1917 CASA SAYRACH
La casa Sayrach, propiedad de Miguel Sayrach Calabaza, fue construida entre 1915 y 1917 en la antigua avenida Argüelles (actual avenida Diagonal 423-425). Fue proyectada por su hijo Manuel Sayrach i Carreras, arquitecto y escritor, que en aquella fecha todavía no había conseguido el título de arquitecto. Por ello, el proyecto tuvo que ser firmado por el arquitecto Gabriel Borrell i Cardona.
Se trata de un edificio de viviendas situado en la esquina con la antigua calle Universidad (actual Enrique Granados). Sayrach i Carreras supo resolver la diferencia de altura que había entre las dos calles mediante un desnivel en la fachada.
EL EDIFICIO
El edificio contaba con dos fachadas que se unían a través de un cuerpo central torreado. Constaba de planta baja, semi-sótano, entresuelo y cinco pisos más, rematados con elementos ondulantes en forma de mansarda.
El edificio se completó con un templete de forma redondeada que unía los elementos ondulantes del terrado. Este templete remataba los miradores redondeados que adornan toda la esquina del edificio, desde el entresuelo.
La planta poligonal irregular del edificio contaba con diferentes ventanas que le daban luz y ventilación a las estancias interiores. Las estancias traseras daban a un patio de manzana al que se accede a través de galerías cubiertas. El entresuelo y el piso principal tenían espacios de forma ovalada.
La fachada presentaba distintas soluciones en los balcones, todos con un arco de medio punto de forma redondeada.
Las barandillas de los balcones de la planta principal y del primer piso son de piedra, mientras que las de los pisos superiores son de hierro forjado.
La entrada principal del edificio, situada en la zona de la Diagonal, está enmarcada por dos columnas que son el arranque de la tribuna del piso principal. A la izquierda de la puerta principal se encuentra una puerta más pequeña que da acceso a la portería. Esta puerta está independizada del resto del vestíbulo y tiene una estructura de madera y vidrio.
El vestíbulo es una obra de arte en toda su extensión. Está dividido en tres espacios diferentes: el primero y el tercero están terminados con una bóveda, y el cuerpo central tiene una cúpula sostenida por unas columnas de piedra. El resto del vestíbulo está decorado con una profusión de relieves de piedra y yeso.
1926 CASA MONTSERRAT
En 1926, Manuel Sayrach i Carreras, arquitecto que ya había finalizado sus estudios, aprovechó su boda con Montserrat Xiprer para construir su casa familiar en la calle Enrique Granados 153-155, junto al edificio de sus padres. Esta casa, conocida como Casa Montserrat, fue un regalo de boda para su esposa.
Los esquemas modernistas del edificio denotan la influencia de Gaudí en la obra de Sayrach. Las ventanas y el coronamiento del edificio demuestran claramente esta influencia. Manuel Sayrach i Carreras, escritor vinculado al catalanismo, presentó en 1922 un proyecto a Francesc Macià sobre República y Constitución. En 1931, con la llegada de la república, lo logró editar. Fue el padre de los editores Manuel y Miquel Ángel Sayrach i Fatjó dels Xiprers.
1987 RESTAURANTE LA DAMA
El 23 de diciembre de 1987, el restaurante La Dama abrió sus puertas en el entresuelo de la casa. Además de ofrecer los platos más sugerentes realizados por su chef, Josep Bullich, La Dama ofrecía a los clientes la majestuosidad de su decoración.
Después de las Olimpiadas de 1992, Josep Bullich presumía de haber sentado en sus mesas a todas las casas reales que llegaron a Barcelona para presenciar los juegos.
En 2015, uno de los propietarios, Frank Benavent, anunció a su chef de toda la vida, que estaba a punto de jubilarse, que el restaurante cerraba 28 años después. En 2015, Barcelona perdía uno de los restaurantes de la burguesía barcelonesa.
Tan solo unos meses después, José María Parrado, viendo las posibilidades del lugar, se unió a Mariana Isaza, responsable de la cocina, y Peter Cauro, artista plástico, para abrir nuevamente el restaurante La Dama.
Después de un año de retoques, para reactualizar su decoración, conservando lo mejor del antiguo local, como las cristaleras enmarcadas con carpintería antigua que separan las salas y algunos muebles, el local reabrió con un toque más moderno en 2016, La Dama conserva toda su esencia, con un ligero toque afrancesado, con guiños a otras cocinas, y además convirtiendo el antiguo vestíbulo en un fantástico cocktail-bar.
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