Josep y Francesc Masriera a finales del siglo XIX los joyeros más importantes de Barcelona. Todo empezó desde que la familia fundase en 1835 la joyería Masriera. Los hermanos querían un taller-estudio dedicado a las Artes. Se eligió el solar de la calle Bailén 70-72. Se encargó el proyecto a Josep Vilaseca i Casanovas (arquitecto de Arco del Triunfo y la Casa de los Paraguas).
La prensa de la época comento que el diseño fue hecho a semejanza de lo que se supone que fue el antiguo templo de Augusto del foro romano de Barcino.
UN TEMPLO DEDICADO A LAS ARTES
Los hermanos Masriera tenían un culto exagerado a las artes, fue por ello quisieron que su taller fuera un poco más que un taller original, ya que pretendían que fuera un “Templo a las Artes”. Para ello cuando en 1883, el proyecto estaba en su apogeo, encargaron al escultor Josep Reynés, dos esculturas de piedra representando a los pintores Marià Fortuny y Eduardo Rosales para colocarlas en el atrio del edificio, cosa que evidenciaba su gran admiración y el profundo respeto que tenían por ambos pintores.
La inauguración del taller-estudio, se celebró el 28 de abril de 1884, lo que supuso un acontecimiento social y cultural para la ciudad, que en aquellos momentos se encontraba en ebullición, con los preparativos de la Exposición Universal de 1888.
Pronto el lugar se convirtió en un lugar de reunión del mundo artístico, cultural y social, recibiendo la visita de personajes vinculados a las artes. En 1888 aprovechando su visita a la exposición, el rey Luis I de Portugal paso por el estudio y unos años más tarde en 1904, fue el propio Alfonso XIII el que también visito el taller de los hermanos.
REFORMADO EN 1912
Heredado en 1912, por Luis Masriera Rosés, decidió transformar el edificio en 1932, convirtiendo la planta baja en una sala polivalente para ofrecer conciertos y funciones teatrales, con el nombre de “Sala Studium”, creando también una compañía de teatro “Compañía Belluguet”, que efectuara la mayor parte de sus actuaciones en el propio edificio.
TEATRO STUDIUM
Como “Teatro Studium”, anunció su inauguración el domingo 7de octubre de 1934, pero los sucesos que comenzaron el sábado día 6, hicieron que se anulara la inauguración a causa de la revuelta, Durante esos días muchos cines y teatros no abrieron las puertas y tampoco se editaron los periódicos.
Solucionados los problemas la inauguración oficial, tuvo lugar el domingo siguiente día 14, con la representación de “Anacleto se divorcia” de Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández, interpretada por la compañía Galligó.
A partir de los años treinta empezó a incluir en su programa proyecciones cinematográficas. Era habitual el realizar temporadas, en las que solo realizaba sesiones de cine.
El domingo 21 de junio de 1936, se celebró una sesión de películas del II Concurso Nacional de Cinema Amateur, con la siguiente programación:
- «Les aventures d’en Situ» de Joan Llobet,
- Centre Excursionista del Valles de Sabadell. «Per terres de l’Africa» de Miguel iglesias,
- Cinemátic Club Amateur. «Assaig» de Joan Bisquets, A. C. A. Centre de Lectura de Reus.
- «Ultima jornada» de Jacint Arnau, Associació de Cinema Amateur de Barcelona.
- «Any non» de Emili Pujg, Centre Excursionista del Valles de Sabadell.
- «L’enemic de Venus» de Joan Salváis, Amice de les Arte de Terrassa.
- «La vida és un joc de mans» de Eusebi Ferré, Associació de Cinema Amateur de Barcelona, y
- «Bruxot…!?» de Amadeu Real i Josep Maria Ponsetí, Associació de Cinema Amateur de Barcelona
Durante la guerra civil fue confiscado por la Generalitat. Finalizada la guerra, se convirtió en la sede social del “Club Helena”, un club de teatro, que mantuvo la programación de teatro y cine, que estuvo en activo hasta el 31 de diciembre de 1951.
CENTRO RELIGIOSO
Fue vendido Centro Social de Actividades Culturales y Religiosas, y se instaló una comunidad de religiosas de la Compañía del Sagrado Corazón, en la que residían unas señoras, la mayoría ya de edad avanzada, miembros de una pequeña congregación religiosa, que se llama Pequeña Compañía del Corazón Eucarístico de Jesús, que en el 2009, cedieron la finca a la Fundación Privada Pere Relats.
En julio de 2020, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona, con el objetivo de destinarlo a equipamientos comunitarios por el barrio de la Dreta de l’Eixample. La transacción inmobiliaria consistió en una permuta, en la que el ayuntamiento cedió a la Fundación Pere Relats una finca municipal de la calle Llacuna.
Aunque los Masriera dejaran el edificio, no se olvidaron de la joyería. El padre Josep Masriera i Vidal, que fue el primer Joyero en 1839 y sus descendientes continuaron en el negocio de la Joyería fusionándose con una importante joyería del Paseo de Gracia con Aragón, en el edificio de la Casa Amatller.
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