Barcelona tuvo a finales del siglo XIX dos teatros con el nombre del “Nuevo Retiro” uno en la esquina de la Rambla de Catalunya con Ronda de Universidad, inaugurado en 1889 y otro con dos entradas una por Gran Vía y otra por Diputación, entre Rambla de Cataluña Balmes. Pese a haber entrado ambos en la historia por derecho propio, como teatros barceloneses, ninguno de los dos tuvieron una importancia teatral extraordinaria. Del segundo teatro hablaremos en otro post.

 

Los problemas municipales de entonces y las desavenencias de los partidos políticos tuvieron la estación sin servicio y sin ser derribada durante dos años, lo que impedía la apertura de la Ronda de Universidad y la urbanización del principio de Rambla Catalunya.

 Esta incapacidad para solucionar el problema, impedía a apertura de la Ronda de Universidad, por lo que en 1884 la estación fue clausurada. Vista de nuevo la dejadez administrativa en 1886 el Estado lo expropió y empezó a urbanizar la zona y la apertura de la Ronda Universidad.

 

El Nuevo Retiro se levantó en el solar donde había estado la primitiva estación de Martorell, inaugurada en 1854 y dejada fuera de servicio 1882. Fue proyectado por Claudi Duran i Ventosa, arquitecto de la diócesis de Solsona y arquitecto municipal en San Juan de Horta que había hecho muchas obras en Sant Martí de Provençals. Fue uno de los primeros en utilizar cemento armado en sus edificios.

artículo de «La Vanguardia»

El teatro lo construyó el maestro de obras Domingo Balet en tan solo 20 días, lo que fue alabado por todos los periódicos. La decoración corrió a cargo de los pintores Moragas y Urguellés.

El local disponía de un vestíbulo semicircular, un café anexo y una platea de 20 metros de anchura y una elevación de 13 metros, con 16 palcos en los laterales, un gran local para aquellos tiempos ya que tenía un aforo superior a los 2.500 espectadores.  

 Fue inaugurado oficialmente el 5 de agosto del 1889. En la cartelera de La Vanguardia tan sólo se anunciaban cinco teatros ya que muchos empresarios no lo consideraban relevante. La programación estaba dedicada básicamente a la representación de zarzuelas y óperas.

 

Los primeros espectáculos corrieron a cargo de una compañía que había tenido un gran éxito el invierno pasado en el teatro Eldorado. Se presento un programa de cinco zarzuelas: «La Gran Vía», «Dos canarios de café», «Con permiso del marido» y «La iluminada» (parodia de La bruja).

Un hecho provoco, el cambio de nombre del local por Teatro Gayarre. El gran tenor Julián Gayarre, moría en Madrid el 2 de enero de 1890, tras sufrir un accidente en plena función. Algunas fuentes comentaron que la muerte había sido debida a un suicidó dada su desesperación a causa de la perdida de voz y no a un accidente.

 

Con motivo de la pérdida del tenor la empresa del teatro Nuevo Retiro junto con los nuevos propietarios que adquirían el local, decidieron cambiar el nombre del mismo y convertirlo en el Teatro Gayarre.

El nuevo teatro Gayarre abrió sus puertas el sábado 10 de enero con la presentación de una Compañía de ópera italiana, con la representación «Fausto».

Posteriormente en el local se realizaron espectáculos de variedades en los que no faltaron los números con animales. En una de esas noches en el que en el espectáculo intervinieron los leones, una de las leonas dio un fuerte zarpazo al domador Mr. Fritz, del que tuvo que ser asistido y que se hizo eco al día siguiente La Vanguardia.

La urbanización de la Plaza y la Rambla de Catalunya y la necesidad de realizar construcciones espectaculares que dieran empaque al lugar, propicio el cierre del teatro en 1907.

La desaparición del teatro Gayarre supuso la construcción de la Casa Agustí Manaut, que pese al tiempo y las reformas sigue resistiendo a través de los siglos.

 


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EL TEATRO NUEVO RETIRO QUE DESPUÉS SE LLAMÓ TEATRO GAYARRE

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