Cine Coliseum, Barcelona.

El actual teatro Coliseum fue uno de los primeros cinematógrafos elegantes de Barcelona. Anteriormente en el lugar ya habían sido construidos dos teatros.

  • El primero entre 1896 y 1890 había sido el teatro Nuevo Retiro y posteriormente
  • el Palacio de la Ilusión entre 1901 a 1913, en la entonces calle Cortes 255. Actual avda. de les Corts Catalanes, 599.
entrada del Nuevo Retiro por la calle Diputación

entrada del Nuevo Retiro por la calle Cortes

anuncio del Palacio de la Ilusión en las ramblas

En 1913 cerró sus puertas quedando el local cerrado durante un tiempo. En 1919, un grupo de empresarios de Barcelona fundó la sociedad «Metropolitana S.A.» con el objetivo de construir un cine espectacular en la ciudad. Querían que este cine sobresaliera de los muchos barracones que había en aquella época, y que resultara atractivo para la burguesía, que no solía frecuentar los cines por sus condiciones de comodidad, que no estaban a la altura de los teatros.

El grupo de empresarios que impulsaron la construcción del cine Coliseum estaba formado por Josep Solà i Guardiola, propietario-director de la revista El Mundo cinematográfico; Victoriano Saludas Tronco y Eduardo Maristany i Gibert, marqués de l’Argentera y director de la Compañía de Ferrocarriles MZA.

El primer consejo de administración de la sociedad Metropolitana S.A. estuvo formado por el marqués de l’Argentera, Ramón Almirall Trius, Antonio Feliu Prats, Juan Valldaura Carbonell, Enrique Buxeres Bultó y Julio Morín Labbe. La aportación inicial de capital fue de 2.000.000 de pesetas.

Una vez legalizada la sociedad, los empresarios se pusieron a buscar un lugar idóneo para construir un cine que reuniera sus expectativas.

Uno de los primeros solares que encontraron fue el que había ocupado El Palacio de la Ilusión, situado entre la Rambla de Cataluña y la calle Balmes.

Este cine había cerrado en 1913, y antes había sido ocupado por el Panorama de Plewna.

EL PROYECTO SE ENCARGÓ A FRANCESC DE PAULA NEBOT

El arquitecto Francesc de Paula Nebot i Torrens presentó un diseño de tipo ecléctico inspirado en la Ópera de París. Una vez aceptado el proyecto, Nebot buscó a los mejores artesanos de la época para que participaran en la construcción del edificio: Torra Pasani, Fernández Casals y Gonzalo Batlle.

La construcción fue extremadamente compleja debido a la gran participación de empresas, la dimensión de la obra y las dificultades para transportar y mover los materiales necesarios. En aquellos momentos, no existía la maquinaria actual, por lo que los trabajos fueron aún más laboriosos.

La excavación del solar fue obra de la casa Pujadas y Llobet, quienes utilizaron una potente máquina extractora (única en aquella época) para realizar los trabajos. La estructura del edificio debía ser capaz de soportar el peso del techo y el público, por lo que se construyó en hierro.

La empresa «Hierros y Construcciones» de Torras Martí era la única que podía garantizar la calidad de la estructura. Sin embargo, las vigas eran demasiado grandes para transportarlas, por lo que se montaron en el propio solar del edificio.

En marzo de 1920, las obras ya ejecutadas habían costado 3.000.000 de pesetas. Para poder continuarlas, la sociedad decidió ampliar su capital. Sin embargo, esta circunstancia provocó ciertos comentarios de una crisis interna de la sociedad. Estos sugerían que existían posibles desavenencias internas de tipo financiero, dentro de la sociedad Metropolitan, primer nombre con el que se pensaba bautizar al Coliseum.

UN EDIFICIO IMPONENTE

La fachada monumental presentaba un porche con una curvatura convexa adornada con columnas pareadas de estilo corintio. Sobre este porche se construyó una balconada de piedra con una terraza para el primer piso y una balconada superior con un arco triunfal, en el segundo. En este arco se había esculpido un grupo de figuras alusivas a las musas, obra de Pere Ricart. Coronaba el edificio una cúpula central, diseñada por Valeri Corberó. Esta cúpula estaba custodiada por dos torres de estilo barroco, que finalizaban la fachada.

Entre la cúpula y el techo arqueado del edificio, había un espacio que se construyó para albergar un casino, pero nunca se llegó a realizar. Este espacio era un lugar maravilloso, escondido en el Coliseum, y al que se accedía a través de una estrecha escalera que se encuentra al final del ascensor que conduce a la cúpula.

Era una sala octogonal, con un conjunto de columnas pareadas que sostienen una «mezanina» (un espacio multifuncional destinado a cualquier tipo de evento puntual). La sala contaba con una maravillosa luz natural, pero sin luz eléctrica debido a su falta de uso.

En febrero de 1923, meses antes de su inauguración, los periódicos publicaron noticias sobre la huelga de los albañiles que trabajaban en la construcción del Metropolitan, el cine más lujoso de Europa. La construcción del edificio había costado más de 4.500.000 de pesetas. El Coliseum contaba con un moderno sistema de calefacción, ventilación y refrigeración Schneider, que podía introducir 32.000 metros cúbicos de aire purificado por hora, frío en verano y caliente en invierno.

El Coliseum tenía una platea confortable, dos pisos con 50 palcos con mesas velador y 1.815 butacas. Fue una sensación en la ciudad.

interior del Coliseum

La gestión de la programación fue realizada por la propia empresa hasta enero de 1924. Sin embargo, Josep Solá, presidente de la empresa, se puso en contacto con Vidal Gomis, representante en Barcelona de la firma Bilbao Seleccine, S. A., que tenía la exclusiva para España de la Paramount. Gomis se encargó de la programación desde enero de 1924.

Gomis trató con los directivos de Bilbao Seleccine: los señores Ybarra, Revilla, Baranderen y Barandica. Con el visto bueno de los representantes de Paramount en Londres, nombraron director del Coliseum a Casimiro Bori.

1923 SE INAUGURA EL COLISEUM

El Coliseum fue inaugurado el miércoles 10 de octubre de 1923. La Vanguardia, en su página 6, publicó un anuncio a media página que resaltaba que la GRAN FUNCIÓN INAUGURAL estaba dedicada a la Asociación de la Prensa Diaria. Al acto asistieron las autoridades locales y eminentes personalidades de la cinematografía española y extranjera.

La función se inició con una Selección Majestic, seguida de Actualidades Universal. A continuación, se proyectó la graciosísima película cómica A casarse tocan, interpretada por Neal Burns. Posteriormente, la Banda Municipal de Barcelona, dirigida por el maestro Lamote de Grignon, ofreció un concierto.

El Coliseum en 1923

En exclusiva para la empresa Gaumont, se proyectó la película La moderna Dalila. La función concluyó con la comedia No es tan fácil, acompañada por la orquesta del maestro José Cumellas Ribo, compuesta por 28 profesores.

Por sus características especiales, el Coliseum se convirtió en un espacio polivalente, en el que se ofrecieron en innumerables ocasiones representaciones teatrales, ópera, zarzuela, ballet, recitales, etc.

El 25 de octubre de 1925, la Orquesta Pau Casals ofreció un concierto en el Coliseum. Este fue uno de los múltiples conciertos que el artista dio en la ciudad.

1928 SE INAUGURA EL CLUB BILLAR BARCELONA

El 14 de febrero de 1928, se inauguró en el sótano del Coliseum el Club Billar Barcelona. Este club fue el decano de los clubes de billar españoles y albergó a las Federaciones Catalana y Española de billar. La Federación Española de billar se trasladó a Madrid en la década de los 40. Actualmente, solo funciona el Club Billar Barcelona.

El jueves 19 de septiembre de 1929, se inauguró oficialmente la primera sesión de cine sonoro en el Coliseum, con el estreno de la película de Paramount “La Canción de París” con Maurice Chevalier. Este evento marcó definitivamente la explosión del séptimo arte.

El 20 de marzo de 1930 se realizó el estreno oficial de la opereta de la Paramount “El desfile del amor”, protagonizada también por Maurice Chevalier. Cuatro días antes se había celebrado el estreno para las autoridades y los invitados. Esta fue la primera película sonora realizada por el sistema de la célula fotoeléctrica. La película llegó a Barcelona 23 semanas después de su estreno en el cine Criterion de Nueva York.

El 31 de octubre de 1934, La Vanguardia publicó que Casimiro Bori, director del Coliseum, y los vigilantes Mariano Gómez y Manuel Monserga habían sido puestos en libertad tras prestar declaración. No se encontraron cargos contra ellos ni contra la empresa del Coliseum.

El lunes 20 de abril de 1936 se estrenó la película de la Paramount “Deseo”, protagonizada por Marlene Dietrich y Gary Cooper. El estreno se realizó antes que en Nueva York y París, y no se programó su reestreno hasta el mes de octubre.

Con motivo del estreno, se entregaron a los asistentes varios obsequios, entre ellos un frasco de extracto “Jungla”, un perfume de moda en aquellos días, a las damas que asistieron al evento.

(continua la historia en otro capítulo…)


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