La Casa Pérez Samanillo fue construida a principios del siglo XX en la Gran Vía Diagonal 502-504 esquina con Balmes 169-169 bis. Su propietario, Luis Pérez Samanillo era hermano del último alcalde español que tuvo la ciudad de Manila antes de la guerra colonial de 1898 en la que se perdieron las Islas Filipinas.
Pérez Samanillo, nada más ver los problemas que se avecinaban en las islas con motivo de la petición de independencia de los filipinos y el grado del aumento de la agresividad por parte de la colonia española, adelanto su regresó a Barcelona convertido en un próspero hombre de negocios inmobiliarios, un status que había conseguido a través de la sombra de su hermano.
Una vez en la ciudad, lo primero que hizo fue mandar construir un palacete en la incipiente Gran Vía Diagonal, en un solar que por aquel entonces estaba en una zona sin construir.
SE LEVANTÓ EN 1910
El palacete fue diseñado y construido en 1910 por Joan Josep Hervàs i Arizmendi, arquitecto municipal de Sitges, Tortosa y de Manila.
Hervás Arizmendi realizó una construcción que no seguía los parámetros marcados para la zona ya que la puerta de entrada no fue realizaba en el centro del chaflán. La casa estaba emplazada siguiendo la alineación de la esquina. Hervás, había realizado la puerta de entrada al edificio en la parte posterior, dentro de un jardín que rodeaba toda la casa. La cochera del inmueble estaba situada en la calle Balmes de ahí se llegaba al interior del jardín en el que Hervás había construido un porche con una escalinata protegida de la lluvia.
Construida con cinco alturas, desde la calle sólo eran visibles cuatro, ya que la quinta quedaba cubierta por una cúpula circular con lucernas cubiertas con escamas de cerámica vista.
Su construcción estaba asentada sobre un zócalo de sillares para dar luz a las ventanas construidas en el semisótano desarrollándose a partir de él la construcción visible del exterior. Los balcones y miradores estaban todos construidos en piedra.
Del edificio destacó el gran ventanal ovalado del comedor de inspiración modernista abierto a la Diagonal denominado “Salón de los Reyes”, que daba una visión más cómoda a los comensales de la calle. En el tercer piso una serie de aberturas con columnas corintias estriadas daban paso a una galería interior que recorría los tres espacios.
El mobiliario interior corrió a cargo del maestro ebanista Joan Esteva y el gran vitral de la escala se realizó en la Casa Maumejean una empresa familiar fundada en 1860 por Jules Pierre Maumejean y continuada por sus cinco hijos, autores entre otros de los de la Cúpula vitral del Hotel Palace, en Madrid y la Catedral de Sevilla. En septiembre de 1911 Luís Perez Samanillo contrajo matrimonio con la señorita doña Asunción Liado Ramírez. Fueron los padrinos doña Paz Ramírez de Irizarri, tía de la novia, y don Rafael Pérez Samanillo, tío del contrayente.
Ese mismo año, el edificio recibió el primer premio del Concurso Anual de Edificios de la ciudad y el arquitecto, el diploma de honor, instaurado por el Ayuntamiento en1899, al acto de entrega de los premios tuvo lugar el martes 19 de diciembre asistieron el alcalde accidental don José María Serraclara, junto a varios miembros del jurado.
La adjudicación del premio y la construcción de una de la ventana que daba a la Diagonal, pronto fue un espectáculo para los barceloneses, el escritor Ignacio Agustí, la bautizo como La pecera de la ciudad, “la peixera de la Ciutat” por su forma ovalada.
En 1935, la venta del jardín y parte del edificio provoco la primera mutación de la mansión.
A principios de la Guerra civil la fachada principal perdió el relieve esculpido, obra de Manuel Fuxà, que representaba el Sagrado Corazón sobre el medallón que coronaba la fachada.
Grupos de anarquistas destrozaron el medallón a martillazos. Finalizada la guerra civil, el edificio fue puesto en venta. Lo compró el Real Círculo Ecuestre el cual aparte de una restructuración interior, realizo una intervención sobre el medallón destrozado colocando el escudo del Circulo, trabajo realizado por Raimon Durán i Reynals. El 2 de junio de 1950, se inauguró la nueva sede del Real Círculo Ecuestre, pero esto ya pertenece a otra historia, a otro capítulo…
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