El desaparecido teatro Cómico del actual Paral-lel es otro de los locales emblemáticos de principios del siglo XX.
Lo mando construir Guillermo Juncà i Padró, un empresario del mundo del espectáculo que viendo la progresión de la zona, en lugar de construir un barracón de madera como hacían la mayoría de propietarios, quiso construir un local que por sí solo llamara la atención del espectador.
Para levantarlo en estilo modernista tardía eligió al arquitecto y urbanista Joaquim Raspall i Mayol.
Raspall tenía un historial edificios como el Teatro España de Plaza España y el velódromo de la calle Muntaner, la Fonda Europa, de Sabadell o la casa de viviendas de Josep Filella, en la calle Balmes.
1905 NACE EL TEATRO CÓMICO
El solar del futuro teatro estaba situado en la avenida del Marqués del Duero 85 y 87, entre las calles Tapioles y Poeta Cabanyes. Aparte del teatro, se construiría un café y un jardín en el que se realizarían en las temporadas de verano pequeños espectáculos musicales al aire libre y acontecimientos que no necesitasen el nuevo edificio y que se convertiría en “La Alameda del Cómico”.
El Cómico fue inaugurado el 21 de junio de 1905. Presentando a la compañía de zarzuela Pinedo con el programa: «Las estrellas» y «Dorotea».
Aunque en principio el local se especializo en representaciones de zarzuela, con el tiempo se adaptó a las nuevas costumbres de la época. Se dedicó a la revista cuando ésta triunfaba en Europa. Era un tipo de representación con números musicales y diálogos picarescos. También se realizaban veladas de boxeo y concursos de baile.
Dado el deseo de Guillermo Juncà de colocar al Cómico en uno de los preferidos del público, contrato entre 1925 y 1930 a Manuel Sugrañes Albert para que llevara la dirección artística del teatro, esto supuso que la programación fuera cogiendo cada día más fama y los empresarios madrileños vieron en el Cómico el teatro ideal para presentar sus espectáculos en la capital catalana, circunstancia por la que rápidamente se le conociera como “El Palacio de la Revista”, en vez de su verdadero nombre de Teatro Cómico.
En 1934, se presentó la revista “La Camisa de la Pompadour” en Barcelona. En 1935, se presentó la revista “Las Vampiresas”, con Carlos Saldaña Beut, más conocido como “Alady”. Alady llegó a Barcelona en 1934 y, con apenas un año de estancia en la ciudad, decidió quedarse. En 1936, se presentó la revista “Las Leandras”, que causó una nueva y gran sensación entre los espectadores.
Acabada la guerra civil el teatro continuó con una programación con dignidad pese a las dificultades de los tiempos de la mano del nuevo empresario Joaquín Gasa al hombre que lo logra encumbrar nuevamente al Cómico en primera línea al teatro.
En 1941 estrena la zarzuela “Déjate Querer” del maestro Guerrero. En 1949, presenta a la despampanante vedette Carmen de Lirio, que encabezaba la revista Escuela de Vampiresas. Carmen de Lirio tuvo su ración de prensa rosa:
Por razones desconocidas, en 1951 la autoridades gubernativas autorizan una subida exagerada en el precio del tranvía y la población inicia una huelga indefinida en el uso del tranvía en la que se producen grandes desordenes, ya que aparte de circular los tranvías sin ningún pasajero, la población arranca las piedras del empedrado de la calle y los bordillos de las aceras que colocan sistemáticamente delante de los raíles del tranvía.
Simultáneamente se empieza a relacionar al gobernador civil de Barcelona Eduardo Baeza Alegría, con la vedette del Cómico, lo que ilumina la imaginación de los estudiantes que una procesión continua y diaria se pasan todo el día en procesión por las ramblas con un lirio (Cirio) encendido y una botella de Agua del Carmen en la mano.
La protesta PRIMERA, que se realiza en tiempos de la dictadura incluso la detención del dirigente histórico del PSUC, Gregorio López Raimundo.
El resultado final fue la destitución del alcalde José María de Albert Despujol, del gobernador Civil Eduardo Baeza Alegría y la subida de precios fue anulada, volviendo a los anteriores precios.
En mayo de 1942, empezó una nueva época de éxitos con la llegada y presentación de cuatro personas inolvidables para los barceloneses de aquellos tiempos Artur Kaps, Franz Joham, Gustavo Re y Herta Frankel, más conocidos como los Vieneses… pero esto ya es otra historia.
En los años 50 el teatro empezó a tener problemas en la techumbre lo que se fue agravando con el tiempo al no realizarse trabajos de mantenimiento. Joaquín Gasa responsable de la programación (no del edificio) sentía pánico por el estado de la techumbre. Por lo que decidió dejar de realizar nuevos espectáculos.
El teatro cerró sus puertas el 17 de Mayo de 1962, una vez derribado se edificó un bloque de pisos.
Se desconoce qué hubiera pasado aquel mes de diciembre de 1962, cuando el día de Navidad, Barcelona sufrió una de las peores nevadas de la historia, ¿qué hubiera pasado si el teatro hubiera estado en pie, con la gran acumulación de nieve que tuvieron que soportar los terrados?
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