Servei Estacio, Barcelona

La historia de este edificio es la historia de la ciudad de Barcelona. En 1924, Barcelona era una ciudad en crecimiento, y la demanda de automóviles estaba creciendo rápidamente. Service Station fue una de la primera gasolinera de estilo americano que  se convirtió rápidamente en un éxito.

En 1924, dos empresarios catalanes, José Manzanares Baró y Luis Marimón Carbonell, fundaron la sociedad anónima Service Station, S. A., con el objetivo de abrir la primera gasolinera al estilo americano en la ciudad de Barcelona. La estación de servicio se situó en la calle Aragón 270-272, entre el Paseo de Gracia y la Rambla de Catalunya, frente al actual museo Tapiés.

La gasolinera tenía una arquitectura y un mobiliario inspirados en las gasolineras estadounidenses. Contaba con una gran marquesina, varios surtidores de gasolina, un taller mecánico y una tienda de accesorios. También ofrecía una variedad de servicios para los automovilistas, como lavado de coches, cambio de aceite y cambio de neumáticos.

1930

Los clientes de Service Station, S. A., podían dejar su coche en la gasolinera y mientras tomaban un café, los operarios no sólo le ponían gasolina, sino que limpiaban los cristales y, si era necesario, realizaban una operación rápida de mantenimiento.

La gasolinera tenía el sobrenombre de “Le Palais Automobile” . No sólo vendía gasolina, sino que también se encargaba del mantenimiento de todo tipo de vehículos.

Incluso ponían presión a las ruedas de los coches. Esto le valió que años después, la empresa norteamericana Chevrolet designara a Service Station, S. A., como su sede central.

Su taller fue un gran aliciente para los automovilistas que se habían comprado su primer coche pero que no tenían ninguna noción de mecánica. El éxito de la empresa fue tal que al cabo de un año decidieron abrir sucursales en Lleida, Girona y Palma de Mallorca.

Con el golpe de estado de 1936, la empresa fue expropiada y cayó en manos de los colectivos sindicales. José Manzanares, el fundador de la empresa, fue expulsado de su propia empresa y, por miedo a que su vida corriera peligro, decidió marcharse a Mallorca para evitar males mayores.

Al acabar la guerra, José Manzanares tuvo que hacer una importante reestructuración de su empresa. Los almacenes estaban vacíos, la maquinaria estaba averiada, la documentación se había perdido y el personal estaba deprimido.

Esta situación mermó el ánimo emprendedor de Manzanares, que decidió dimitir de sus cargos en la empresa y trasladar al gerente de su sucursal de Palma de Mallorca para que se pusiera al frente del operativo de reconstrucción del centro.

La empresa Servicio Estación se vio obligada a diversificar su oferta de productos para sobrevivir a la recesión. Esta medida, junto con la llegada del gerente de Mallorca Manuel Oromí Catasús, que había sido puesto al frente del negocio por José Manzanares tras su dimisión, y la introducción del nylon y el plástico en el establecimiento en 1950, revitalizó las ventas que durante mucho tiempo habían estado estancadas.

LA LLEGADA DEL PLÁSTICO

La llegada del plástico cambió muchas cosas en Servicio Estación. La empresa empezó a vender productos para el hogar, no sólo a particulares sino también a empresas de la construcción. Estas empresas encontraron una gran variedad de artículos a precios especiales que no les obligaba a comprar masivamente. Además, los productos estaban disponibles en pleno centro de Barcelona.

Hoy en día, el vetusto edificio que en 1924 se inauguró como Service Station, fue convertido en Servicio Estación durante la dictadura, y se ha convertido en un local moderno con escaleras mecánicas que la democracia lo ha convertido en “Servei Estació”.


Si le ha gustado la web La Barcelona de antes. Puede seguirme en La Vanguardia en Autores

Si te interesa la historia de Barcelona no dudes en consultar algunas páginas de referencia:

SERVICIO ESTACION, LA PRIMERA GASOLINERA «AMERICANA».

Navegación de la entrada