LA CALLE BALMES AÚN SIN URBANIZAR
El desaparecido «Chalet del Cinema» estuvo situado en la calle Mallorca 220 esquina con la calle Balmes, aún sin urbanizar. Carente de edificios y lo que era peor sin transito circulatorio y tan solo con las dos vías del ferrocarril de Barcelona a Sarria, circulando por el centro de su calzada. No había sido urbanizada a partir de la Diagonal y el Ferrocarril de Sarria corría a sus anchas perfumando el ambiente con su olor a carbón y repartía la carbonilla entre los barceloneses durante su recorrido.
EL CHALET DEL CINEMA, PROPIEDAD LA EDITORIAL SALVAT
En un tiempo en que las construcciones construían eran bajas, el edificio constaba de una estructura en los bajos de tres secciones con frontones escalonados en los laterales, mientras que la zona central culminaba con una barandilla en la azotea de la primera planta más adentrada respecto a la fachada de los bajos.
En la sección más alejada de la calle Balmes estaba la entrada al inmueble y en el lateral opuesto un amplio ventanal. La sección central presentaba un cuerpo de tres ventanales.
Durante su existencia fueron varias las empresas que ocuparon el desaparecido edificio, a tenor de los apuntes históricos ofrecidos por Enric Comas i Parer en su estudio histórico de la ocupación del desaparecido edificio y de los relatos de los episodios vividos.
Todo apunta a que el primer propietario del local fue desde la inauguración hasta bien entrada la década de los 1910 fue la Editorial Ramon Salvat.
1920, METRO GOLDWYN MAYER IBERICA S.A
Posteriormente en la década de 1920 el inmueble fue ocupado por la Metro Goldwyn Mayer Ibérica S.A que instaló sus oficinas y su departamento de publicidad para toda España.
Con la implantación de la Republica se instaló una empresa de doblaje de películas para poder abastecer a nuestros cines de diálogos en español ya que fue la época que con la llegada del cine sonoro más gente se acercaba a los locales cinematográficos.
TRASLADO DE LAS OFICINAS
La saturación de la demanda de películas en español, provoco que la empresa se tuviera que trasladar a un edificio de Mallorca 201, junto a la calle Aribau para poder ampliar sus estudios y satisfacer a los empresarios cinematográficos españoles.
Fue vital el éxito de la empresa de doblaje que muchas empresas distribuidoras trasladaron sus oficinas a la zona de la Izquierda del Eixample para poder intentar colocar sus películas por delante de las de sus competidores porque los espectadores, apenas entraban a los cines que continuaban proyectando las películas mudas.
Una que como era lógico en aquel tiempo fue la Metro Goldwyn Mayer que con una potencialidad económica aplastante con estrategias publicitarias intentaba bloquear a la empresas pioneras en aquel momento Paramount, la Fox y la Universal Films Española.
En 1930 La Metro presento un anuncio (como siempre intentando captar al público femenino), se celebraba en la plaza de toros de las Arenas una corrida a beneficio del gremio de camareros de Barcelona y según la Metro estos habían nombrado presidenta de honor de la corrida a la inigualable Greta Garbo y está por motivos profesionales no podía asistir.
La Metro solicitaba a aquellas chicas que creyesen que tenían un parecido con Greta Garbo se presentaran en la administración del “Cine” calle Mallorca 235 o en el edificio de la Metro Mallorca 220, a las concursantes se les realizaría una foto que les seria mandada a Greta Garbo y ella en agradecimiento correspondería con una foto dedicada.
La guerra entre las distribuidoras llego a tal extremo que en 1933 La Metro Goldwyn Mayer, publicó un anuncio en la Vanguardia que causo un furor entre el público femenino, ofreciendo la posibilidad de convertirse en artista en un anuncio con motivo del rodaje de la película “La Viuda Alegre”, publicaba este anuncio en La Vanguardia.
«La elección de la protagonista de la Viuda Alegre en España». En el anuncio, se ofrecía a las espectadoras la oportunidad de rodar junto al famoso artista francés Maurice Chevalier la grabación de la nueva versión de «La viuda Alegre», que se rodaría próximamente en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer, ubicados en Culver City, Estados Unidos. Como podemos suponer, las oficinas de la Metro en Barcelona se colapsaron al leer el anuncio debido a las presuntas nuevas artistas.
A partir de 1935, la Universal Films tomó el relevo de la Metro Goldwyn Mayer en la publicación de anuncios impactantes en la prensa barcelonesa a través de su filial, la Universal Films Española logrando adelantar a la empresa «del león».
1977 DERRIBO DEL EDIFICIO
Este progreso en las actividades de la Universal obligó a su sucursal en España, la Hispano-American Universal Films Española S.A., a cambiar su antigua oficina por el edificio del antiguo El Chalet de Cinema, que entonces, con la urbanización de la calle Balmes, había ganado prestigio. La nueva inquilina vio que no presentaba un aspecto de conservación óptimo.
La zona se había modernizado con nuevos edificios impresionantes, lo que obligó a sus propietarios a derribarlo en 1977 para construir en su lugar un elegante edificio de oficinas en 1978.
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