METROPILITAN CINEMAWAY (1909-1911)
El Metropolitan Cinemaway fue construido en la calle Cortes 605-607 (actual Gran Vía) por el conocido fabricante de géneros de punto Domingo Comamala.
Comamala quiso crear un cine diferente a los demás, y para ello se puso en contacto con José Canudas, quien fue el encargado de diseñar la sala de proyección.
Canudas ambientó la sala de proyección en un vagón de ferrocarril, lo que daba al espectador la sensación de estar viajando por los países de todo el mundo. Además, Canudas instaló una serie de aparatos reproductores de sonido para dar al espectador la sensación de un viaje real.
El Metropolitan Cinemaway se inauguró el 6 de febrero de 1909 y fue un éxito inmediato. El cine se convirtió rápidamente en uno de los lugares más populares de Barcelona para ver películas. El Metropolitan Cinemaway estuvo en funcionamiento hasta 1911, cuando fue cerrado por problemas económicos.
El Metropolitan Cinemaway fue un cine pionero en el uso de la tecnología audiovisual. El cine fue uno de los primeros en instalar un sistema de sonido y proyección, lo que le dio una ventaja sobre otros cines. El Metropolitan Cinemaway también fue uno de los primeros cines en utilizar efectos especiales, lo que le permitió ofrecer a los espectadores una experiencia única.
Las proyecciones del Metropolitan Cinemaway eran muy emocionantes. Los espectadores podían sentirse como si estuvieran viajando por el mundo, gracias a los sonidos grabados de las estaciones y los trenes, así como de los países visitados. También podían ver proyecciones de viajes realizados en tranvía en ciudades españolas o extranjeras, lo que les llevaba a realizar recorridos urbanos por diferentes ciudades de España.
La expectación inicial por el Metropolitan Cinemaway se desvaneció rápidamente cuando dejó de ser una novedad. En enero de 1911, el cine cerró sus puertas.
1911 IDEAL CINEMA
Fue el segundo cine con ese nombre en la ciudad, después del Ideal Cinema, que había abierto sus puertas en 1909.
Era un edificio impresionante. Tenía una fachada artística y un interior lujoso. El vestíbulo era grande y elegante, y la sala de proyección tenía capacidad para 500 espectadores. Las butacas eran cómodas y había 12 ventiladores que proporcionaban frescura y un ambiente agradable durante las proyecciones de verano. Después de cada sesión, los ventiladores eran utilizados para desinfectar y perfumar la sala.
En 1913, el ayuntamiento le otorgó el premio extraordinario a las construcciones comerciales que sobresalían por su calidad artística. El premio fue entregado por el teniente alcalde, señor Mir y Miró, en representación del alcalde, señor Collaso, junto con el arquitecto municipal, señor Falques, y el secretario de la Junta municipal de Bellas Artes, señor Pirozzini.
UN PIONERO EN LA PROGRAMACIÓN INFANTIL
El Ideal Cinema fue uno de los cines pioneros en la programación infantil. El jueves 15 de abril de 1915, inauguró los «Jueves infantiles», una función de tarde dedicada a los niños. Además de proyectar películas infantiles, el cine obsequiaba a todos los niños que asistían a la sesión con caramelos y un globo. También se sorteaba un precioso y valioso juguete.
El domingo 4 de julio de 1915, el cine anunció el cierre del cine durante la temporada de verano. Sin embargo, el cine ofreció una programación extraordinaria para despedir la temporada. Por la mañana, se obsequió a todos los niños con un paquete de bombones. Por la tarde y noche, se proyectó la película filmada durante la Fiesta de la caridad celebrada en la cumbre del Tibidabo. La fiesta era organizada por el Círculo del Liceo desde hacía tres años.
La programación infantil del Ideal Cinema fue un éxito. El cine se convirtió en un lugar popular para que los niños disfrutaran del cine. La programación también fue un éxito financiero. El cine ganó mucho dinero con los Jueves infantiles, y la programación extraordinaria del verano también fue un éxito. Al acabar el verano abrió sus puertas por poco tiempo pues su propietario estaba en conversaciones con la empresa que gestionaba el cine Bohemia para venderlo. Cerró el 10 de marzo de 1916.
La empresa Bohemia conocedora de que Guillermo Llibre (propietario de una pastelería en la Plaza Cataluña), tenía puestos sus ojos en el cine Ideal para construir un local espectacular. Lo arrendó en 1918 y sin necesidad de realizar ningún cambio en sus instalaciones.
PALACE CINE (1916-1924)
Reabrió puertas el sábado 11 de marzo un día después de su cierre como cine Ideal, programando conjuntamente con el Cine Eldorado: «La revista Pathe», «A casarse tocan», «Pricot y el artículo», «Artimaña de la abuelita», «Así es la vida» y la cuarta serie de «Los misterios de Nueva York» cuyos títulos eran «El retrato mortal» y «La catástrofe del faro».
Finalmente, en 1924, Llibre consiguió comprar el local y comenzó a construir un nuevo edificio en su lugar. El nuevo edificio, que se llamó Casa Llibre, fue inaugurado en 1925. Era un edificio elegante y moderno, que incluía una confitería, un restaurante, un salón de té y un salón de baile.
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