en la actualidad, el Liceo, edificio del desaparecido Principal Palacio, la Boquería, la Plaza del Teatro y la plaza Real.

Manuel de Amat, había adquirido un solar en el espacio desamortizado que se había formado al derribar la segunda muralla, después del desvío la riera d’en Malla por la calle Caspe.

Manuel de Amat i Junyent, convencido de que el solar por el escogido estaba en el lugar perfecto para vivir a su regreso a España, adquirió un terreno en lo que posteriormente se convertiría en la Rambla de San José, conocida también como Rambla de las Flores.

Amat i Junyent, con su carácter prepotente decidió en todo momento la construcción de su palacete cuando todavía no se había llegado a un acuerdo final sobre la anchura definitiva del paseo, y en 1770, empezó a construir su palacio. Fue diseñado por Josep Ribes en un estilo barroco francés, con la supervisión de Manuel de Amat, que en todo momento decidió el diseño de los interiores del mismo.

Este carácter prepotente que imponía en sus decisiones, le llevo a errores garrafales que según decían habían sido la causa de su cese en los cargos ocupados en los diversos países iberoamericanos.

El palacete fue construido por el maestro de obras Josep Ausich i Mir, con la colaboración de Carles Grau y el escultor Francesc Serra.

EL PALACIO

La fachada está dividida en cinco cuerpos separados por columnas jónicas de doble altura con sillares enmarcados y tres puertas. La central con una decoración más importante continuada por los dos balcones centrales construidos sobre ella, que le dan la altura de los dos pisos. La fachada finalizaba con el cerramiento del edificio por una cornisa de piedra de grandes proporciones adornada con jarrones.

Una vez pasado el vestíbulo nos encontrábamos con un gran patio, del que parte una escalera con arcos y barandilla de hierro, que nos lleva al piso principal, en el que se construyó un gran comedor, que estaba decorado con relieves de yeso y plafones pintados. El techo estaba decorado con doce plafones de yeso que representaban los doce meses del año. Aunque su construcción duro seis años, no fue hasta 1778, que se dieron por finalizadas las obras.

La reurbanización de la anchura de la Rambla y la autorización anterior a dicho cambio en la anchura del paseo, unido a la precipitación por parte de i Junyent en iniciar la construcción del palacete fueron la causa del retroceso del edificio en relación con el resto de los demás edificios de la Rambla.

Para solventar el error del desplazamiento de la fachada, el ayuntamiento autorizó a Manuel de Amat a realizar una plazoleta delante del edificio.

Tras haber sido cesado en su cargo regreso soltero a Barcelona en 1776 cuando la casa estaba a medio construir. Había dejado en América un hijo que había tenido, con la artista peruana María Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza (conocida en el mundo artístico como La Perricholi).

En Barcelona se casó por poderes con Francesca de Fiveller i de Bru en 1779, ya que el día de la boda Manuel de Amat se encontraba en Madrid.

Murió el 14 de febrero de en 1782 dejando como herederos a su esposa a su sobrino Antonio Amat Rocabertí y su hijo Manuel Amat y León (que había tenido con la condesa de Castilla, doña Josefa de León).

El heredero del título fue su sobrino, mientras el hijo con la condesa de Castilla heredó gran cantidad de dinero, tierras y joyas. El hijo que tuvo con Micaela Villegas no tuvo ningún derecho.

La viuda residió en el palacio hasta 1791. Este es el motivo por el que el palacete, adoptase el sobrenombre de Palacio de la Virreina.

A partir de 1910, en el lado izquierdo a la entrada se instalaron unas casetas de madera en las que unos escribientes se dedicaban a leer y escribir cartas y documentos a aquellas personas que no sabían leer ni escribir.

En 1954, las casetas quedaron destrozadas a causa de un incendio provocado, esto sirvió para que desaparecieran y fueran trasladadas.

En la actualidad, es propiedad del Ayuntamiento, el cual ha convertido el edificio en la sede del área de cultura. Las dependencias y el patio sirven de marco de continuas exposiciones. Una sala interior ofrece una exposición permanente de los Gigantes de Barcelona.


Si le ha gustado la web La Barcelona de antes Puede seguirme en La Vanguardia en Autores

Y si desea conocer más sobre Barcelona en:

EL PALACIO DE LA VIRREINA DE LA RAMBLA

Navegación de la entrada


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *