Situado en el barrio de Verdín (próximo al cine Roquetas ubicado unos números antes), fue construido en la calle Viladrosa 84-86, el desaparecido cine Cristal.
LA SALA DE BAILE DE VERDÚN
La primera intención de su propietario Martín Urrutia Miró, fue la de construir en el solar de su propiedad un salón multiusos en el que poder combinar actos deportivos de lucha libre y combates de boxeo, programas de variedades combinados con los días festivos de una pista de baile conocida como Salón Cristal Club, que desde sus inicios en la década de los 50 fue considerada la sala de Baile del barrio.
Pese a la aceptación que tenía su local la preparación de los diferentes eventos Urrutia comprobó que su vecino Cine Roquetas con menos trabajo organizativo atraía un número parecido de espectadores al local por qué decidió cambiar el Salón Cristal Club por el nuevo cine Cristal. Urrutía, contacto con el arquitecto Josep Canela Tomás, para convertir el local existente en el cine mejor equipado del barrio de Verdun.
Josep Canela proyecto un local con una fachada de cristal dividida con grandes ventanas de vidrio y una galería que sobresalía en la parte superior y un interior dividido en planta baja, dos pisos.
El edificio en su interior en la planta baja tenia ubicado el vestíbulo, taquilla, cafetería, plafones con imágenes de las películas en proyección y una platea con dos puertas de entrada/salida, al interior de la platea decorada con tonos suaves y con una capacidad de 728 espectadores. Al fondo y a ambos lados de la pantalla se encontraban los servicios de caballeros y señoras
Al anfiteatro del primer piso se llegaba a través de dos escaleras que salían del vestíbulo inferior al que al igual que en el piso inferior se entraba a través de dos puertas de entrada/salida con una capacidad de 375 espectadores, que le daban un aforo total del local de 1.103 espectadores.
En el piso superior a través de una escalera que subía del anfiteatro al piso donde se encontraba centrada la habitación donde estaba situada la sala de máquinas y el almacén adjunto. Durante mucho tiempo fue el local con el mejor equipo de proyección y las mejores butacas del barrio.
El local fue gestionado por Manuel Barber, que lo inauguro en el mes de junio de 1961 cuya gestión duro hasta el 1 de enero de 1963, fecha en que colaboro en su gestión la empresa de Pedro Balañá, que modernizo el interior del local e instaló el aire acondicionado aparte de que con su gestión se mejoró ostensiblemente la programación del local.
1973 OTRO CINE DE BALAÑÁ
La gran expansión que en aquellos años había alcanzado la empresa Balañá que aparte de las empresas taurinas se había involucrado en el mundo del espectáculo hizo que en 1973 la sociedad desapareciera y que Pedro Balañá se hiciera con la totalidad de la sociedad.
La intención de Balañá era la implantación definitiva en el barrio donde hasta entonces solo poseía el cine Favencia, con el que compartió los mismos rollos que eran intercambiados por el ciclista de turno.
Ambos cines que hasta entonces solo eran conocidos en el barrio empezaron a aparecer en las carteleras de los periódicos y empezaron a ser conocidos fuera del barrio, por lo que la empresa Balañá le empezó a hacer aparecer en la publicidad, en la desaparecida revista TP, (una revista que aparecía semanalmente en los kioscos), que informaba de los programas de televisión y se imprimía en las grandes ciudades y que entre otras informaciones, publicaba una cartelera de los cines menos importantes y que no les permitía la publicidad diaria de los periódicos..
Pese a que en algunas informaciones dan la fecha de 1976, en que apareció en la cartelera de La Vanguardia, debo de rectificar dicha información, ya que su primera aparición, tuvo lugar el martes 3 de diciembre de 1974, (en aquellas fechas los lunes no se publicaba La Vanguardia los lunes), con la proyección de: “La chica del Molino Rojo” y “Turín negro” y con el anuncio algo raro actualmente de mañana miércoles cerrado, para comprobar si era un hecho puntual el miércoles siguiente al comprobar la Cartelera el miércoles 11 comunicaba hoy cerrado.
La publicidad en los periódicos surtió efecto en el barrio, lo que provoco un incremento en la entrada de espectadores lo que motivo que el martes 25 de febrero de 1975, el anuncio publicado nuevamente en La Vanguardia, informaba por primera vez “abierto toda la semana”, proyectando: “Jenaro el de los 14” y “Los Nuevos centuriones”.
La llegada del video y los videoclubs hicieron difícil la supervivencia y los cines de barrio que empezaron a perder cuota de mercado y a cerrar sus puertas. Al Cristal le sucedió lo mismo también aunque en esto también existen errores, se da como fecha de cierre el 31 de diciembre de 1984, cuando en realidad fue el 6 de enero de 1985 día de Reyes (La Vanguardia en su página 30) comunicaba la programación de “Supergirl” y “El hijo del cura”, ese día dejo de aparecer definitivamente.
Durante muchos años el edificio permaneció cerrado hasta que el solar fue adquirido para convertirlo en un Centro de Día dependiente de la Generalitat.
El 6 de agosto de 2000 el Portal de entidades del distrito de Nou Barris, publicaba en su web
Después de un tiempo de aparente inactividad y despejar los últimos escombros del desaparecido cine Cristal, el solar se preparó para la construcción de viviendas. En el lugar donde antes estaba el cine se construyeron veinticinco apartamentos tutelados para ancianos a cargo del arquitecto Pere Giol.
La asociación de Vecinos de Verdun pretende construir en los bajos de los futuros apartamentos tutelados un centro de día para personas mayores. Pero por el momento este proyecto aún deben discutirlo con la Administración.
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