fábrica Amatller, Barcelona

1797 CHOCOLATES AMATLLER

Antoni Amatller

La historia de la fábrica de chocolates Amatller, empezó en el siglo XVIII, en el momento que Gabriel Amatller, maestro chocolatero nacido en Molins de Rey, abrió en 1797 una tienda en la calle Manresa muy cerca de Santa María del Mar. 

Gabriel que había aprendido el oficio, compro el pequeño edificio para vivir en el piso superior y en los bajos, empezar a fabricar y vender el chocolate que él mismo elaboraba artesanalmente. No obstante tuvieron que pasar dos generaciones, para que su nieto Antoni Amatller, revolucionara no solo la producción sino también la presentación y la promoción de los productos fabricados, lo que le permitió ser el propulsor de la construcción de la Casa Amatller del Paseo de Gracia.

primer obrador

FABRICA EN SANT MARTÍ DE PROVENSALS

Con 36 años y después de haber visitado las fabricas más importantes del continente europeo, construyo una nueva fábrica en la villa de San Martin de Provensals, hoy el barrio de Pueblo Nuevo, dejando la en la antigua fábrica la sección de oficinas y el almacén de los productos acabados.

fábrica Amatller en Sant Martí

La nueva fábrica disponía de dos máquinas de hielo que fabricaban 4.000 kilos por hora, En ella trabajaban hasta 150 empleados repartidos en las diferentes secciones: Almacén de Cacao y otras materias primas, sala de tostado, sala de molinos de cacao, sala de mezclado y refinado, sala de batidoras y moldeadoras, sala de envasado de productos, cámara frigorífica, sección litográfica y tipográfica, para la realización de la presentación de cada uno de los productos.

De su viaje había adquirido un espíritu comercial, dotando a sus productos de diseños originales y eslóganes publicitarios para promocionarlos lo que hoy en día se llama Marketing.

En 1928 aprovechando el gran impacto que representaba que los aficionados pudieran tener en casa los escudos y una información de sus equipos favoritos, realizo una colección de cromos dedicada a los equipos de futbol que competían en la primera liga nacional.

Desconozco la producción real de la fábrica pero según diferentes informaciones consultadas en 1915, producía la espectacular cifra de 11.000 kilos de chocolate al día, bajo mi modesta opinión dicha cifra me parece excesiva, pero son varias las fuentes consultadas que dan veracidad a esta cifra.

Lo que sí que fue real, fue la masiva importación de cacao que venía de lugares tan diferentes como: Venezuela, Cuba, Ecuador, de la isla de Bioko en Guinea Ecuatorial (antiguo Fernando Poo) y de Ceilán, que le permitía hacer una mezcla de sabores que eran la personalidad de su producto.

Antoni Amatller saco a relucir todas sus inquietudes para potenciar su marca, dotando a su fábrica con la maquinaria más moderna de la época, lo que permitió a la fábrica de Chocolate Amatller producir con la calidad que permitían los últimos adelantos tecnológicos e iniciar un camino hacia el liderazgo en la España de finales del siglo XIX. Dado el incremento de sus ventas Antoni Amatller inauguró en 1924 una nueva fábrica en la localidad de Banyoles (Girona), con lo que conseguiría aumentar la producción y poder abastecer la creciente demanda de sus clientes.

Ambas fábricas funcionaron hasta 1960, cuando su hija Teresa, que no había tenido descendencia siendo la última de una generación dedicada a la fabricación chocolatera, decidió vender la compañía en 1972, a otro fabricante también pionero en la fabricación de chocolate establecido desde 1840 en la población de Sant Sadurní d’Anoia.

1840 CHOCOLATES SIMÓN COLL

El nuevo propietario no fue otro que, Chocolates Simón Coll, el cual sin olvidarse de continuar con la magnífica producción que habían realizado sus anteriores generaciones, ha continuado dando prestigio y calidad a los Chocolates Amatller, manteniendo la misma calidad.

El punto de partida de la fábrica de chocolate Simón Coll, empezó cuando en 1840, Simón Mestres, hijo de vinicultores, residentes en Sant Sadurní d’Anoia decide dar un cambio en su vida y dedicarse a la elaboración de chocolate de calidad.

Su unión con Miquel Mestres le hacen crear los primeros envoltorios bajo la marca Simón y tras tres décadas de lucha continuada logra que sus fórmulas magistrales puedan entrar en un proceso de fabricación mecanizada, ha logrado convertir el rudimentario obrador en la primera fábrica de Chocolates Simón Coll.

La decisión en 1972 de Teresa, Atmatller de abandonar la fabricación de chocolate de calidad, hace que Xavier Coll, hijo de Miquel y quinta generación chocolatera incorpore a la fabricación de chocolates Simó Coll, la producción que hasta aquel momento fabricaba la desaparecida fábrica de Chocolate Amatller.


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CHOCOLATES AMATLLER – CHOCOLATES SIMÓ COLL

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