el Regulador, Barcelona

El actual Hotel Bagués y Restaurante El Regulador, tiene sus orígenes en un edificio construido en 1848 para Francisco Piña en la Rambla de las Flores número 37 esquina con la calle Carmen.

Fue construido por el ebanista y posteriormente maestro de obras y arquitecto Josep Fonserré i Doménech, que en 1851 solicitó al Ayuntamiento que rebajara el piso de la antigua pescadería para hacer desaparecer las escaleras situadas frente a la Iglesia de Belén.

1895 El Regulador

Francisco Piña, había contratado a Josep Fontseré i Doménech, para que construyera un edificio clásico de cinco plantas, con un estilo romántico y dedicar el edificio al alquiler individual.

Fontsere construyó una fachada dividida en tres tramos. En los bajos había diseñado puertas de medio punto aplacadas de piedra, para los locales comerciales y una puerta de entrada de línea recta como puerta de entrada al edificio.

En el primer piso y el segundo, diseñó unas pilastras jónicas que contrastaban con el estucado rosado del resto de la fachada. El resto, los dos pisos superiores estaban separados por una cornisa, como si hubieran sido proyectados posteriormente, en esta parte las pilastras estaban sustituidas por unos grupos escultóricos con imágenes infantiles realizados en terracota.

1895 JOYERÍA RELOJERÍA EL REGULADOR

En 1895, el joyero Joan Boix, vecino del edificio desde 1883, alquilo los bajos del edificio y después de una reforma importante rayando en un recargadísimo estilo abrió el local como la nueva joyería y relojería El Regulador.

1912 El Regulador tras la reforma

Tal fue la poca aceptación por la decoración exterior del edificio por parte de la ciudadanía que en 1910, el arquitecto Josep Bori y el decorador Salvador Alarma rediseñaron la joyería, dándole un aire más elegante con una decoración de estilo modernista que mereció la distinción del Ayuntamiento en los premios concedidos en 1911 con un premio extraordinario. Desgraciadamente durante el periodo pre-bélico la decoración fue destruida y saqueada por grupos de anarquistas.

1948 JOYERÍA BAGUÉS

En 1948, la tienda fue adquirida por la joyería Bagués (fundada en 1917), de los hermanos Narcís y Amadeu Bagués, posteriormente en 1955 realizaron una reforma dejando los bajos de la fachada como los había diseñado el constructor. La joyería sufrió un pequeño cambio exterior que fue durante su existencia fruto de muchas leyendas.

El patriarca Bagués persona con un espíritu comercial, pensó que para atraer a futuros clientes a mirar el escaparate y posteriormente entrar a comprar, lo primero que debería hacer era atraerlos a mirar el escaparate y la mejor manera de lograrlo era atraerlos con hechos mejor que palabras.

La solución fue bien sencilla decidió colocar en la entrada que daba a la calle del Carmen, una báscula de color rojo para poder pesar gratuitamente, esto supondría que las personas que pasaban con destino a la Boquería incluso pudieran comprobar el peso de la compra.

La “Bascula”, era de la marca SAA, fue fabricada el 30 de noviembre de 1948 con número de patente 137354, era de hierro de tipo industrial y pintada en rojo oscuro con unas medidas de 1’70 metros de altura y 0,50 metros de anchura.

Las leyendas de su utilización eran como consecuencia de poder comprobar si habían sido engañados por los comerciantes en el peso de un producto, para aquellas personas que realizaban un control de peso y comprobar sus variaciones surgieron mil y una leyendas distintas.

La “Bascula”, fabricada para la Joyería El Regulador en la actualidad, sin encuentra en las oficinas del “Mercat de la Boquería”.

2010 HOTEL BAGUÉS

En 2010 el edificio fue vendido a la compañía Derby Hotels Collection, que después de una restauración integral fue convertido en el hotel de 5 estrellas Hotel Bagués. Los restauradores no obstante siguieron conservado en gran parte los elementos del edificio. En la decoración de cada una de las 31 habitaciones, pusieron piezas de la colección Masriera que las convertían en pequeños museos. En la primera planta del hotel construyeron una sala convertida en la Sala Museo Masriera.


 

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