CINE CASABLANCA, BARCELONA

1980 SE ABRE EL CINE CASABLANCA CON DOS SALAS DE PROYECCIÓN

En una apuesta por la modernidad y la comodidad del espectador, la empresa Els cines del Passeig de Gracia inauguró dos nuevas salas de cine en el número 115 del Paseo de Gracia, frente a los Jardines de Salvador Espriu.

Los nuevos cines, que sorprenden por su ubicación en una zona de gran prestigio de la ciudad, cuentan con una decoración moderna y elegante, diseñada por el reconocido decorador Gisbert.

Gisbert ha utilizado colores vivos y diferentes para cada una de las salas, buscando crear un ambiente acogedor y confortable para el público.

  • La Sala 1, con capacidad para 200 espectadores, está decorada en tonos marrones, tanto en las paredes como en las butacas.
  • La Sala 2, con capacidad para 145 espectadores, presenta una decoración en tonos amarillos.

Ambas salas cuentan con servicios conjuntos y un pequeño bar llamado «Rick’s Café», donde los espectadores podrán disfrutar de un aperitivo o una bebida antes o después de la película. Además, se ha habilitado un pequeño espacio de intercambio entre los espectadores, donde podrán compartir sus impresiones sobre las películas que hayan visto.

Las dos salas de cine fueron presentadas a la prensa y a los representantes del mundo cinematográfico con gran expectación.

El nombre del cine, un homenaje al mítico film de Michael Curtiz protagonizado por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, ya despertaba gran interés desde el anuncio de su apertura.

Para celebrar la ocasión, los empresarios de los Cines Casablanca organizaron una sesión privada unos días antes de su estreno oficial. A ella asistieron medios de comunicación, personalidades influyentes y cinéfilos habituales, quienes tuvieron la oportunidad de conocer las dos salas de cine y disfrutar de una breve proyección de fragmentos de la película «Casablanca».

Tras la proyección, los invitados pudieron disfrutar de un refrigerio en el que, además de degustar una deliciosa comida, pudieron comprobar en persona el funcionamiento de las dos salas. Las instalaciones modernas y confortables, la calidad de la proyección y la atención al detalle no dejaron indiferente a ninguno de los asistentes.

Los Cines Casablanca, inaugurados el 13 de diciembre de 1980, se convirtieron rápidamente en un oasis para los amantes del cine de autor en Barcelona. Desde el principio, la empresa Els cines del Passeig de Gracia apostó por una programación de calidad, contratando a la empresa Círculo A, especializada en salas de Arte y Ensayo, para gestionar las dos salas.

Al frente de la programación se encontraba el crítico cinematográfico Jaume Figueras, director y presentador del programa «Cinema 3» en TV3 y colaborador de la revista «Fotogramas». Figueras supo crear una programación diversa y atractiva, que incluía tanto estrenos comerciales como películas clásicas y de autor, con especial atención al cine europeo e independiente.

UN ARRANQUE PROMETEDOR

La inauguración de los Cines Casablanca no pasó desapercibida para los cinéfilos.

  • En la sala 1 se proyectó «Eraserhead» («Cabeza borradora»), la perturbadora obra de David Lynch, junto al cortometraje «Asparagus».
  • En la sala 2, se pudo disfrutar del clásico western de Nicholas Ray «Johnny Guitar» y del cortometraje «Recuerdo de Jean Seberg».

A lo largo de la década de 1980, los Cines Casablanca se convirtieron en un punto de encuentro imprescindible para los amantes del séptimo arte en Barcelona. Su programación de calidad, la atención al detalle y el ambiente acogedor del cine hicieron de él un lugar único donde disfrutar de la mejor experiencia cinematográfica.

Más allá de las proyecciones, los Cines Casablanca también fueron un espacio para el debate y la reflexión sobre el cine. Se organizaban ciclos temáticos, festivales de cine y otros eventos especiales que convertían al cine en un espacio cultural dinámico y comprometido.

Si bien los Cines Casablanca gozaron de gran reconocimiento entre los cinéfilos, no fue hasta las navidades de 1989 que lograron un impacto más generalizado con el estreno de la película «Bagdad Café», dirigida por Percy Adlon. Se estrenó el 22 de diciembre y se mantuvo en cartel hasta el 31 de julio de 1992.

A pesar del éxito inicial, el futuro de los cines se vio amenazado por varios factores. Un problema de insonorización en las salas, que provocaba que los espectadores escucharan el ruido  de los coches y autobuses que bajaban por la Riera de San Miguel.

La competencia de otras salas de cine cercanas, sumada a una programación que fue perdiendo calidad con el paso del tiempo, contribuyó al descenso de espectadores. En diciembre de 1991, los cines pasaron a ser propiedad del empresario Julián Mateos, quien intentó revitalizarlos sin éxito.

El 28 de julio de 1995, con motivo del centenario del nacimiento del cine, se proyectó en los Cines Casablanca la película «A Matter of Life and Death» («A vida o muerte») de Michael Powell y Emeric Pressburger. Esta cinta, restaurada por Martin Scorsese y su viuda Thelma Schoonmaker, sirvió como un último homenaje al séptimo arte en la sala.

2005 COMPRADOS POR SALOMON SHANG

En 2005, los Cines Casablanca, que habían permanecido cerrados desde 1996, fueron adquiridos por el escritor, director y productor cinematográfico Salomón Shang.

Junto a su socio Alberto del Val, Shang vio en los cines una oportunidad para estrenar sus propias películas y dar un nuevo impulso al cine de autor en Barcelona.

Para relanzar el proyecto, Shang y del Val contrataron como programador al crítico de cine Alejandro G. Calvo, director de la revista «Miradas de Cine». Además, añadieron al nombre original de los cines la denominación «Casablanca Kaplan 75», en honor a la película «Casablanca».

EL DECLIVE

La gestión de Salomón Shang no estuvo exenta de polémica. Shang, conocido por su carácter controvertido, fue acusado por varios miembros de la Acadèmia del Cinema Català de amañar las votaciones de los premios Gaudí en su propio beneficio.

A pesar de la programación de calidad que ofrecían los Cines Casablanca Kaplan 75, la crisis económica que azotó a España a finales de la década de 2000 y la aparición de las multisalas muchas veces situadas en antiguos hipermercados provocaron un descenso considerable del número de espectadores.

2011 CIERRE DEFINITIVO

El 5 de abril de 2011, los Cines Casablanca Kaplan 75 cerraron sus puertas definitivamente. La última película que se proyectó fue «Cisne Negro» de Darren Aronofsky, seguida del documental «Hammada» de Anna Bofarull.

Asediado por las deudas y los impagos, Salomón Shang abandonó el mundo del cine y se trasladó a vivir a Mallorca. El 22 de mayo de 2014, , falleció en extrañas circunstancias, poniendo fin a una vida marcada por la controversia y la pasión por el séptimo arte.

El cierre de los Cines Casablanca Kaplan 75 marcó el final de una era para el cine de autor en Barcelona. La sala, que había sido un referente para los cinéfilos durante décadas, no pudo resistir la competencia de las nuevas formas de consumo cinematográfico.


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