El desaparecido bar de las Arenas situado en la esquina de la Plaza de España y la Calle Tarragona estaba en lo que pudiéramos llamar los bajos de la antigua plaza de toros.
La plaza se asentaba en el antiguo montículo en que fue el coso taurino y dejaba una zona de las calles Tarragona, Diputación y Llança, destinada a construir unos servicios de la plaza en la que se construyeron cuadras para los caballos, toriles y almacenes de servicios de la plaza.
La adjudicación de la feria Universal de 1929, había despertado un aluvión de obras para poder recibir a los visitantes no solo españoles sino también extranjeros y los organizadores del evento aprovechaban los espacios de terreno con posibilidades para abrir nuevos negocios.
Esto despertó el ingenio del director gerente del coso taurino para aprovechando el gran espacio que había inutilizado intento alquilar un local libre situado en la calle Tarragona con Plaza España Gran Vía que tenía en frente una columna surtidor de gasolina.
Federico Casas Negre el 12 de junio de 1929, puso un anuncio en la página 17 de la Vanguardia en la que sacaba a concurso el alquiler del solar por un periodo mínimo de cinco años y un precio de quince mil pesetas anuales.
Hay que tener en cuenta que en aquella época la plaza era gestionada desde 1926 por Pedro Balañá y como siempre estaba ojo avizor por los posibles negocios a realizar. El anuncio fue visto por los futuros propietarios del Bar Arenas que después de cumplir las exigencias del concurso iniciaron rápidamente la construcción del Bar de las Arenas con el firme propósito de dejarlo en servicio para la próxima temporada taurina.
La adjudicación del local que en principio no tuvo repercusión en el entorno no fue posteriormente bien acogida por los bares de La Pansa y el Montera, que vieron en el local un serio competidor a la hora de acoger alguna tertulia de las que acostumbraban a visitar sus locales.
En 1935 el Bar Arenas se vio envuelto en un atraco con consecuencias desagradables ya que la policía detenía dentro del local a Albert Coria que había perpetrado un atraco con consecuencias gravísimas para una mujer que había resultado muerta.
Con el inicio de la guerra civil el Bar Arenas al igual que otros bares fue confiscado por “El Agrupament de la Industria Gastronómica” situada en el Passeig de Pi i Maragall número 6 principal.
Los primeros Bares y Restaurantes del grupo de Restaurantes Populares en el que estaban incluidos fueron:
- Restaurante Popular Nº 1 anterior El Café Comtal de F. Lairet 91
- Restaurante Popular Nº 2 anterior Bar Arenas Tarragona 2
- Restaurante Popular Nº 3 anterior Gran Metro Vía Durruti (anterior y posterior (Vía Layetana) 23
- Restaurante Popular Nº 4 anterior Hotel Colon Plaza Cataluña
- Restaurante Popular Nº 5 anterior Café Vienes Salmerón 3 y 4 (antigua Casa Fuster)
Con la finalización de la guerra civil y el retorno a la normalidad el Bar Arenas volvió a ejercer con normalidad a su anterior clientela incorporando el servicio de Restaurante a su antiguo servicio de bar.
La normalidad del ambiente y su situación privilegiada hacían que su terraza estuviera siempre a tope ya que desde ella no solo podías contemplar el bullicioso tráfico de la entonces Avenida de José Antonio sino la espectacular fuente realizada para la Exposición Universal de 1929 por el arquitecto Josep Maria Jujol i Gibert estrecho colaborador de Antoni Gaudí decorada por esculturas de Miguel Blay, Frederic Llobet y los hermanos Miquel y Llucià Oslé.
Acabada la Guerra Civil el bar reanudó su actividad y amplió sus servicios ofreciendo también el servicio de restaurante a la carta.
Su terraza seguía siendo un lugar privilegiado para admirar la plaza y la entrada del recinto de la Exposición, donde durante bastantes años estuvo situada la central de pasajeros de la compañía Iberia.
No era igual que en la actualidad que vas a las terminales, entonces llegabas a la oficina de Plaza España y desde allí en autobuses te llevaban a la terminal uno del aeropuerto.
La pérdida de afición a los toros hizo poco rentable a la plaza perdiendo cuota de mercado ante la Monumental y aunque se realizaban sesiones de cine en verano, combates de lucha libre y actuaciones musicales.
Pese a que su cierre en muchos lugares consta el 19 de junio de 1977 ese día en las hemerotecas solo consta una corrida de toros en la Plaza Monumental.
No obstante en las mismas hemerotecas sale su nombre en la verbena de San Pedro del 28 de junio realizando dos funciones durante la noche en la primera con la actuación a las 10,45 de la noche con la Banda del Empastre y la segunda a las 2,45 de la madrugada con la actuación del Bombero Torero.
Tuvieron que pasar más de treinta años, para que se volviera a dar otra vez vida al edificio y después de un largo recorrido (con alguna pausa por imperativos económicos) en marzo del 2011 se inauguró un gran centro comercial con una cantidad de tiendas comerciales y un multicines moderno, locales de restauración y una terraza desde que se puede admirar una gran vista de Barcelona y de su Monumental Fuente Mágica.
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