Cine Rosal, Barcelona

En la historia del cine en Barcelona, existen una serie de cines que, aunque su nombre no sea muy conocido, todavía se recuerdan con cariño por los vecinos de los barrios en los que se encontraban. Es una pena que su pequeña historia desaparezca con el tiempo. El cine Rosal de Nou Barris fue uno de ellos.

El cine Rosal fue un cine de barrio situado en la calle del Molino 42-44. Fue uno de el primer cine de la Prosperidad y del actual distrito de Nou Barris.

La primera propietaria fue Rosario Gosa Salvado. El 26 de noviembre de 1939 solicitó el permiso para construir una planta baja de 132m2 para utilizarla como almacén. El 9 de enero de 1947 solicitó un permiso para abrir el primer cine de la zona. La superficie total ahora de 457,6m2.

vista lateral del cine Rosal

Juan Ventura fue el primer arquitecto que se contrató. Tras su renuncia retomó los trabajos Luís Ruidor que presentó los planos al ayuntamiento el 19 de diciembre de 1941. El 15 de enero de 1942 se formalizó el papeleo ante la notaria del futuro alcalde José María Porcioles.

Entonces se urbanizó junto al local un pequeño pasaje con cinco o seis casitas.

1944 ABRE EL CINE ROSAL CERCA DE LA POSTERIOR VIA JULIA

El cine Rosal fue inaugurado en octubre de 1944, con la proyección de la película «Agárrame ese fantasma» (1941). Esta película era una comedia protagonizada por la pareja de artistas cómicos Bud Abbott y Lou Costello.

En los primeros tiempos, el cine Rosal solo funcionaba los sábados, domingos y festivos. Posteriormente, se extendió su horario a todos los días de la semana.

EL LOCAL

El aforo inicial era de 486 espectadores, pero la aceptación que tuvo por parte del vecindario hizo que al poco tiempo se modificara la situación de las butacas para conseguir ampliarlo a 535 espectadores.

El cine se accedía a través de una escalera que llevaba a un pequeño vestíbulo. En este vestíbulo se encontraban la taquilla y la puerta de entrada a la sala de proyección. En las paredes del vestíbulo había unos plafones con escenas de las películas que se estaban proyectando o que se iban a proyectar.

La sala era sencilla, con una pantalla descolorida y los servicios de ambos sexos a los lados. A la derecha de la sala, había un pequeño espacio cubierto por una cortina, que tapaba la zona en la que estaba instalado un diminuto bar y un patio con un árbol.

Los espectadores utilizaban el patio en los descansos para fumar un cigarrillo. El cine Rosal era un lugar de encuentro para los vecinos del barrio, que acudían a ver películas de estreno y de barrio. Era sencillo, pero con ciertas características especiales.

Una de ellas era que la cabina de proyección estaba ubicada al final de la sala, en un habitáculo separado. Esto era inusual en la época, ya que la mayoría de los cines tenían la cabina de proyección en el centro de la sala, detrás de la pantalla.

Otra característica especial del cine Rosal era que tenía dos puertas grandes en el lado izquierdo del local. Estas puertas se abrían al finalizar la sesión para un desalojo rápido del local. También podían ser utilizadas como salida de emergencia.

En 1963, Manuel Barber Garcia, Enrique Esteban y Rafael Murcia, los nuevos propietarios del cine Rosal que también gestionaban el cine Turó (comprado a la familia Corretja -abuelos del tenista Alex Corretja que gestionaron el cine Unión, Carmelo y Dante ) se asociaron con el todopoderoso empresario cinematográfico Pedro Balañá, con la intención de que éste, que ya gestionaba muchos cines, les ayudase a realizar unas reformas y le diera un empujón en la programación de la sala.

Aunque la intención era buena, pronto se dieron cuenta los dos que el intento había resultado fallido. La falta de publicidad en los periódicos de la época y la falta de una selección de películas hicieron que solo fuera conocido por los espectadores del barrio.

En 1973 Balañá se quedó con el cine. Un matrimonio se hizo cargo de la gestión, el esposo hacía de acomodador mientras que la esposa vendía las entradas.

Lo que en un principio fue ilusión pronto se desvaneció. En 1977 hay constancia que una inspección detectó que el pasillo central no llegaba a la medida reglamentaria de 1, 10 m.

En su última etapa programó películas eróticas «S». La construcción de nuevos locales con mayor confort y mejores películas dio la espalda poco a poco al cine Rosal.

1978 FIN DEL CINE ROSAL

Cerró sus puertas en 1978.

Actualmente el local es un taller de choches

Algunos aún recuerdan el cine…. Iba con sus padres a la sesión de noche, sobre todo los jueves. Las colas eran largas y hacía mucho frío. Recuerda el hedor de los lavabos, que estaban situados a la izquierda de la pantalla. Al entrar al cine, a la derecha estaba la pared con fotografías de la película y a la izquierda la taquilla. Para acceder a la sala, había que pasar por una gran puerta y abrir unas pesadas cortinas. Las butacas estaban al fondo, y la pantalla estaba a la derecha.


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