Luis Moritz Trautmann nacido en Alsacia (Francia) en 1830, llego a Barcelona para abrirse camino en la vida. En 1851 con tan solo 21 años, entró a trabajar en una pequeña fábrica de cerveza, en la desaparecida calle Cirés, en el barrio del Raval, propiedad de Ernesto Gavinet.
Fue tan grande su implicación en el negocio que en 1856, con 26 años ya dirigía la producción de la fábrica. En 1858 viendo las posibilidades que tenía en conseguir el negocio, decidió comprar la fábrica a su anterior propietario.
1859 MORITZ COMPRA LA CERVECERA MAURER
Su consolidación como industrial cervecero le llegó en 1856, cuando empezó a vender cerveza con su propia marca.
En 1859 compra la fábrica de Joan Maurer situada en el Portal de Santa Madrona, lo que le convirtió en uno de los productores más importantes de Barcelona. Su máximo competidor August Kuentzmann Damm no llegaría a la ciudad hasta 1872.
En 1862 compró las fincas adyacentes en la recién planificada Ronda de San Antonio que se había diseñado a partir del derribo de las murallas.
INAUGURA LA FÁBRICA DE LA RONDA DE SAN ANTONIO
En 1864, Luis Moritz inauguró la nueva fábrica en la Ronda de Sant Antoni con Casanova convirtiéndose en la cervecera más grande de Barcelona y de España.
Louis Moritz falleció en 1920. Dos años después, sus herederos crearon la sociedad “Fábrica de Cervezas Moritz, S.A.”
1922 FABRICA DE CERVEZAS MORITZ S.A
En 1929 participó por primera vez en solitario con un Stand de degustación en la Exposición de Barcelona. La experiencia fue muy buena y en la década de los años 30 se unió con la otra cervecera barcelonesa “Damm”, para presentarse conjuntamente con un stand en la Feria de Muestras que se celebra en el mes de junio. El slogan elegido fue “Cervezas Catalanas”.
Diseñó el stand Francesc Fábregas i Pujadas. Tanto las firmas como el artista consiguieron un rotundo triunfo. Al año siguiente el artista no solo repitió el Stand sino que realizó otros stands para otras firmas que se presentaban a la feria.
Fue tan grande el éxito conseguido por los stands que los herederos de Luis Moritz solicitaron a Francesc Fábregas que les hiciera un proyecto para realizar la construcción de una nueva fábrica. l proyecto fue del gusto de los herederos pero su realización no pudo concluirse porque, aparte de los gastos que representaba su construcción, conllevaba el no poder seguir fabricando la cantidad de cerveza que debían seguir sirviendo diariamente, este problema enfrió los ánimos e hizo desestimar el proyecto.
El periodo de la guerra civil hizo que la fábrica tuviera un bajón importante de su producción. Y no fue hasta la década de 1940, que la fábrica empezó a recuperar nuevamente su producción.
En los años 50 se mantuvo la tónica al alza y se vivió uno de los mejores momentos de la empresa. A principios de los años 60 la fábrica de Ronda de San Antonio se queda pequeña y la familia, adquiere unos terrenos para aumentar la planta de producción.
MORITZ SE FUSIONA CON LAMOT
La situación del momento aconsejaron a la empresa a buscar nuevos activos que le ayudaran a soportar la inversión, Moritz se fusionó con Lamot, empresa cervecera belga que desde 1801 fabricaba la Cerveza de Cava, que tenía su fábrica en Parets del Vallés y crean conjuntamente “Cervezas Barcelona, S.A.”, con el fin de aumentar la producción. Sin embargo, la crisis del petróleo de los años 1970, que afectó a distintos sectores de la economía. Ante la imposibilidad de una recuperación rápida, Cervezas Barcelona, S.A., Moritz decide vender su parte del accionariado. Lo que supuso que “Cervezas Barcelona, S.A.” desapareciera en 1978.
En 1980 la familia Roedrich, herederos de Louis Moritz Trautman, recompraron la marca y la dejaron en el olvido hasta el año 2004 que la recupera la quinta y la sexta generación de la familia Moritz y la convierte en la marca de cerveza en activo más antigua de España.
El regreso lo hace por todo lo alto, aunque para ello tuvo que recurrir para su producción a La Zaragozana, empresa cervecera de Aragón. Recupero la antigua fábrica en la Ronda San Antoni como espacio cultural, de degustación y museístico, recordando la cervecería Moritz de 1897, que fue por muchos años la sede social del F. C. Barcelona.
El local fue renovando el local por el arquitecto Jean Nouvel. En el 2011 se inauguró el espacio con un local, que alberga una micro cervecería que realiza una cerveza fresca (sin pasteurizar) que tiene que ser consumida en el recinto o puede llevarse a casa en botella de 1 litro de consumición rápida, un centro de degustación, museo, una tienda, horno de pan, quiosco de prensa y la sede central de la compañía.
Es un lugar de culto para los amantes de la cerveza, por su excelente cocina catalana y alsaciana. Esto ha llevado a inaugurar en el sótano el restaurante “Louis 1856”, bajo la dirección del chef con Estrella, Michelin Jordi Vilá.
Moritz en un intento de recuperar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, ha invertido en dos espacios históricos, el antiguo “Velódromo” de la calle Muntaner y el antiguo mercado del Borne, con el espacio “El 300 del Born”.
Parte de su éxito se debe a la diferenciación con los productos de la competencia: en su fabricación utilizan agua del manantial Fuente de Oro “Font D’Or” (situado en el macizo del Montseny-Guilleries) propiedad de Vichy Catalán.
Las cervezas Moritz son muy aromáticas pues no utilizan extractos de lúpulo, sino la infusión de sus flores.
Si le ha gustado la web La Barcelona de antes. Puede seguirme en La Vanguardia en Autores
Si te interesa la historia de Barcelona no dudes en consultar algunas páginas de referencia:
- Barcelona Memory en la web y en YouTube
- Barcelofilia
- Barcelona ahora y siempre
- Tranvia 48
- Rails y Ferradures