El convento de San Francisco de Asís, fue conocido popularmente como Convent de Framenors, Estaba situado frente a la muralla del mar y la puerta de Framenors. Fue el principal establecimiento religioso de la orden de los franciscanos en Barcelona.
Estuvo construido, en el solar que ocupa actualmente el edificio perteneciente al antiguo Gobierno Militar (Construido entre los años 1927 y 1932), en un solar que llegaba hasta la Plaza del Duque de Medinaceli.
EL PRIMER CONVENTO DE LA ORDEN FRANCISCANA
Anteriormente a su construcción en el lugar existía el hospital de peregrinos de San Nicolás. En 1214, San Francisco de Asís, que vino a Barcelona para recorrer el Camino de Santiago, se hospedó en dicho hospital que posteriormente fue cedido por las casas de los Duques de Cardona y de Espun, a la orden franciscana para construir en 1236, el primer convento de la orden, en un estilo gótico catalán.
Constaba de 23 capillas, con altares muy notables, en los que destacaban el de la Purísima, cuyo patronato del camarín lo ostentaban los Condes de Santa María de Queralt. La capilla de San Antonio, cuyo altar consagró el 29 de enero 1738, Fray Fernando Zúñiga, Abad de Ripoll. Los Duques de Cardona, bienhechores del Convento, mandaron construir una tribuna en la iglesia, a la que llegaban desde su palacio, por la parte del Evangelio.
Según el arquitecto Oriol Mestres, El claustro principal, competía con los de Santa Catalina, Montesión y Junqueras. Sus bellas formas, las ricas esculturas en los bajos de los capiteles dc las columnas, así como en la solución de las bóvedas, le daban una riqueza incomparable.
La planta baja estaba adornaban por veinte lienzos realizados sobre la Vida de San Francisco de Asís por Antoni Viladomat i Manalt, se pueden contemplar en el “Museu d’Art de Catalunya” en el Palacio Nacional de Montjuich. El claustro daba acceso la Sala Capitular por la escalera principal que hizo construir Pedro Jover, Obispo de Lérida.
Siguiendo uno de los corredores se llegaba al segundo claustro, que daba entrada al Refectorio. Por el tercer claustro se salía a la huerta. En los dos pisos superiores encima de los claustros habían las bibliotecas y las celdas de los franciscanos (de ahí el nombre de la calle “Dormitorio de San Francisco”, la enfermería y demás dependencias del convento.
Su finalización tuvo lugar en 1247 y fue bendecido en presencia de Jaime I de Aragón. Formando un conjunto de edificaciones con tres claustros y una iglesia, con una huerta y con dependencias capaces de albergar más de cien frailes.
Los Reyes de Aragón fueron sus principales protectores, por lo que muchos de ellos fueron enterrados en su interior. Entre otros personajes de la realeza, Alfonso IV y las reinas Constanza de Sicilia, María de Aragón, Eleonor de Chipre.
CONSAGRADO EN 1297
Fue solemnemente consagrado el 15 de julio de 1297, por San Luis, Obispo de Tolosa, consagrándose también al mismo tiempo el altar dedicado a San Francisco por el Obispo de Barcelona, Fr. Bernardo Pelegrí. El Convento tenía innumerables privilegios entre ellos prestaron juramento de fidelidad, todos los Reyes de Aragón. Allí se celebraron reuniones de las Cortes presididas por Carlos Emperador, Carlos II y Felipe V.
En los comienzos del siglo XIX, sufrieron la invasión de las tropas francesas, turbando el recogimiento de los frailes y produciendo importantes destrozos, que fueron relatados posteriormente en un libro, escrito por Francisco Aragonés, franciscano que relataba los sufrimientos y molestias a que se vieron sometidos al incautarse del convento las hordas napoleónicas. En 1814, se restauraron los desperfectos ocasionados por la ocupación francesa y el convento fue nuevamente ocupado por la comunidad franciscana.
En 1821, la ciudad sufrió una grave epidemia de peste, en la que los franciscanos colaboraron con todas sus fuerzas, el sacrificio de los frailes para poder erradicar la epidemia costó la vida de treinta y cuatro franciscanos. El sacrificio de la orden no se vio compensado por el sacrifico realizado, ya que su prior José Planes fue perseguido por las fuerzas políticas de la ciudad, que terminaron por desterrar a toda la comunidad el día 5 de noviembre de 1822 y convertir el convento en un cuartel. Cinco años después pasada la fiebre liberal, en noviembre de 1829, los franciscanos volvieron nuevamente a ocupar el convento.
QUEMADO EN 1935 DURANTE UNA BULLANGA
Los motines contra las órdenes religiosas en España, por su apoyo a los carlistas en la guerra civil iniciada tras la muerte del rey Fernando VII a finales de 1833, ocasionaron, que el 25 de julio 1935, día de San Jaime, se celebraba una corrida de toros en la plaza de la Barceloneta que al resultar completamente mansa, no fue del agrado de los espectadores. Al llegar el quinto toro la multitud empezó a destrozar el mobiliario de la plaza lanzándolo al ruedo. Al finalizar la corrida, la multitud enfurecida, salió de la plaza, dirigida por Manuel Rivadeneyra, destrozaron lo que encontraban a su paso: la caseta del consumo “burots” (en el que se cobraba los impuestos de entrada de mercancías), al llegar a los conventos de La Merced y San Francisco de Asís, la emprendieron con ellos incendiándolos y persiguiendo a sus frailes, que se salvaron de la multitud refugiándose en el cuartel de Atarazanas.
El convento de San Francisco, solo sufrieron sus desmanes, las puertas de madera, el mobiliario y muchos objetos de arte. Sólo lograron salvarse, los restos de los Reyes de Aragón, que fueron depositados en 1852, en La Batllía General de Cataluña. Posteriormente bajo el patrocinio de Isabel II, fueron trasladados a la iglesia Catedral, en la antigua capilla de la Concepción posteriormente de San Paciano.
DESAMORTIZADO EN 1835 Y DERRUIDO ENTRE 1927 Y 1932
El convento fue desamortizado en 1835 y poco después, en 1837, fue demolido completamente. El terreno en el que se hallaba fue urbanizado. Posteriormente entre 1927 y 1932, los edificios fueron derribados en su lugar se construyó el edificio del Gobierno Militar de Barcelona.
