La Puñalada

Situado en el Paseo de Gracia 104, esquina con Rosellón, en sus inicios, había sido una taberna, que se encontraba en el primitivo Camino de Jesús (actual Paseo de Gracia, en la frontera de la ciudad de Barcelona y la Villa de Gracia, conocida como Taberna d’Els Bohemis en la que solÍan pararse los carreteros para tomar alguna cosa y hacer un rato de palabreo con sus compañeros.

Con la cesión de unos terrenos en 1872, con motivo del comienzo de la organización del Ensanche aconsejó variar la demarcación territorial situando la nueva frontera en la calle de Provenza.

En 1889 Barcelona se anexionó unos terrenos más de Gracia, en la ubicación prevista para la construcción del Hospital Clínico y Provincial, que culminó con la adhesión total el 20 de abril de 1897, junto con las anexiones de las poblaciones de Sants, las Corts, San Gervasio de Cassolas, San Andrés del Palomar y San Martín de Provensals.

 

CAMBIOS EN LA DIRECCION

Este cambio provoco que la Taberna d’Els Bohemis, sufriera un cambio de dueño y también de aspecto, convirtiéndose en 1919, en el Gran Bar del Monte Carmelo, posteriormente en 1924, volvió a cambiar de propietario y de nombre convirtiéndose en Olímpic Bar, en cuyo lugar (ahí debemos de creer la leyenda ciudadana), según varias fuentes, en una disputa, un cliente recibió un navajazo que le provocó la muerte y este es el motivo de que el local se quedara a partir de entonces con este nombre.

 

EN 1935 ABRE CON EL NOMBRE DE «LA PUNYALADA»

Se inauguró el 20 de diciembre de 1935.

Otra de las leyendas apunta a que al dueño le sugirieron llamarle “la puñalada” en recuerdo de un bar cercano que llevaba ese nombre y que su propietario cerró cuando le tocó la lotería; entonces loco de alegría clavó un cuchillo en la puerta del bar diciendo «esto es lo que te merecías: una puñalada».

Y como no hay dos sin tres, la tercera versión apunta que el nombre fue puesto por los clientes ya que aunque la calidad y el servicio eran excelentes, las facturas que presentaba eran muy caras y al salir del local los clientes exclamaban me han dado una puñalada “M´han donat una punyalada”. Ustedes mismos…

Los antiguos aseguraban que el primer bar-restaurante que presento por primera vez a sus clientes, el bocadillo de carne, conocido como el “Pepito”.

 

LUGAR DE TERTULIAS

Su situación en el Paseo de Gracia muy cerca de los edificios modernistas de la época, comporto que el local fuera frecuentado por personajes de la época, una de las primeras tertulias fue la que organizaron la formaron el filósofo Francesc Pujols, el pianista Francesc Quintàs, el periodista Francesc Moragas y el compositor Jaume Pahissa, al que se les unió Santiago Rusiñol que vivía en el 96 y Pau Casals.

Fue tan grande el prestigio que pronto se les unieron los pintores Ramón Casas, Miquel Utrillo, Joaquim Mir, Joaquim Muntaner entre otros. Según comentan algunas voces, en ocasiones de su visita a la ciudad fueron invitados a sus tertulias personajes tales como Rubén Darío, Pio Baroja, Valle-Inclán, Manuel de Falla, Carlos Gardel. Con la muerte en 1931 de Santiago Rusiñol, poco a poco se desintegro la tertulia.

 

POSTGUERRA

Finalizada la guerra civil volvieron a formarse nuevos grupos de tertulianos aunque la que tuvo más impacto fue la de los pintores que el célebre periodista Sempronio, cuando tenía que hablar de ellos comentaba “de todas las edades y de todas las tendencias, pero hermanados”. Entre los que se encontraban , José Luis Florit, Lluis Vila i Plana, Emili Grau sala, Rafael Griera, Ramon Llovet Miserol, el escultor Martí Llauradó y el coleccionista de arte Gustau Camps, a las que se unía el periodista y cronista de la ciudad Avel.lí Artís “Sempronio”, al que sus competidores decían Sempronio”, no paga sello.

 

En 1965 el restaurante debido a la conexión directa con el mundo de la pintura instauro el Primer Premio de Pintura La Punyalada, que no tuvo el éxito apetecido por los organizadores, ya que se produjeron fuertes tensiones entre los participantes y el jurado. Esto provocó que los propietarios, para evitar y limar asperezas realizaran una cena como cierre del certamen y decidir, la anulación de la edición del año siguiente.

Una de las almas del restaurante fue Josep Sabaté Canals, que ejerció durante 36 años como maître de los comedores de la Punyalada.

Otro de los personajes que visito según varias personas fue Santiago Carrillo. Visitaba los restaurantes de la ciudad junto a un amigo camuflado en una peluca para pasar desapercibido… aunque en una ocasión un fotógrafo avispado conocedor de sus tretas, lo capto para la posteridad delante de los antiguos merenderos de la Barceloneta.

La Punyalada cerró definitivamente el año 1998.


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Si te interesa la historia de Barcelona no dudes en consultar algunas páginas de referencia:

RESTAURANTE LA PUNYALADA (1935-1998)

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