El desaparecido convento de Santa Mónica se levantó junto a la antigua Iglesia de Santa Mónica. Se empezó a construir en el siglo XVII en la zona baja junto al puerto, las actuales Ramblas. (anteriormente esa parte de las Ramblas, era conocida como Rambla de Santa Mónica).
La primera piedra del convento fue colocada el año 1616. Fue de las dos construcciones el primer edificio que se construyó y fue inaugurado en 1619. La iglesia sufrió un retrasó en su construcción y no fue inaugurada hasta 1634 fecha en la que se celebró la primera misa.
EL TEMPLO
Tenía una fachada con la figura de Santa Mónica obra del escultor Sala.
Otra de las reliquias que tuvo la iglesia destruida en 1936 estaba presidiendo el altar mayor, pintado por J. Juncosa y lo decoraba un cuadro de Santa Mónica que estaba pintado por Francisco Guirro.
En 1835 la Iglesia después de una reforma importante sufrió un cambio de nombre ya que se puso también bajo la invocación de San José.
ATAQUE DURANTE LA SEMANA TRÁGICA Y LA GUERRA CIVIL
A principios del siglo XX, con motivo de la Semana Trágica de Barcelona de 1909, sufrió una serie de destrozos por las fuerzas anticlericales que irrumpieron en muchas iglesias profanándolas y quemando y destrozando imágenes y tumbas. Finalizada la revuelta y una vez aplacados los tristes sucesos, todos los desperfectos fueron restaurados.
Pero esto no fue nada en proporción a los actos vandálicos que tuvo que sufrir en 1936. Después del alzamiento nacional del 18 de julio del general Franco, los pelotones revolucionarios de la CNT junto con otros grupos de exaltados, asaltaron la vicaría y mientras unos empezaban a incendiar y arrasar todo lo que encontraban en el templo.
Otros entraron y arremetieron contra el rector y el vicario de la parroquia, los detuvieron para llevarlos a ser juzgados ante un tribunal en las dependencias del Sindicato del Transportes que estaba ubicado en el edificio frente a la iglesia.
La indignación que había en aquellos momentos en la ciudad por el golpe de estado era enorme y las masas que estaban encolerizadas no permitieron que ambos clérigos llegaran a ser juzgados, el vicario fue asesinado en el centro de las Ramblas. El rector de la parroquia no tuvo tampoco ocasión de pregonar su inocencia ya que fue abatido a las puertas de la propia iglesia.
La Iglesia en los días sucesivos sufrió continuos saqueos y sacrilegios, con constantes incendios de sus respectivos departamentos, finalmente el edificio fue derribado para evitar posibles derrumbamientos.
Los efectos de la Guerra Civil fueron tan devastadores, que los restos de iglesia original fueron completamente destruidos, en su lugar se construyó una nueva iglesia de línea más moderna.
En los años 80 el convento fue adquirido por la Generalitat de Catalunya que convirtió el antiguo convento en el “Centro de Arte Santa Mónica”.
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