FUE EL PRIMER TRAMO DE LA RAMBLA QUE SE CONVIRTIÓ EN PASEO

Según varios historiadores fue el primer tramo que se acondiciono como paseo. Empezaba en el Llano de la Boqueria y acababa en la calle de Conde del Asalto y Plaza del Teatro. Con el derribo de la segunda muralla y construcción de la tercera, fue la zona que tuvo una mayor implicación por parte del ayuntamiento y de las fuerzas vivas en urbanizarse más rápidamente.

La construcción de la tercera muralla y el desvío de la riera d’en Malla, encontró en esa zona una evolución del lugar mucho más rápida que en las otras ya que fue la escogida por la burguesía barcelonesa para construir en la parte superior de la misma, en 1844, el Gran Teatro Liceo. Las posibilidades económicas de sus asociados y su implicación en el gobierno del ayuntamiento directa o indirectamente, hicieron el resto.

Las pruebas la tenemos en el artículo de la reciente publicación de La Vanguardia del día 21 de enero de 1882 en su página 4, en la que decía: «No se ha dado principio a las obras de renovación del empedrado del Llano de la Boquería por haber presentado la Junta del Gran Teatro del Liceo una instancia al Excelentísimo Ayuntamiento, pidiéndole la modificación del trazado de aquel punto, el más céntrico de Barcelona. Según nuestros informe: la Junta del primero de nuestros coliseos desea que se forme una plaza frente del Liceo y para ello sería necesario corlar la Rambla y desviar algunos metros hacia la calle del Hospital el paso desde la de San Pablo a la de la Boquería, disminuyendo en consecuencia las dimensiones del actual Llano de la Boquería».

La burguesía pretendía que los días de función, tanto a la entrada como a la salida del Liceo, la zona se convirtiera en una especie de pasarela para que los asistentes a las funciones pudieran desfilar por la plaza y así poder exhibir sus vestidos.

Esta lucha entre burguesía y ayuntamiento, empezó a ser la comidilla de los cronistas de la época que llamaron aquel trozo de la Rambla “El Terrat”.

En las otras zonas de las Ramblas cuando se empezó a construir el teatro Liceo ya se habían construido edificios importantes, pero la construcción del Liceo, la hizo salir de su primitivo letargo aquel trozo de las Ramblas.

Este poder factico consentido por el poder municipal, hizo que la zona tuviera muchas preferencias con respeto a las otras partes del paseo.

EL PRIMER TRAMO ILUMINADO CON ELECTRICIDAD

Tomás Dalmau

Fue el primer tramo en acondicionar su suelo quedando un poco más elevado que el resto del paseo. Pero este hecho no fue el único problema que tuvo el ayuntamiento y los socios-accionistas del Gran Teatro Liceo. La soberbia de dichas personas llego hasta tal límite de pretender urbanizar el sector a su gusto y comodidad.

Otra prueba del entonces poder factico de aquel tiempo lo volvemos a tener en La Vanguardia del 1 de abril de 1881, cuando publicaba: «El conocido óptico señor Dalmau, infatigable para dar a conocer en Barcelona todos los adelantos del ramo a que se dedica, ha presentado al Ayuntamiento un proyecto para iluminar con luz eléctrica toda la Rambla del Centro. El proyecto consiste en colocar desde el Llano de la Boquería hasta la plaza del Teatro, diez lámparas en el centro de la Rambla, sostenidas por cinco arcos. Cada lámpara tendría la potencia e intensidad de cien mecheros de gas, de modo que juntas sumarian la de mil mecheros y el coste sería relativamente económico».

Ese mismo año e inició la colocación y la inauguración, del primer alumbrado eléctrico, de ese trozo de las Ramblas.

Francesc Dalmau, precursor de la modernidad de nuestra ciudad, trajo dos pares de teléfonos Bell para que en 1877, se hicieran en la Escuela de Ingenieros, las primeras pruebas de telefonía en el país.

CALLES QUE DESEMBOCABAN POR EL LADO RAVAL

Calle San Pablo, que empieza entre Pla de la Boqueria y Rambla del Centro y que finaliza en el Paralelo.

Calle Unión: durante muchos años en el principio de las Ramblas, estuvieron ubicados un grupo de distribuidores mayoristas, para kiosqueros, tiendas de periódicos y particulares, con números atrasados de periódicos y revistas, posteriormente fascículos, que no habían podido ser adquiridos en su día.

Pasada la calle Unión, existió el colegio San Buenaventura que tras los acontecimientos de 1835, fue abandonado por los franciscanos, siendo desamortizado. En el lugar la familia italiana Durio, construyo un edificio llamado “La Fonda de Oriente”.

Un poco más abajo nos encontramos con la calle Conde del Asalto, actual “Nou de La Rambla”, una de las calles más importantes de primeros de siglo XX. Era la calle más utilizada por los carruajes de una forma desenfrenada para desplazar a los clientes de los espectáculos a la entrada y salida de los locales hasta los puntos de recogida.

CALLES QUE DESEMBOCABAN POR EL LADO GÓTICO

Calle Fernando: iba directamente a Plaça de Sant Jaume, Palau de la Generalitat y Ajuntament. En un principio cuando se diseñó, se pretendía que fuera desde las Ramblas hasta el Parque de la Ciudadela.

Fue bautizada en sus inicios como Fernando VII de España, en honor al rey reinante como. En 1910, se procedió acortar el nombre, rebautizándola como calle de Fernando VII, con la llegada de la segunda república, pasó a llamarse calle de Fivaller, antiguo consejero catalán.

En 1939 la dictadura recupero el antiguo nombre de Fernando. En 1980 se transformó en carrer Ferran. La calle en sus inicios no era como la conocemos ahora, sino un recoveco de callejuelas que partían desde la muralla. 

Bajando un poco más, nos encontramos con el pasaje Colón una pequeña abertura con soportales que te invitaba a visitar la Plaza Real.

La plaza fue construida en 1850, en el antiguo solar que ocupaba el convento de los padres capuchinos, derribado después de los sucesos de 1835 (que había quedado vacío), después de su derribó. Al llegar a este punto nos encontrábamos con la Plaza del Teatro.

PRINCIPALES EDIFICIOS Y COMERCIOS (lado Gótico)

EL CAFE DE LA OPERA

Nº 1. Confitería “La Palma”, de Gual Casarrobona. En este lugar estuvo situado a finales del siglo XVIII, una taberna en la que se despachaban los billetes de transporte para las diligencias que salían hacía los diferentes puntos de España y el lugar de llegada de dichas diligencias, que entraban o salían por la Puerta de San Antonio.

Con la inauguración del Gran Teatro del Liceo, el local tuvo su primera restauración con el fin de adecentar y decorar una parte del local para poder atender a los espectadores del Liceo, convirtiéndolo en la “Chocolatería El Mallorquín”.

En la parte superior, estaba situado el Hotel Restaurant Internacional, formado por un edificio de dos cuerpos construido en 1884, uno de los cuerpos del edificio, se construyó sobre la parte del cerramiento que adornaba la fuente del Llano de la Boquería. En 1928, los antepasados de los actuales dueños adquirieron el local, ya que el local había perdido su condición de oficina de viajes y después de una restauración integral, lo inauguraron como el Café de La Ópera, en enero de 1929.

En noviembre de 1971, Joan Font i Pujol, fundó en una de sus mesas, la compañía de teatro catalán Els Comediants”, compañía le realizo la clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. En la actualidad esta compañía afincada en Canet de Mar.

CASA BONET

Nº 3. Casa Bonet, camisería y ropa masculina inaugurada en 1890. Estaba decorada con madera de caoba en estilo Modernista Vienes. Era otro de los sitios ideales de la burguesía que acudía al Liceo ya que en sus talleres, también les confeccionaban sus camisas a medida y les surtían de las últimas novedades que iban poniéndose de moda en las tiendas de Paris y Londres.

Con motivo de su centenario en 1989, sus propietarios realizaron una gran reforma de restauración en la madera de los escaparates para reparar los daños causados por el tiempo. Esto trabajo de imagen de la zona, ya que el local quedo como nuevo, supuso el agradecimiento momentáneo por parte de las instituciones.

En 1992, con el ¡Bum!, de las Olimpiadas, fue galardonado por el ayuntamiento con un premio, colocando en la acera, delante de la tienda una placa que decía “Guapa para siempre”. Al acto de homenaje del ayuntamiento, la Generalitat no quiso ser menos y en julio de 2002, le otorgó el Premio de “Tradición Comercial”. Esa ilusión por mantener una firma centenaria de prestigio, en plenas Ramblas, no tuvo la respuesta debida por parte de las autoridades, al autorizar el aumento desmesurado de los alquileres antiguos en las zonas turísticas de la ciudad.

La camisería Bonet, después de tres generaciones luchando por su supervivencia, capeó la presión de los propietarios para adaptarse a los nuevos alquileres pero tuvo que cerrar sus puertas, el 30 de noviembre de 2007.

RESTAURANTE MARTIN Y CINE MARTIN

Nº 5. En primer negocio instalado fue el Restaurante Martin propiedad de Martin Pagés, propietario del Hotel Martin de San Hilario Sacalm. También expendía billetes para los coches que transportaban clientes para el hotel.

Hombre emprendedor en julio de 1881, decidió trasladar el restaurante al primer piso para ubicar en la planta baja dos salones, uno para convertirlo en varios salones privados y otro con la llegada del cinematógrafo, para convertirlo en uno de los primeros cines. 

Fue inaugurado el 17 de junio de 1900, proyectando “El rosal maravilloso”, siendo uno de los primeros locales que proyectaron una película en color. Pasados unos meses el cine desapareció, sin tener noticias durante un tiempo.

En esa época Pagés, conoció a Fructuós Gelabert, uno de los primeros pioneros en revitalizar el cine catalán, entonces Pagés, decide retomar con Gelabert, el olvidado tema de la cinematografía. Fructuós que había rodado en 189, la película “Riña en el café” con una cámara construida por él mismo. Vio en Martin la persona indicada para poder adentrarse en el mundo del cine.

Después de una reforma del antiguo cine lo restauraron para inaugurarlo el 27 de diciembre de 1903, como Cinematógrafo Paris. Cinco días después el día de Año Nuevo estrenaron la película “María Antonieta”, un éxito que acaparo los comentarios de público y crítica.

En el edificio estuvo situada la Imprenta de J. Verdaguer. Este hecho que no tiene ninguna relevancia histórica, tiene una importancia que demuestra la vulnerabilidad o la prepotencia de algunos ayuntamientos para tomar decisiones caprichosas. La imprenta estaba situada frente al Teatro Liceo y como tal sus anuncios estaban realizados con todas las garantías de errores. En 1845, la imprenta se anunciaba como Rambla nº 87. Posteriormente 21 años después, los sectores con predominio en el ayuntamiento lograron la división de las Ramblas y la imprenta se anunciaba en 1886, como Rambla del Mig 5. Ayuntamiento o poderes facticos, fueron los responsables del despropósito de la segunda numeración de las Ramblas.

CAN BERISTAÍN

Casa Beristaín

Nº 13. Armería, Caza y Pesca Beristaín, conocida como “Can Beristaín”, uno de los comercios más relevantes de la zona. Había abierto sus puertas en La Rambla de las Flores para pasar a abrir una sucursal en la calle Ferran 2-4, (lado mar), local en la que estuvo hasta que la Confitería Llibre, abandono el local para trasladarse a la Plaza Cataluña. 

Sus primeros tiempos estuvieron dedicados a la armería, haciendo competencia con la armería Schilling, que estaba en el número 23 de Ferran. Eran tiempos en que la caza, era popular entre la burguesía. La evolución de la sociedad, hizo que derivara sus ventas al mundo del deporte. El cansancio posterior le hizo que en 1983 escuchara una oferta de la multinacional McDonald’s que instalo una de sus tiendas en aquel rincón de las Ramblas.

Nº 17, al llegar a este número, las hemerotecas nos dan un aviso. Según sus informaciones, en 1876, se habían fundado en la Rambla de los Estudios 6, la agencia de publicidad Roldós que 1896 fundo el periódico Las Noticias y que posteriormente gracias a su implantación en la ciudad, se tuvo que trasladar al primer piso de dicho edificio.

Nº 25. Tort-Matamala.  Un Bazar de Cirugía y Ortopedia, que figuraba como uno de los más adelantados de toda Europa.

CAFE RESTAURANTE SUIZO

Nº 31. Café Restaurante Suizo. La historia del local tiene dos historias, las cuales empezaron en distintos locales y acabaron cuando el segundo local se adueñó del primero. La historia empezó, poco después de la inauguración de la plaza Real en 1850. En 1857 el local perteneciente al nº 17, es adquirido para montar el Café Suizo. En 1861 Mario Zanfa, ciudadano italiano que había llegado a Barcelona, observa el local y decide adquirirlo.

1932

El negocio no le termino de gustar que los iotros socios, Maffioli y Starna, propietarios desde 1777, de la Fonda dels Falcons en la calle Escudillers esquina con Còdols, que tenían experiencia en el ramo y querían ampliar sus negocios.

El local, que inicialmente había abierto sus puertas como cafetería, pronto instalo una cocina para empezar a realizar bocadillos y platos sencillos. Viendo la aceptación por parte de los clientes, realizaron unas obras para instalar una cocina te permitió que a partir de 1886, el Café Suizo, se convirtiera en Café Restaurant Suizo aunque para los clientes y el público en general fuera conocido como el Suizo.

Nuevamente la aceptación por parte del público les hizo pensar en una posible ampliación. La oportunidad les llegó en 1880, cuando un local de la Ramblas 40, había decidido abandonar su negocio. Viendo las posibilidades de unión de los dos locales Maffioli y Starna, decidieron quedarse con el local y realizar una reestructuración completa.

Las obras permitieron abrir el local con dos puertas: la antigua de la Plaza Real y la nueva en la Rambla del Centro 31 que rápidamente adquirió un gran prestigio entre los barceloneses, intelectuales y también entre los visitantes de la ciudad. Este hecho, fue propicio para que el local creara una zona de reservados en el entresuelo, generalmente ocupado por reuniones familiares, comerciales e incluso políticas, siendo habituales las reuniones del capitán general de Cataluña el general Primo de Rivera. El político regionalista Francisco Cambó, el radical Alejandro Lerroux, o el millonario Juan March.

Entre los asiduos del local figuraron nombres como Valentí Almirall, Pitarra, Conrad Roure y más adelante Santiago Rusiñol, Narcís Oller, Ferran Agulló o el cronista Tomàs Caballé i Clos, que llegó a instalar su lugar habitual de trabajo.

Durante los años de la Renaixença se estableció una guerra intelectua, entre los escritores tertulianos, ya que pasaban tardes enteras defendiendo la sintaxis de las formas de las palabras plurales. Unos iban en favor de utilizar de que fueran en «es» mientras otros opinaban que lo correctos era que acabaran en “as”, esto llevaba a tardes enteras de discusiones pasadas de tono. Finalmente, para evitar discusiones, abandonaron la tertulia los partidarios de las «as», que se trasladaron su lugar de tertulia al Café Español.

FONDA CUATRO NACIONES

Nº 35. Empezó su historia como Fonda Cuatro Naciones en 1770, por los ciudadanos italianos Fortis y Primatesta, aunque han sido varias las fechas que se han dado, de sus principios. La primera vez que salió reflejada, literalmente fue a consecuencia de un escrito del 2 de agosto de 1799, de Rafael de Amat y Cortada miembro de una familia adinerada nacido en 1746, autor de un diario personal de sesenta volúmenes, escrito desde 1769 hasta su muerte en 1819, conocido como “Calaix de sastre”. 

Según Rafael de Amat, escribía en su diario el nuevo hotel construido en el siglo XIX, el Hotel “Cuatro Naciones”, (hacía referencia a Francia, Italia, Inglaterra y Portugal). De esa época las crónicas recuerdan la estancia de muchos personajes importantes:

Frederic Chopin y su pareja George Sand lo visitaron tras un viaje a Mallorca después de haberle detectado la tuberculosis. Albert Einstein en su visita en 1923, Ulysses S. Grant, el 18º presidente de los Estados Unidos, que había iniciado en Andalucía el 5 de octubre de 1878.

En 1889, el Coronel W. F. Cody, “Buffalo Bill, antiguo jefe de los Batidores del Ejército de los Estados Unidos, en su visita a la ciudad con motivo de la inauguración del Hipódromo de Barcelona, situado en la esquina de Aribau – Rosellón con entrada principal por calle Muntaner y Su Majestad Alfonso XIII, en. 1904. Posteriormente el hotel pasó a convertirse en Fortis y Comp. En 1880, tuvo una época afrancesada en la que llego a anunciarse como: Grand Hotel et 4 Nations.

Un hecho que me dejo un poco extrañado, al consultar la hemeroteca de la Vanguardia del lunes 5 de febrero de 1917, en su edición de la mañana era la importancia que en aquel tiempo se daban a las esquelas de las personas importante. En la primera página de La Vanguardia, solo salían dos esquelas, una del director de La Vanguardia, Don Ezequiel Boiset y Castells, que había fallecido el 2 de febrero del 1916 y otra de Federico Bussone y Durio de 38 años cuya familia había construido la Fonda y posterior Hotel Oriente y que habían instalado la capilla ardiente en el Hotel de 4 Naciones. Esto venía a confirmar que fueron varías, las familias italianas, que se instalaron en aquella época en el ramo de la hostelería en Barcelona.

Con el desplazamiento de la ciudad hacía el ensanche que coincidió con el deterioro de aquella zona de la ciudad el Hotel 4 Naciones, perdió protagonismo y en 1929 paso a convertirse en el Hotel Sicoris, que volvió a dividir el hotel en dos edificios para traspasando. En 1966, el edificio principal del hotel fue adquirida, por la familia Saiz, padre de los actuales propietarios que restauro el hotel y rescato parte de su historia para volverla a poner a servicio de la ciudad con el primitivo nombre “Hotel Cuatro Naciones”.

Nº 37. Desde 1850 en los bajos estuvo el comercio Medina, proveedor de Efectos Militares. En 1929, una parte de los bajos del edificio que daba a la Rambla, abría como anexo del hotel Sicoris que en 1934 amplío el restaurante con los bajos del hotel. En julio 1939, fue obligado a cerrar junto a otros locales de la zona por permitir el juego en su establecimiento, prohibido desde la llegada de la dictadura. Después de la unificación de la numeración con el número 38: en 1959 se instaló Banco de Vizcaya.

PRINCIPALES EDIFICIOS Y COMERCIOS (lado Raval)

Nº 2, Joyería Carlos Vendrell, que estuvo ubicada en el lugar, desde 1840. Posteriormente fue vendida a la Sociedad del Gran Teatro del Liceo para que la convirtiese el 21 de enero de 1954 en el Conservatorio del Liceo.

EL LICEO

El Liceo se empezó a construir en 1847. En 1861 sufrió su primer incendio del que solo se salvó “El Vergel”, (conocido después como “Sala de los Espejos”) y la fachada principal de las Ramblas, (las mismas dos cosas, que se salvaron en el incendio de 1994. El primer Liceo fue construido bajo la dirección de Josep Oriol Mestres, en el tiempo record de un año. 

El 7 de noviembre se inauguró la temporada 1893-1894 con la representación de Guillermo Tell. En mitad de la representación el anarquista Santiago Salvador, situado en las localidades del último piso, lanzo dos bombas al patio de butacas que ocasionaron 20 muertos. Este hecho que resulto repudiado el aquel momento por todos los ciudadanos, sufrió un repentino cambio de interpretación, durante el periodo de la guerra civil, ya que el alcalde y concejales, decidieron dedicar una calle a el anarquista, que efectuó el atentado.

S. Salvador

El miércoles 15 de febrero de 1939, La Vanguardia (entonces con el sobrenombre de «española»), publicaba en su página 4 una carta al director de un vecino de la Mediana de San Pedro para pedir al alcalde que la calle volviera a su primitivo nombre, ya que las autoridades municipales durante la guerra civil, la habían renombrando con el del anarquista Santiago Salvador.

Tras el segundo incendio, ocurrido el 31 de enero de 1994, el Liceo fue reconstruido respetando su decoración y estilo originales con importantes mejoras tecnológicas que lo han convertido en uno de los teatros más modernos del mundo.

Nº 6. Clínica del Doctor Lloret. Banca Chaves y Cía. Calzados Maxims, que después de la llegada al poder de la dictadura, en 1940 tuvo que asumir la castellanización comercial pasando a denominarse Calzados Máximo.

Nº 8. Librería Francesa “La Librairie Française” fundada por los hermanos Alphonse y Joseph Piaget, que tuvo su origen en 1845, después fue ampliada adquiriendo el nº 10. En 1914, la librería fue adquirida por la firma Hachette, con la unificación de la numeración, pasó a ser el nº 57, cerró sus puertas en 1972.

Librería Francesa

Nº 10. Bar del Centro frecuentado por revolucionarios, sindicalistas, periodistas, poetas, aprendices de torero y cupletistas. En este bar se reunía la redacción del semanario “Los Miserables”, publicación, desde la que se lanzaban proclamas revolucionarias. Los camareros de este local, atendían a la clientela, a la antigua usanza, con chaqueta blanca y servilleta colgada del brazo. El bar tenía un sótano que con el tiempo se acondiciono como “Nido de Arte” con un letrero que estaba al bajar la escalera, que decía «Au fond de la mer» El Fondo del mar. En un rincón del fondo de la sala se encontraba un viejo piano desafinado que invitaba a los clientes, a teclear unas notas.

Entre los muchos clientes que visitaban el local se encontraba Manuel Fontdevila Crujiente, autor teatral y periodista, que llego a ser director del «El Heraldo» de Madrid de línea claramente antimonárquica y republicana. Al acabar la guerra decidió exilarse a Argentina para no ser detenido. Falleció en Buenos Aires el 18 de mayo de 1957. El local fue un lugar donde el olor a sudor era lo más frecuente. Con la inauguración de los nuevos locales de la zona sufrió la desaparición de los clientes habituales que se desplazaron hacía los nuevos locales, donde la limpieza y orden estaban presentes. En 1929, su propietario traspasó, el local a los propietarios de Librería francesa para su ampliación.

Nº 20, En 1628 Convento San Buenaventura y posteriormente en los bajos, la Librería López Bernagosi, la Librería Española Antonio López, Banca Mas Sarda. Gran Hotel Oriente. Y Granja Royal Oriente.

Nº 22. En 1628 el Convento San Buenaventura se convirtió en la Fonda Oriente tras la desamortización, n 1842. En 1931 el local se convirtió definitivamente en el actual Hotel Oriente.

Nº 24. 1595 Colegio de la Orden Mendicante de los Carmelitas Calzados de San Ángel Mártir. Anteriormente los monjes se habían instalado a finales del siglo XIII, en la calle del Carmen, al lado del antiguo Hospital de la Santa Creu. Con la desamortización, el local fue utilizado como almacén por José María Nadal, posteriormente, después de una restructuración, fue convertido en cuartel de la guardia civil.

En 1886 fue adquirido por Manuel Girona, para construir la sede central del Ateneo Barcelonés que aprovecho la capilla de la antigua iglesia para habilitar la biblioteca de la institución. Anteriormente, Manuel Girona había adquirido unos solares en la Calle Ausias March entre Roger de Flor y Sicilia para trasladar el cuartel de la Guardia Civil. Se calculó que el nuevo cuartel sería capaz de alojar cómodamente a más de mil hombres. Actualmente el local ha sido reformado para albergar la sede de la Guardia Urbana de “Ciutat Vella”.

Nº 26. El diario La Publicidad fue fundado el 25 de febrero de 1878, con el nombre de “El anunciador Catalán” pasando después a cambiar la cabecera con el nombre La Publicidad. Su éxito le obligo a buscar en la Rambla del Centro el lugar en el que poder desarrollar la edición de una manera más eficaz. El traslado a la Rambla del Centro tuvo lugar el 18 de julio de 1886 aunque en sus inicios fue editado en castellano. Adquirido en 1922, por Acció Catalana, rama liberal de la Lliga Regionalista, el 1 de octubre de 1922, empezó a editarse en catalán, cambiando la cabecera, con el nombre de “La Publicitat”. Finalizada la Guerra desapareció el 23 de enero de 1939.

En los bajos abrió sus puertas la administración de lotería núm. 35 de María Illa. Los problemas familiares y el desorden en la manera de llevar el negocio le ocasionaron unas pérdidas considerables que causaron su detención y posterior ingreso en prisión. Esta circunstancia la obligó a cerrar la administración en 1936. Finalizada la guerra, en 1943, la administración fue adquirida por Agustín Bosch, que continuo regentando la administración número 35.

Nº 30. 1885, tras sus inicios Sastrería Pantaleoni Hermanos. 1908, Atracción de Forasteros. Constituida por el ex alcalde Domènec Joan Sanllehy i Alrich, casado con Anna Girona i Vidal, marquesa de Caldes de Montbui hija del banquero Manuel Girona, miembro organizador de Caja de Pensiones de Barcelona actual “La Caixa”.

Domènec edito la revista turística, “Barcelona Atracción”. En 1945 la junta Provincial de Turismo recogió la antigua idea y público la revista hasta 1954, fecha en la que desapareció definitivamente.

Centro Galego de Barcelona, (aunque su andadura tiene sus comienzos en 1892, diversos avatares hicieron, que no fuera hasta 1948, que volviera a refundase como un único centro de unión y reunión de los gallegos que vivian en Barcelona, instalándose encima del Cabaret “La Buena Sombra.”

Nº 32. 1892, Café Restaurant Americano. 1899 Diario Mercantil. Salón Mágico, Salón Teatro Moderno, de 1907 a 1925, teatro que podríamos llamar de bolsillo. 1932 Agrupació Catalans d’Amèrica. 1945 Bodega Los Candiles.

Nº 34. Salón de Proyecciones, local en que se ofrecían películas y también se ofrecían actuaciones personales, conocidos posteriormente como Variedades. Fue derribado para construir el Excélsior Billar, fundado por un grupo de entusiastas del billar que celebraban sus partidas en el sótano en el que se celebraban partidas con apuestas incluidas. Fue reformado convirtiéndose en uno de los cabarets con más fama de la ciudad, por el que pasaron políticos, aristócratas, toreros y escritores.


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RAMBLA DEL CENTRO O DE CAPUCHINOS

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