GAMBRINUS, ICONO LEGENDARIO DE LA CERVEZA
Según dice una leyenda medieval de los Países Bajos, Gambrinus era un rey (otras versiones dicen que fue un duque) gran amante de la cerveza. Se dice que fue él quien inventó la receta de la cerveza moderna. Su imagen mostraba a un hombre corpulento y barbudo, con una gran cabeza y un gran estómago.
Llevaba un sombrero de cervecero y una jarra de cerveza en la mano. Era un hombre alegre y jovial, que disfrutaba de la compañía de sus amigos y de una buena cerveza. Una especie de “Baco” a la flamenca. Por su relación con el mundo cervecero, a lo largo de los años se han abierto Clubs Gambrinus por todo el mundo.
LA CERVECERIA GAMBRINUS DEL PORTAL DE SANTA MADRONA
Valentín Pons abrió en 1881 la primera cervecería Gambrinus en la plaza de Santa Madrona, número 9, esquina con la calle Montserrat. Comunicaba la Rambla de Santa Mónica con la Avenida del Marqués del Duero. Era un lugar de encuentro de lo mejor y lo peor de la ciudad. Tenían como clientes a los militares del desaparecido cuartel de Atarazanas y los marineros que hacían escala en Barcelona.
El local era conocido por su cerveza artesanal y productos típicos alsacianos aunque también disponía de habitaciones para viajeros, es decir, también ejercía de pensión, era la más popular de los alrededores. Lo habitual era que los clientes de la pensión pasasen al bar para divertirse.
En la zona se encontraban casetas de libros viejos, cervecerías y lupanares visitados a menudo por miembros de la burguesía en busca de aventuras lejos de las miradas curiosas. La calle no tenía tránsito ciudadano y el que se acercaba sabía lo que había.
Era un lugar de encuentro de diferentes culturas. Los marineros que atracaban en el muelle cercano eran clientes habituales, y también lo eran los militares del cuartel de Atarazanas. Además, la cervecería era popular entre los artistas y escritores de la época. Su ambiente festivo, y pronto se convirtió en uno de los lugares más populares de la ciudad.
Muy cerca de la cervecería Gambrinus, en la misma calle Montserrat, se encontraba el Teatro Circo Barcelonés inaugurado en 1865. Era un lugar popular para los espectáculos de variedades, como circo, teatro y música. El teatro completaba el círculo de distracción para los turistas que solo buscaban ocio en sus paseos por la zona.
En la calle Montserrat también se encontraban otros negocios de ocio, como cervecerías, tabernas y casas de citas. Estas últimas eran un lugar popular para los marineros y los militares que atracaban en el muelle cercano.
El gerente de Gambrinus rehabilitó el primer piso para ofrecer banquetes pero a final tuvo que cerrar. Sin embargo, este cierre no supuso el final de la historia de Gambrinus.
NEGOCIOS DE LA CALLE MONTSERRAT A FINALES DEL XIX
Número 2-4. Convento de Santa Mónica y las paradas de libreros de libros viejos
Número 6. Antigua Cervecería – Restaurante Gambrinus, en pisos superiores el Mueblè Mont d’Or, en época franquista Monte de Oro
Número 8. Café Paris y La Alemana una tienda de gomas higiénicas “Condones”, tiendas que proliferaban cerca de los burdeles en el barrio chino, se anunciaban como “Gomas y Lavajes” a la que acudían muchos hombres para que les realizasen un lavado de perborato para evitar las infecciones venéreas.
Número 10. Bar – Baile Las Leandras.
Número 14. Bar Mundial y el baile Red Lion
Número 18. La taberna el Manco “El Manquet”.
Número 22. Cal Manco.
Número 24. La Isabel
Número 26. En este edificio había pleno ya que eran dos los burdeles: La Rosa y El Curro.
EL GAMBRINUS DE RAMBLA SANTA MÓNICA
En 1882, Valentín Pons decidió abrir un nuevo restaurante en la Rambla de Santa Mónica. Hacía esquina con el Pasaje Comercio, actual Passatge de la Banca donde hoy está el Museo de Cera.
El local, situado en un lugar más céntrico y accesible, fue un éxito inmediato. Era un bar con una sala de billar en la planta baja y un restaurante en el entresuelo.
GAMBRINUS DE PLAZA CATALUÑA
Ya entrado el siglo XX, la cervecería Gambrinus se trasladó a la plaza Cataluña. El nuevo local, situado en el chaflán con la calle Rivadeneyra, ocupaba el espacio de la Cervecería Munich, que había cerrado sus puertas.
CERVEZAS MORITZ
Luis Moritz Trautmann, originario de Alsacia, llegó a Barcelona en 1851. En 1854, junto con un socio, abrió una fábrica de cerveza en la calle Arco de Cires. El éxito de su negocio le permitió ampliar la fábrica y trasladarla al Portal de Santa Madrona.
Después de varios cambios, se vio obligado en 1864 a construir una nueva fábrica en la esquina de Ronda San Antonio y calle Casanovas. La fábrica estuvo en funcionamiento hasta la década de los 60.
CERVEZAS DAMM
Por otro lado, August Kuentzmann Damm, natural de Alsacia, se instaló en Barcelona en 1872. En 1876, fundó con su primo Joseph Damm su propia fábrica de cervezas en la calle Viladomat. En 1905, trasladó la fabricación de cervezas a la nueva fábrica ubicada en la manzana Dos de Mayo, Cartagena, Industria y Rosellón. La fábrica recibió el nombre de “La Bohemia” para recordar sus orígenes alsacianos.
Barcelona siempre ha sido una ciudad cervecera. La prueba la tenemos en la Damm y la Moritz, dos de las marcas más conocidas de cerveza en España. Ambas cerveceras protagonizaron en 1962 un hecho imposible de ver en nuestros días: realizar un stand conjunto en la feria de muestras de Montjuïc, presentándose con el nombre de «Cervezas Catalanas».
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