La casa Malagrida, es un edificio situado en el número 27 del Paseo de Gracia. Fue mandado construir en 1905, por Manuel Malagrida uno de aquellos españoles que decidió llenar su maleta de ropa y de ilusiones, iniciando su camino para dirigirse a las américas e intentar realizar fortuna que le permitiera convertirse en un hombre rico y poderoso…

familia malagrida
Manuel Malagrida y su esposa

Había nacido el 20 de abril de 1864 en la ciudad de Olot y era miembro de una familia bien situada, ya que su padre Ramón Malagrida, ejercía de notario en la ciudad. Manuel Malagrida, era el tercero de los cuatro hijos nacidos del primer matrimonio. Con 16 años y el nuevo matrimonio de su padre, Manuel en 1880, decide trasladarse a Barcelona y entrar a trabajar de dependiente en la ferretería Jaume Andreu, el trabajo y el ambiente son de su gusto y decide emprender un nuevo camino.

En 1887, dirige sus pasos a Paris, pero otra vez no encuentra lo que anda buscando, el desconocimiento del francés y el ambiente que se encuentra en la ciudad no son de su gusto y decide trasladarse a la Argentina, de la que si conoce el idioma y podrá probar de conseguir su ilusión de crear una fortuna que le devuelva nuevamente a España. En principio su llegada no resulta como esperaba y decide trasladarse a la ciudad de Córdoba, en donde entra a trabajar en una fábrica de tabacos. En la fábrica encuentra su futura vocación y su posterior fortuna.

 

fachada de la casa

En 1892 funda su propia fábrica de tabacos y tres años más tarde, inaugura la fábrica “La Invencible”, a La Invencible, le sigue El Telégrafo, fabrica con lo que consigue convertirse en uno de los principales fabricantes de tabaco del país, consiguiendo una fabricación de 30 millones de cigarrillos mensuales. Esta progresión en los negocios le encumbra dentro de su estatus en la alta sociedad argentina, no obstante el triunfo, no le sirve para hacerle olvidar la añoranza que siente por volver a España.

Después de vender su imperio americano y decide trasladarse a Barcelona y buscar un terreno donde construir su residencia en la zona que en aquellos momentos era la más codiciada por las grandes fortunas de la ciudad. Compra el solar del número 27 del Paseo de Gracia y manda construir una de las mejores casas que tuvo el paseo y que hoy aún se conserva en el paseo de Gracia.

A su llegada a Barcelona se pone en contacto con el arquitecto Joaquim Codina i Matalí, que después de haber acabado la carrera había trabajado como ayudante de Elías Rogent i Amat, arquitecto que había construido la Universidad de Barcelona y había sido profesor de Domenech i Montaner y director de las obras de la Exposición Universal de 1888.

Codina le proyecta un edificio con una fachada completamente diferente a los edificios modernistas que se estaban construyendo, con una altura de cinco niveles planta baja, principal y tres pisos, rematados con una azotea con una cubierta en el tramo central con una curva a cuatro vertientes y mansardas en los laterales.

Casa Malagrida

En el piso principal, destacan las dos tribunas mirador laterales que están unidas por una balaustrada central, con barandilla de piedra a la que se salía desde una puerta de tres hojas con acabado redondeado. El primer piso tenía tres balcones, con barandillas de hierro, los exteriores, con distinta forma de construcción para adaptarlos la forma de los miradores inferiores. El segundo con cuatro salidas al exterior con balcones de hierro y el cerramiento, siguiendo el diseño del piso principal y primero. El tercero cambia por completo con dos cuerpos laterales y barandillas de piedra y en el centro una buhardilla, con cuatro ventanales estrechos coronados por una cúpula rematada con una veleta dorada.

En el apartado de decoración, Codina busco a uno de los mejores escultores de la época. Pere Ricart Marés. Manuel Malagrida, no escamoteo en dinero, con el conjunto de obras realizadas por el artista, para adornar el edificio y el jardín: en el que entre otras cosas se podía admirar los bustos de Colón y el General Mitre y dos esculturas sobre las columnas tiples en los laterales de la puerta de entrada con un cóndor andino y el águila pirenaica, como símbolos de su amor a España y Argentina.

Con motivo de la Exposición Internacional de 1929, en 1927 se decidió repintarla, ante el deterioro de la cúpula de la buhardilla, debido al paso del tiempo y dar una buena imagen de la casa, contratando para el trabajo a al joven aprendiz de 14 años Antoni Clavé i Sanmartí, nacido el 5 de abril de 1913.

El joven aprendiz ingreso en 1930 en la Escuela de Arte de Barcelona y tras acabar los estudios, trabajo de cartelista realizando los grandes carteles anunciadores que se exhibían en las puertas de los cines y en la valla situada en la calle Pelayo y de dibujante para la revista «Pocholo».

Las ideas de Clavé, que no coincidían con las del régimen de Franco, le hicieron exiliarse a Francia, una vez finalizada la guerra. En París inició su carrera de ilustrador y decorador de teatro, siempre bajo la influencia de Édouard Vuillard y Pierre Bonnard. Falleció en Saint-Tropez, el 30 de agosto de 2005, en donde había establecido su residencia desde 1956.

Su fama universal supuso el reconocimiento del gobierno que en 1984 realizo una exposición de 100 de sus obras en el pabellón español de la Bienal de Venecia, posteriormente ese mismo año le fue concedida la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña.

Manuel Malagrida murió en Barcelona el 15 de mayo de 1946, a los 82 años, sus restos descansan en un mausoleo construido en el cementerio de Montjuïc, en el que destaca la figura de la “Alegoría de la Religión” realizada por Eduard B. Alentorn. Eduard B. Alentorn, fue el escultor que realizo las esculturas de los 8 ángeles situadas en el Cimborrio de la Catedral, custodiando la colosal escultura de Santa Elena.

Panteón de Manuel Maladriga

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CASA MALAGRIDA

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