mercat del ninot

El Mercado del Ninot, uno de los mercados más emblemáticos de Barcelona, tiene su origen en un mercadillo al aire libre que se celebraba en el municipio de Sans, cercano a la ciudad. El mercadillo, conocido como Mercat l’Avenir, un lugar popular para los barceloneses que buscaban productos frescos y de calidad.

En 1929, con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona decidió trasladar el mercadillo al centro de la ciudad. El nuevo mercado, ubicado en la plaza de la Sagrada Familia, se construyó en un estilo novecentista y recibió el nombre de Mercado del Ninot.

área del mercat del Ninot

LA LEYENDA DEL «NINOT»

El nombre del mercado no ha quedado suficientemente documentado. Según la leyenda local, durante la construcción del mercado, un obrero encontró una figura de un niño en el lugar donde se iba a levantar el edificio. La figura se conservó y se colocó en la fachada del mercado, convirtiéndose en su símbolo.

Otra teoría rebate ese origen: En el número 6 de la calle Valencia, en el barrio de Sants, se encontraba una taberna propiedad de Juan Clapés. Clapés abrió la bodega en 1880, y pronto se convirtió en un lugar popular entre los compradores del mercado de Sans. Para atraer más clientela, Clapés colocó en la puerta de la bodega un muñeco de proa de un barco que se estaba desguazando en el puerto. El muñeco, conocido como Ninot, era de madera y representaba a un niño con un sombrero de marinero.

La leyenda cuenta que Clapés encontró el muñeco en el puerto y lo compró por poco dinero. Otra versión dice que el muñeco era propiedad de la hija de Clapés, que lo había recibido de su prometido, un marinero. Sea como fuere, el muñeco de proa se convirtió en un símbolo del mercado. Los compradores se citaban en la taberna de Clapés para ir a comprar, y pronto el lugar pasó a llamarse Mercado del Ninot. En la actualidad, el muñeco del Ninot se encuentra en el Museo Marítimo de Barcelona. Es una pieza de gran valor histórico, y un símbolo del pasado y presente del Mercado del Ninot.

TODO EMPEZÓ POR UN PROBLEMA CON LOS BUROTS

A finales del siglo XIX, Barcelona contaba en todas las entradas a la muralla unos edificios llamados «fielatos» (burots en catalán), que eran una especie de aduanas municipales.

Por los fielatos tenían que pasar todas aquellas personas que pretendían entrar productos a la ciudad para vender en el interior. En el fielato, los productos eran inspeccionados por funcionarios aduaneros, que determinaban el valor de los mismos y cobraban un arancel o impuesto de entrada. Era una forma de controlar el comercio y la economía de la ciudad. También eran una fuente de ingresos para el Ayuntamiento de Barcelona.

burot en Sants 1933

Los comerciantes y agricultores de los municipios cercanos, como Sans, debían pagar un arancel o impuesto de entrada para poder vender sus productos en la ciudad. Para evitarlo, aprovecharon unos terrenos libres sin urbanizar que había en la manzana de Casanovas, Villarroel y Mallorca Provenza para realizar un mercadillo al aire libre. El mercadillo, conocido como Mercat l’Avenir, se inauguró en 1892 y pronto se convirtió en un lugar popular para los barceloneses que buscaban productos frescos y de calidad.

Los trabajadores de la fábrica de Can Batlló, ubicada en el barrio de Sants, eran un cliente habitual del mercadillo. Los sábados, cuando salían del trabajo con su salario semanal, compraban sus productos mucho más baratos al poder vender sus mercancías libres de los impuestos de entrada.

MERCADO DEL PORVENIR

El primer nombre que se le dio al mercado fue Mercat de l’Avenir, («Mercado del Porvenir») se debe a que la zona en la que se ubicaba el mercado, el Ensanche de Barcelona, se consideraba en aquel tiempo un lugar con mucho potencial.

mercadillo del Avenir en 1916

El mercado fue un éxito desde el principio. Los comerciantes y agricultores de Sans encontraban un lugar donde vender sus productos sin tener que pagar impuestos, y los barceloneses encontraban un lugar donde comprar productos frescos y de calidad a precios asequibles. Pronto empezaron a ubicarse más comercios y bodegas. Los compradores aprovechaban para comprar sus productos y luego tomarse un descanso en una de estas bodegas.

Uno de los lugares más populares de la zona era el Pont del Micu, un puente que unía por el aire las dos partes de la ciudad separadas por el ferrocarril. El puente era una atracción turística y un lugar de encuentro para los barceloneses.

pont del mico

Este éxito provocó un conflicto entre los ayuntamientos de Barcelona y Les Corts. El Ayuntamiento de Barcelona, que consideraba que el mercado estaba dentro de su jurisdicción, denunció que el Ayuntamiento de Les Corts estaba permitiendo a los comerciantes vender sus productos sin pagar los impuestos correspondientes. El Ayuntamiento de Les Corts, por su parte, defendía que el mercado estaba dentro de su jurisdicción y que tenía derecho a recaudar los impuestos correspondientes. Además, el Ayuntamiento de Les Corts argumentaba que el mercado estaba beneficiando a los compradores de ambos municipios, ya que les permitía conseguir productos más baratos.

El éxito del Mercado de Sans provocó que el Ayuntamiento de Les Corts decidiera acondicionar el terreno en el que se ubicaba el mercado. El Ayuntamiento construyó una explanada en la manzana Villarroel-Provenza-Casanova-Mallorca, que en la actualidad es la ubicación del Mercado del Ninot.

La consolidación del mercado en un terreno más adecuado obligó a tomar la decisión de cubrirlo. Esta medida tenía como objetivo proteger a los comerciantes y a los clientes, no solo de las inclemencias del tiempo, sino también de los ladrones y delincuentes que se aprovechaban de la situación.

1893 SE INAUGURA EL MERCADO

El mercado se inauguró en su primera fase el 20 de junio de 1893. El mercado contaba con 144 puestos y ofrecía una amplia variedad de productos frescos y de calidad.

1933 SE LE DOTA DE UNA ESTRUCTURA METÁLICA

En 1912, el ayuntamiento adquirió los terrenos y en 1933, cubrió el recinto con una estructura metálica diseñada por Antoni de Falguera i Sivilla. Este arquitecto ya había realizado la Casa de la Lactancia en 1914 y el Conservatorio Municipal de Música en 1927. La obra se completó con el cierre del recinto en ladrillo visto.

Durante la época franquista, el nombre del mercado no se alineaba con la intención del régimen de eliminar los nombres catalanes de los lugares públicos. Por lo tanto, se restableció oficialmente su denominación original como Mercado del Porvenir. Sin embargo, tras la recuperación de la democracia, el mercado volvió a adoptar la denominación popular de “Mercado del Ninot”

Con el paso de los años, el Mercado del Ninot experimentó una transformación significativa. Las obras comenzaron el 23 de octubre de 2009 y se prolongaron hasta el 2015.

el día de la reinauguración del mercado del Ninot

Durante este proceso de remodelación, los comerciantes fueron trasladados a una carpa cercana.

Las mejoras incluyeron:

  1. Ampliación en profundidad: Se excavaron dos pisos adicionales para construir un muelle de carga y descarga. Esto permitió la incorporación de nuevas técnicas para la conservación de alimentos y el manejo de residuos.
  2. Parking subterráneo: Se construyó un aparcamiento subterráneo para mayor comodidad de los visitantes.

Si le ha gustado la web La Barcelona de antes. Puede seguirme en La Vanguardia en Autores

Y si desea conocer más sobre Barcelona en: 

Barcelona Memory en la web y en You Tube

Barcelofilia

Barcelona ahora y siempre

Tranvia 48

Rails y Ferradures

El ultimo viaje a Icaria

Memoria dels barris

DEL MERCADO DEL AVENIR AL MERCADO DEL NINOT

Navegación de la entrada


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *