En Barcelona, como en cualquier otra ciudad, el inicio del cine estuvo marcado por el surgimiento y la desaparición de numerosos locales pequeños, que vieron en las imágenes en movimiento una oportunidad de oro para hacerse ricos, algo lógico, ya que hasta entonces solo la fotografía podía captar el interés de la gente por lo que ocurría más allá de su campo de visión.
Los primeros locales que se dedicaron a exhibir este tipo de diapositivas (fotografías), que proyectaban imágenes en pantallas gigantes acompañadas por la música de algún pianista o pequeña orquesta, fueron sin duda unas instalaciones circulares llamadas «Panoramas«. Estas instalaciones mostraban vistas fijas que creaban la ilusión de movimiento, mediante una serie de mecanismos que las proyectaban en una gran pantalla.
En Barcelona se instalaron en 1888, con motivo de la Exposición Universal, dos de estas espectaculares edificaciones: el Panorama Waterloo (estaba situado en el espacio abierto de la manzana 40 del Plan Cerdà, donde todavía no existía la actual plaza de Catalunya) y el Panorama de Plewna,(en la esquina de la calle Cortes -hoy Gran Vía- con Rambla Cataluña, frente al monumento que se había dedicado a Güell y Ferrer después cambiado por la fuente de los niños cabalgando peces «Font dels nens cavalcant peixos»), obra de Frederic Marès que antes había estado ubicada en la Plaza de Cataluña).
A finales del siglo XIX, cuando se introdujeron los primeros dispositivos que permitían captar y reproducir imágenes en movimiento. Entre ellos, destacan el Kinetoscopio de Edison y el Animatógrafo de Paul, que se exhibieron por primera vez en la plaza de Cataluña, considerada como la cuna del cine barcelonés.
- El Kinetoscopio consistía en una caja con un visor individual, donde se podían ver fotografías animadas mediante una tira de película perforada que se movía rápidamente sobre una fuente de luz.
- El Animatógrafo, en cambio, era un proyector que podía mostrar las imágenes en una pantalla ante un público numeroso. Ambos inventos causaron sensación entre los espectadores, que quedaron fascinados por la magia del cine. Así comenzó una larga tradición cinematográfica en la ciudad condal, que ha sido escenario y protagonista de numerosas películas a lo largo de los años.
- Otro ingenio con vistas animadas fue el Kinetógrafo de George William de Best, que fue presentado, en el vestíbulo del Teatro Principal, frente a la plaza del Teatro, el 5 de junio de 1896. El Kinetógrafo, considerado el precursor de la cámara cinematográfica, que ofrecía maquinarias que permitían ver y grabar imágenes en movimiento.
LAS PRIMERAS SALAS
Entre 1897 y 1900, la aparecieron salas que anunciaban como cinematográficas que aparecían y desaparecían, rápidamente y que se ubicaban en pequeñas salas con una capacidad mínima de espectadores. Pero no fue hasta que llegaron los hermanos Augusto y Louis Lumière, que se presentó el verdadero precursor de nuestro actual cine.
La apertura del cine al público en general, fue un acontecimiento que activo a la prensa de aquellos tiempos, uno de los diarios de entonces el Diario de Barcelona, cuatro días antes, con motivo de la presentación oficial informaba a sus lectores, “El próximo lunes quedará establecido el Cinematógrafo Lumière a partir de las cinco de la tarde hasta las diez de la noche del mismo día. Se darán sesiones de dicho aparato a beneficio de los soldados que regresan heridos y enfermos de la isla de Cuba, al precio de una peseta la entrada.
Se exhibirán en el citado espectáculo interesantes cintas fotográficas completamente distintas de las que aparatos análogos exhibidos en esta ciudad tenían en su repertorio».
LA FECHA EXACTA DE LA PRIMERA PROYECCIÓN EN BARCELONA
Hay cierta controversia sobre la fecha exacta de este acontecimiento histórico, ya que algunos historiadores sitúan la primera proyección el día de la presentación oficial del Cinematógrafo Lumière, mientras que otros la sitúan el día de la sesión abierta al público. Esta diferencia supone un lapso de cuatro días, entre el 10 y el 14 de diciembre de 1896.
FUE EN EL ESTUDIO FOTOGRAFICO DE LOS HERMANOS NAPOLEON, EN LA RAMBLA
Lo que sí está claro es el lugar donde se llevó a cabo la proyección: el estudio fotográfico de los hermanos Napoleón, ubicado en la antigua Rambla de Santa Mónica 15. Los hermanos Napoleón eran los representantes exclusivos para España de los inventores del cinematógrafo, los hermanos Lumière, y utilizaron sus equipos para mostrar las primeras películas. Entre ellas se encontraban:
– Desfile del regimiento de lanceros de la reina en Madrid
– Paso de un río por caballos y jinetes
– Montañas rusas náuticas en el lago Leman de Ginebra
– Llegada de un tren a la estación
– Hora del rancho en un cuartel
– El regador regado
La fiebre por el séptimo arte no había hecho nada más que empezar!. El Diario de Barcelona, al día siguiente, se hizo eco de la novedad con una crónica entusiasta: «Los cinematógrafos y las fotografías animadas que se habían exhibido hasta ahora en la ciudad, se hallaban muy lejos del espectáculo con la perfección que se ve en el Cinematógrafo Lumière».
En 1900, en el entorno de la futura plaza de Catalunya existieron algunas salas ambulantes que proyectaban pequeñas películas (las cuales en aquella época se anunciaban con los metros de cinta que tenían), que demostraban al público, el interés por el nuevo sistema de diversión.
En la Vanguardia del sábado 1 de julio de 1901, se anunciaban los siguientes locales en los que se proyectaba cine y solo una película era la sensación del evento:
- Palacio de la ilusión, “Caperucita Roja.
- Palacio de la Óptica, “El Funicular más alto del Mundo”
- Cinematógrafo X, “Caperucita Roja”
- Real Cinematógrafo Napoleón, “Caperucita Roja”
- El Fonogromoscop: Gran éxito en los cuadros y fonogramas de la Bohemia y la Favorita.
otras salas fueron el Animatograph, Café Novedades, Nuevo programa en películas, Gran colección de vistas disolventes de Montserrat en colores.
Todos eran sistemas con aparatos nuevos que querían hacer la guerra a los hermanos Napoleón. Posteriormente fueron apareciendo cines con una dedicación más profesional, algunos empezaron solo con proyecciones de fin de semana, mientras que los más cercanos al centro de la ciudad se dedicaron a realizar sesiones todos los días.
El verdadero espaldarazo que recibió el cinematógrafo, tuvo lugar la noche del 19 de septiembre de 1929, cuando los diarios de la época anunciaban: esta noche a las 10 de loa noche, la empresa del teatro cine Coliseum, estrenara en su local (Innocents of Paris) “La Canción de Paris”, dirigida por Richard Wallace e interpretada por Maurice Chevalier, fue la primera película SONORA que se proyectó en Barcelona y el despegue definitivo del séptimo arte.
Los avances tecnológicos en el cine exigieron una adaptación de los espacios donde se exhibían las películas. Los antiguos salones con proyectores rudimentarios y pequeñas orquestas que acompañaban las imágenes con música, se quedaron obsoletos ante las nuevas producciones más extensas y complejas.
Los empresarios tuvieron que invertir en renovar sus instalaciones, ampliando el tamaño de las salas, mejorando la comodidad de las butacas, climatizando y ventilando los locales, desinfectando y perfumando el ambiente, adecuando los servicios sanitarios a la afluencia de público, creando salidas de emergencia y pasillos de evacuación, y ofreciendo servicios adicionales como salas para fumadores y bares para los intermedios. Estas medidas buscaban satisfacer las demandas de los espectadores, que pasaban varias horas en el cine disfrutando del séptimo arte.
La aparición de un nuevo mercado cinematográfico atrajo a muchos emprendedores que se aventuraron a explotar este negocio. Sin embargo, pronto se toparon con diversas dificultades, tanto administrativas como sanitarias, que les obligaron a desistir y a cerrar o traspasar sus salas. Así, muchos cines cambiaron de nombre varias veces a lo largo de su trayectoria.
Otro obstáculo que tuvieron que afrontar los cines fue el impuesto por el régimen franquista desde su sede provisional en Burgos, relativo a la prohibición de los nombres que no fueran de origen castellano. Esta medida se publicó en el Boletín Oficial del Estado, en Burgos, en su número 577, páginas 7435 y 7437, entre otras disposiciones que afectaban al sector. Así, muchos cines tuvieron que adaptarse a la normativa y cambiar sus nombres originales.
BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO.-26 de mayo 1938–Queda terminantemente prohibido el uso de otro idioma que no sea el castellano en los títulos, razones sociales, Estatutos o· Reglamentos y en la convocatorias y celebración de Asambleas.Orden de 23 de abril de 1941 en que se obliga a todas las películas proyectadas a estar en español.Otro problema surgido la finalización de la Guerra Civil, fue la ordenanza del gobierno franquista, de borrar de un plumazo de los espacios públicos calles, comercios, cines, teatros, restaurantes, etc. todos aquellos nombres cuya toponimia fuera diferente a la castellana adjunto dos de las normas que salieron en el boletín oficial del estado.
Finalizada la Guerra Civil Española, el régimen franquista se apresuró a controlar todos los aspectos de la vida pública, incluido el cine. En enero de 1939, el gobierno creó el Departamento de Censura Cinematográfica, encargado de revisar todas las películas antes de su estreno. El departamento se basaba en los principios del nacionalcatolicismo y tenía como objetivo promover los valores tradicionales españoles y evitar cualquier película que pudiera considerarse ofensiva o subversiva.
El Departamento de Censura Cinematográfica tenía un poder absoluto sobre el cine español. Podía prohibir películas, recortarlas o exigirles cambios. También podía multar a los cines que proyectaran películas prohibidas.
MINISTERIO DEL INTERIORSERVICIO NACIONAL DE PRENSACinematografíaEl Departamento de Cinematografía del Servicio Nacional de Propaganda del Ministerio de la Gobernación, ordena a los distribuidores, empresarios y demás depositarios y tenedores de películas cinematográficas de todas clases que las presenten inmediatamente a la Comisión de Censura cinematográfica que actúa en el Cine Pathé Palace, Vía Layetana 53, advirtiéndoles de la responsabilidad en que incurren caso de no cumplir la presente orden.El Departamento de Cinematografía del Servicio Nacional de Propaganda del Ministerio de la Gobernación, ordena a los gerentes, encargados de todas las salas de espectáculos cinematográficos ele Barcelona, se presenten, el lunes 30 del actual a las diez de la mañana en el Cine Pathé Palace, Vía Layetana 53, para recibir instrucciones acerca de la- reanudación de sus actividades.
PRIMEROS PIONEROS CINEMATOGRÁFICOS
EL CINE SONORO
LA INTRODUCCION DEL COLOR
Uno de los más importantes avances fue la introducción del color, que permitió dar mayor realismo y expresividad a las imágenes. Una de las primeras películas en technicolor fue “Vanity Fair“ La feria de las Vanidades, estrenada en 1933, que adaptaba la novela de William Makepeace Thackeray. A partir de entonces, se perfeccionó el sistema de los tres colores, que consistía en registrar y proyectar los colores primarios (rojo, verde y azul) mediante filtros y lámparas especiales.
Otro avance significativo fue el desarrollo de formatos panorámicos, que buscaban ampliar el campo visual y crear una sensación de inmersión en el espectador. El cinemascope, inventado en 1930 por Henri Chrétien, utilizaba una lente anamórfica que comprimía la imagen horizontalmente al filmar y la expandía al proyectar, logrando una relación de aspecto de 2,35:1. El 3D, surgido a principios de los años 50, empleaba dos imágenes superpuestas que se veían con gafas especiales, creando un efecto de profundidad. Perseguida, protagonizada por Robert Mitchum, Linda Darnell y Jack Palance, fue una de las primeras películas en 3D. El Todd-AO, creado a mediados de los años 50 por Michael Todd, usaba un negativo de 70 mm y 5 perforaciones por fotograma, consiguiendo una mayor definición y nitidez. El Cinerama, también de los años 50, consistía en filmar y proyectar con tres cámaras sincronizadas de 35 mm que daban una imagen panorámica sobre una pantalla curva.
Estas innovaciones han contribuido a enriquecer el lenguaje cinematográfico y a ofrecer nuevas experiencias al público. El cine sigue siendo un arte en constante evolución, que se adapta a los cambios sociales y culturales.
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