1900 SE ABRE EL BAR LA PANSA
El desaparecido café La Pasa fue uno de los dos primeros establecimientos que abrieron sin puertas con motivo de la primera urbanización de la plaza España en 1900. El local fue propiedad de un fabricante de cartón instalado en el municipio de Sants (tal y como se escribía antiguamente) que después de la adhesión el municipio el 20 de abril de 1897, por un real decreto de la regente María Cristina, decidió invertir en la zona abriendo dos negocios de restauración como parada de viajeros antes de entrar en la ciudad.
En el Bar la Pansa se podía tomar un refresco y para comer tenían la casa de comidas La Montera donde solo se servían comidas a los viajeros que llegaban con hambre a la ciudad o que partían y querían comer algo antes de alejarse a territorios desconocidos.
Posteriormente en la zona próxima a la nueva plaza abrieron el primitivo cine Bohème y otro de los primeros bares de la zona el Café Canto.
En el centro de la zona una plata de tierra año tras año hasta su primera urbanización en el que durante la fiesta mayor de Hostafrancs se instalaba el entoldado donde se celebraban los actos populares y los bailes.
La zona en aquellos momentos todavía semi deshabitaba iba a inaugurar el 29 de junio de 1900 la segunda plaza de toros de la ciudad construida en el “Coll dels Inforcats”, un montículo donde en el siglo XIV, se había instalado una horca y cuando se producía un ajusticiamiento, la Parroquia del Pi, iba en procesión a Cruz Cubierta para recoger en procesión los restos del ajusticiado.
Con motivo de la construcción de la plaza de toros y la apertura de varias cuadras de caballos para proporcionar a los picadores las monturas necesarias, el local se convirtió en un lugar de encuentro de los tratantes de caballos para los festejos taurinos.
Con la inauguración de la Plaza de Toros La Pansa empezó a ser celebre en el lugar ya que era uno de los pocos lugares donde se podía saciar la sed antes y después de las corridas mientras se discutía sobre la actuación de los toreros y la bravura de los toros.
Según Antoni García Palacín, un investigador activo del barrio La Pansa adquirió por mérito propio ser un lugar donde tomo forma la bebida del aguardiente y que era servida en unos vasitos pequeños siempre con una pasa dentro. Esta circunstancia fue corriéndose por la ciudad que termino por ser un lugar en que los vecinos se reunían a tomar una pansa (pasa en catalán) por las tardes y a realizar su pequeña tertulia. Poco a poco la fama de la bondad de la bebida fue corriendo hasta convertir el lugar en un centro de despedida para los visitantes de los espectáculos del Paralelo en su despedida nocturna.
1929 EXPROPIACIÓN
El primer problema de supervivencia vino con motivo de haber sido Barcelona destinada a celebrar la Exposición Internacional de Muestras 1929, ya que los locales ubicados en los alrededores de la futura plaza tuvieron que expropiarse para la construcción de varios hoteles que alojarían a las personalidades que asistieran a la muestra.
Algunos como el teatro España y el cine Bohème fueron expropiados el teatro desapareció y en Bohème busco una nueva ubicación al Cruz Cubierta – Bejar para edificar el nuevo local.
La Pansa tuvo más suerte los arquitectos que proyectaron los hoteles se pusieron de acuerdo que el antiguo bar podía ser ubicado en los bajos del hotel número 1 que era el de la fachada del reloj que ofrecía la hora a los visitantes para tenerlos bien informados su ubicación dentro del edificio estaba situada en la esquina con Cruz Cubierta.
1968 EL CIERRE DEL BAR LA PANSA
En 1968 desaparece el bar definitivamente y posteriormente el edificio pasa a ser propiedad del ayuntamiento tiempo en que residen varias instituciones.
Con la adjudicación de las Olimpiadas de 1992 a la ciudad de Barcelona es derribado en 1990 para construir el Hotel Catalonia Plaza obra de Enric Soria y Jordi Garcés.
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