La casa Francisco Oliva, fue una casa con una historia extraña, ya que se construyó como casa edificada en la calle Fontanella y fue derribada como como una casa de la Plaza de Catalunya.
Construida en 1862, eran unos momentos en que se discutía si sería el gobierno central o el pueblo barcelonés el que conseguiría decantar la balanza a su favor, en para realizar sus deseos.
Aunque en 1862 el ayuntamiento había pedido al gobierno español, cambiar el proyecto de Cerdá y construir en las manzanas 39 y 40, la primitiva plaça Catalunya, ya que estaban consideradas manzanas edificables, Francisco Oliva, propietario del terreno decidió en 1871, contratar al maestro de obras y arquitecto Ramón Portusach Barrató, para que le construyera el edificio.
El solar estaba situado en la esquina de la calle Pelayo con Rambla de Canaletas, era un poco más grande en el lado de Pelayo, ya que mientras en la Rambla el terreno solo daba para construir tres cuerpos de salidas a la calle, en el lado de Pelayo se podían construir cuatro.
Ramón Portusach dio al primitivo edificio una altura (entonces máxima) de planta baja y tres pisos superiores con un acabado superior muy rudimentario, ya que consistía en una cornisa lisa de piedra sin ningún elemento decorativo.
En seguida, los bajos del edificio pese a no estar decidida la urbanización definitiva de la zona, tuvieron varios pretendientes, el primero en apostar por el local fue Francesc Oliver, un empresario nacido en Reus, que construyo uno de los primeros cafés de la zona. Tenía dos puertas de acceso, para facilitar la entrada y salida de los clientes, una por Ramblas y otra por Pelayo.
EL CAFE PELAYO
El café Pelayo fue inaugurado en 1875, estaba decorado lujosamente con una serie de tonos cálidos, que daban al interior una relajación, que pronto fue advertida por los clientes, que lo convirtieron dos puertas de acceso, para facilitar la entrada y salida de los clientes, una por Ramblas y otra por Pelayo. Tenía una decoración de tonos calientes que lo convertía en un local lujoso, que enseguida acaparo no solo a personas de la alta sociedad, sino también un gran número de tertulias de políticos, intelectuales.
CENTRO DE TERTULIAS
Una de las tertulias más conocida fue la “Colla de la Renaixença”, que había sido bautizada por periodistas y otros intelectuales en modo sarcástico como “la Peña del Sabios”, estaba formada entre otros por Àngel Guimerà, Lluís Domènech i Montaner, Apel-les Mestres, Emili Vilanova y Narcís Oller.
Su progresión fue tan grande que el domingo 2 de octubre de 1881, aparecía en la portada de La Vanguardia, debajo de la cabecera, comunicando que su establecimiento se había instalado un depósito de los Chocolates de Astorga.
La moda del momento le hizo abrir en el sótano, una sala de billar, La competencia del Café Restaurante Continental de Josep Ribas, instalado en la esquina de enfrente en 1882, le hizo cerrar sus puertas en 1895.
ALMACENES EL GLOBO
Un año después del cierre del Café Pelayo, los hermanos Puigbert para instalar en la zona unos nuevos Almacenes en los bajos dejados por el Café Pelayo y el piso principal, que fueron inaugurados como Almacenes el Globo, el sábado 4 de abril de 1896 según anunciaba el diario La Dinastía en su portada.
Los Almacenes El Globo estaban dedicados especialmente a vestir a sus clientes comercializando tanto ropa de vestir como, complementos de uso personal y artículos para el hogar, cerrando sus puertas en 1924
ESTUDIO FOTOGRAFICO DE AMADEO MARINÉ
En 1901, la azotea fue ocupada por Amadeo Mariné i Vadalaco, con su estudio Amadeo, uno de los mejores fotógrafos y retratista de la época. Por su estudio pasaron todos los grandes actores y actrices de la época.
EL EDIFICIO FUE REFORMADO EN 1917
La urbanización de la Plaça Catalunya, la construcción de los nuevos edificios más altos y más elegantes decidieron a Francisco Oliva a realizar en 1917, la primera modernización del edificio, elevando dos pisos de altura.
En la esquina de Pelayo y Rambla de Canaletas, hizo construir un templete, acabado con una cúpula semi redonda con varias filigranas que estaba sostenida por un juego de columnas dobles, que le daba un aspecto más señorial y monumental.
Este cambio en el edificio, le dio la oportunidad de poder colocar a ambos lados de la cúpula, los primeros rótulos luminosos en la azotea, que mantuvo durante varios años: el anuncio del “Sello Yer”, un fármaco que se vendía tanto para el estreñimiento como para el dolor de cabeza y el del papel de fumar Zig-Zag.
Finalizada la guerra civil y sin ningún motivo aparente como consecuencia de los daños producidos durante la guerra civil, desapareció la cubierta del templete.
ANTIGUO EDIFICIO DE TELEFONICA
Muy cerca de la Casa de Francisco Oliva, se había construido en 1926, el antiguo edificio de telefónica, proyectado por Francesc de Paula Nebot i Torren, en 1952, con motivo de unas obras de restauración de los desperfectos derivados del paso del tiempo y de los bombardeos y combates que sufrió el edificio para su control del edificio al principio de la contienda. Se eliminó la cúpula verde redondeada se eliminaron las columnas inferiores y se construyó un elemento cuadrado mucho más masculina.
Posteriormente los bajos fueron divididos y durante mucho tiempo acogieron varios comercios de prestigio entre ellos la Joyería Valenti y la tienda de Instrumentos de Precisión Gaig. En el lado de las Ramblas en 1916, abrió sus puertas el bar Canaletas.
Esta vez no fue un edificio histórico, esta vez fue uno de esos comercios que en otras ciudades respetan porque aparte de históricos son insignia de la ciudad. Primero se eliminó el kiosco para que los paseantes pudieran pasear sin obstáculos.
El ayuntamiento se olvidó de la promesa y nos ha colocado una Rambla llena de obstáculos con barracones de baja calidad y sin un interés artístico, posteriormente se dedicaron a desproteger a las tiendas con un sello y una calidad artística que poco a poco fueron desapareciendo.
El bar Canaletas, que abrió el 19 de junio de 1916, se vio obligado a cerrarlas en 1982.
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