La primitiva casa de Tomas Santos de Lamadrid, diseñada por el arquitecto de la burguesía barcelonesa Enric Sagnier i Villavecchia fue construida en el año 1900, en la actual calle Muntaner 240, esquina con la calle Buen Pastor 1 y Avenida Argüelles (actual Diagonal).
Santos de Lamadrid había conseguido, una importante fortuna en la zona caribeñas de la América central y había decidido fijar su residencia en la capital catalana, por lo que busco con la compra de la manzana ampliar su imperio financiero y vivir holgadamente.
En su regreso a Barcelona, habían adquirido prácticamente todos los terrenos de la manzana formada por las calles: Muntaner, Aribau, Travesera de Gracia y Buen Pastor, había reservado lo que para él era la mejor zona la esquina situada en la avenida Argüelles para construir su residencia familiar. El resto de solares los dejaba para poder negociar con los constructores que buscaban solares o con posibles propietarios individuales que quisieran construirse un palacete.
Santos de Lamadrid encargo a Sagnier un edificio que fuera realmente sorprenderte y digno de aquella zona que según los sondeos sería una de las más lujosas de la ciudad. El Palacete constaba de una fachada recta en la parte inferior se habían construido unas ventanas pequeñas que daban luz al sótano del edificio.
En la planta baja se ubicaría la zona noble con una puerta de entrada en el centro acabada en la parte superior con arco de medio punto. La puerta estaba custodiada por dos ventanas, seguidas de miradores redondeados para acabar con una ventana de unión con las edificaciones vecinas.
En la primera planta donde se ubicarían los dormitorios de la familia, destacaba un balcón corrido con baranda de piedra con tres salidas con puertas rematadas con filigranas en su parte superior. A ambos lados del balcón en el lado izquierdo destacaba un mirador curvado con columnas u cristales y en la parte derecha otro mirador algo más sencillo, los dos miradores en cada lado, parecían terminaciones propias de las almenas de los castillos medievales.
El cerramiento en la parte central estaba completado con una galería con columnas cerrada con un techo en el que destacaban unas figuras rectas.
Sagnier había querido rizar el rizo de la fachada central dando en las esquinas el cambio de dirección con las calles de Muntaner y Buen Pastor, con dos miradores diferentes en cada uno de los lados, rematados con unas terminaciones propias de las almenas de los castillos, en los que se observaba una asimetría total.
Mientras en la calle Muntaner el edificio seguía el acabado del resto del edificio, en la calle de Buen Pastor, destacaba una cúpula piramidal, que daba la impresión de pertenecer a una pequeña iglesia con un balcón de baranda de piedra semicircular.
En el interior el vestíbulo de entrada en el que sobresalían dos columnas redondas que parecían querer sostener el primer piso partía una escalera espectacular con una preciosa baranda de hierro forjado, que al llegar se encontraba con un pasillo circular en el que unas colondas adosadas a la baranda, sostenían un cúpula de cristal que daba luz al interior del edificio. Su jardín era espectacular.
1935 UN NUEVO PALACETE DE SEIS PLANTAS
En 1935 la familia Santos de Lamadrid, viendo el auge que ha tomado la actual avenida Diagonal, decidió derribar el viejo palacete con el fin de edificar un nuevo edificio de seis plantas, proyectado por Emilio Gutiérrez Díaz, en un estilo monometalista. Estaba proyectado en tres tramos, la planta baja, con un portal acabado en arco de medio punto flaqueado por locales comerciales.
Un tramo central de cuatro pisos, con cuatro poderosas columnas estriadas. En los dos pisos superiores separados por una terraza que hace de cornisa, las columnas estriadas se transforman en unos paneles con relieves de figuras humanas.
En 1936 el comienzo de la guerra civil paralizo las obras en varias ocasiones, no pudiendo ser inaugurado hasta bastante después de finalizada la guerra.
En sus bajos durante un tiempo estuvo instalada una sucursal de la primitiva Librería Francesa fundada por los hermanos Alphonse y Joseph Piaget, suizos de nacimiento pero de nacionalidad francesa, inaugurada en 1845 en la Rambla del Centro 8, hoy con la reunificación de las Ramblas correspondería al número 57.
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hola quisiera saber qué descendientes tuvo Tomás Santos de la Madrid , con nocimos tuvo una hija que creemos falleció en travesía en barco a argentina y luego viajo a cuba y eeuu