La Plaza de toros de las Arenas fue la segunda plaza de toros permanente construida en la ciudad de Barcelona, vino a sustituir a la primitiva plaza del Toril, construida a las afueras de la muralla, en la Barceloneta, en 1934.
El auge que estaban teniendo a primeros de siglo XX las corridas de toros y la afición del pueblo por la tauromaquia, hizo que sus propietarios pensaran en construir una nueva plaza con una mayor capacidad y sobre todo mucho más confortable.
Otro problema que también querían solventar los propietarios fue la de la situación, ya que la plaza de la Barceloneta construida a las fueras de la muralla, quedaba algo lejos, en un descampado polvoriento, que con el aire o la lluvia era un lugar poco apropiado.
En aquella época no había transporte público y para los que tenían que ir caminando era un problema el llegar a ella situada en un descampado sin urbanizar, no había problema de aparcamiento para los carruajes pero si para las señoras porque llegaban con sus vestimentas y zapatos todas llenas de polvo.
Para la construcción de la nueva plaza, se buscó una zona de fácil acceso, a las afueras a la que se pudiera llegar en carruaje y que no hubiera problemas de aparcamiento, se pudiera llegar con carruaje hasta la entrada, con una capacidad de espectadores muy superior que la de la plaza de “El Torin” (que era como se llamaba), ya que en los días de grandes eventos había quedado excesivamente pequeña.
La actual zona de la futura Plaza de España, que estaba a las afueras de la ciudad, no tenía grandes problemas de aparcamiento, ya que todavía se había urbanizado la zona que no llego hasta los años 20 con motivo la exposición de 1929, hacía poco tiempo que se había realizado la Exposición de 1888 y nadie pensaba en nuevos eventos en aquella parte de Barcelona.
Era la salida de la ciudad hacia el pueblo de Sans y demás pueblos de la zona, tenía una cruz de término que se instaló en 1344 que se utilizaba antiguamente para marcar los límites de los municipios.
Esta cruz en muchos sitios estaba debajo de una ligera cubierta para resguardarla de las inclemencias del tiempo), este fue el motivo que la calle que sale de la Plaza España hacia Sants, se nominara calle de Cruz Cubierta.
La plaza de toros se construyó en un montículo llamado “Coll dels Inforcats”, lugar donde en el siglo XIV se había instalado una horca y cuando se producía un ajusticiamiento, la Parroquia del Pi iba en procesión a Cruz Cubierta para recoger en procesión los restos del ajusticiado. Esta costumbre quedo anulada a comienzos del siglo XVIII, cuando se construyó la Ciudadela y se trasladaron las horcas que se levantaban en el cerro de los *Inforcats a dicho recinto.
Los terrenos fueron adquiridos por Julio Marial, un reconocido constructor de la época que donaría a la ciudad de una nueva plaza de toros. El coste total ascendió a 1.650.000 pesetas. Los números no fueron finalmente los que se esperaban y la propiedad recayó en la Banca Marsans.
LEVANTADA POR AUGUST FONT CARRERAS
Fue construida en estilo neo-mudéjar, por August Font i Carreras, el arquitecto barcelonés, que entre otras obras dirigió las obras de restauración y reforzamiento de la cúpula central del Pilar de Zaragoza y dirigió la finalización del cimborrio la fachada gótica de la catedral de Santa Eulalia de Barcelona, como se ve se adaptaba a diferentes tipos de obra.
Tenía una capacidad para 14.893 personas, constaba de tendidos, gradas cubiertas de sol y sombra y, en un piso superior, 52 palcos y asientos de andanada y el ruedo 52 metros de diámetro.
La ciudadanía barcelonesa veía en los festejos taurinos su mayor espectáculo de ocio y acudía en masa y con pasión a las corridas de toros.
El citado constructor no solo fue el impulsor de la plaza de toros de Las Arenas, sino también, gestiono con su empresa las obras de monumentos realmente importantes de Catalunya, entre otros El Arco de Triunfo, El pantano de Flix, El Palau de les Heures, El Teatro Principal o el mítico Hotel Oriente de las Ramblas, entre otros.
Con la construcción de la Plaza de Toros Las Arenas el lugar perdió el aspecto tétrico que anteriormente tenía la antigua salida de la ciudad.
1900 INUAGURACIÓN DE LA PLAZA DE LAS ARENAS
La plaza constituyo un hito importante en la sociedad barcelonesa y de los pueblos cercanos, que abarroto la ciudad de visitantes para poder asistir y admirar, la nueva plaza por su belleza exterior, su amplitud y proporciones que la convirtió en la mejor plaza de toros de España.
Fue inaugurada el 29 de junio de 1900 con una corrida mixta de ocho toros del duque de Veragua, lidiados por los rejoneadas Mariano Ledesma e Isidro Grané que como era normal actuaron en primer y quinto lugar y por los matadores de toros Luis Mazzantini, Antonio de Dios, Conejito, y Antonio Montes.
1926 PEDRO BALAÑÁ GESTIONA LA PLAZA
En 1926 se hizo cargo de la empresa Pedro Balañá Espinós, un empresario fundador de una dinastía de hombres dedicados a dirigir empresas de espectáculos, primero fueron los toros y luego fueron los cines y posteriormente los teatros, etc.
Durante la Guerra Civil el coso taurino fue utilizado por las fuerzas republicanas como cuartel y también durante ese tiempo, como lugar idóneo por su capacidad, para la celebración de varios mítines políticos.
Una vez finalizada la guerra civil se celebró la “Corrida de la Victoria” en homenaje al “Glorioso Ejercito”, lidiándose toros de La Coquilla por los diestros Marcial Lalanda, Victoriano de la Serna y Pepe Bienvenida.
OTROS USOS
La plaza de toros no solo sirvió para celebrar corridas de toros. En su coso durante mucho tiempo todos los martes por la noche se celebraban combates de Lucha libre americana, esporádicamente se celebraban combates de boxeo y espectáculos de Circo.
En verano en las noches de las Verbenas de San Juan y San Pedro, se hacían dos funciones por la noche con Charlotadas en las que actuaban dos novilleros jóvenes y una banda cómico-taurina, las más conocidas de la época, El Empastre, La Llapisera, El Bombero Torero, esta se presentaba con unos toreros enanos que hacían las delicias de los niños.
También tuvo su momento deportivo ya que al no haber en aquella época Pabellón de Deportes, en ella se celebró la final de “La Copa del Generalísimo de Baloncesto”, los años 1946 y 1950. Posteriormente se construyó “el Pabellón de Deportes” entre Gran Vía, Llansa y Sepúlveda a pocos metros de la Plaza España, fe fue utilizado como velódromo ocasional.
Esta afición por el mundo del espectáculo le lleva o a convertirlo durante dos temporadas de verano en cine y actuaciones de zarzuela.
Fue inaugurado como cine el domingo 30 de junio de 1946 con un programa espectacular con la proyección de películas de la R.K.O. 3 dibujos de Walt Disney, 3 campeonatos mundiales de boxeo en lo que se encontraba la única derrota de Louis por K. O. el combate de Max Schmeüng – Joe Louis.
La película en español del combate celebrado en New York el día 19 entre el mismo Joe Louis y Billy Conn, en diez días de Nueva York a Barcelona. Finalizando la temporada el sábado 14 de septiembre, proyectando el extraordinario programa de “Tarzan y su hijo” por Johnny Weissmuller y “El hijo de la furia”, por Tyrone Power.
Aprovechaba las noches de verano para ofrecer no solo espectáculos de lucha libre, boxeo sino actuaciones de espectáculos de flamenco, Dado el éxito del año anterior el miércoles 9 de julio de 1947, volvía al mundo del cine con la proyección “Mamá a la fuerza” y “Míster Lucky”. Finalizo la temporada de verano el domingo 7 de septiembre de 1947, con la proyección de “Una chica se divierte” y “Sospecha”.
Sin poderlo catalogar como cine, durante la temporada de verano ofreció cine a aquellos espectadores, que querían disfrutar de dos películas de cine al aire libre, con la gran particularidad que los programas se cambiaban diariamente y aunque no eran de plena actualidad, servían para que alguna persona que se hubiera perdido el poder verla aprovechara aquella noche para poder visionarla a la luz de la luna. Los precios no eran excesivamente caros 2 pesetas las sillas del ruedo y 1.30 los asientos de tendido.
1977 ULTIMA CORRIDA
Dado que la fuerza de los toros declinaba en 1977 decidió dejar la plaza sin actividad celebrando el 19 de junio la última corrida de toros.
Tuvieron que pasar más de treinta años, para que se volviera a dar otra vez vida al edificio y después de un largo recorrido (con alguna pausa por imperativos económicos) en marzo del 2011 se inauguró un gran centro comercial con una cantidad de tiendas y un multicines moderno, unas tiendas comerciales, locales de restauración y una terraza desde que se puede admirar una gran vista de Barcelona, y de su Monumental Fuente Mágica.
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