la cala restaurante

Para que un negocio triunfe son necesarios como mínimo tres elementos: Primero, la inversión necesaria para desarrollar la idea. Segundo, que la persona que desarrolle el proyecto tenga las ideas claras y haya sabido interpretar nuestros deseos… y tercero y último que la persona que esté al frente de él, conozca y desarrolle la labor necesaria para que este triunfe.

Pero por mucho dinero que se haya invertido, en su desarrollo si este, no es el acertado, o si la persona que debe desplegarlo no tiene la capacidad ni el conocimiento necesario para su desarrollo y si no aciertan a la hora de su mantenimiento del principio, el negocio acabara por ser un estrepitoso fracaso.

Los propietarios de “La Cala”, José Bachs y Joan Amills i Carnè, querían inaugurar un restaurante, que aunque no recordara a los primitivos restaurantes de la plaza Catalunya, tuviera una personalidad propia y que aparte de ofrecer un servicio esmerado, tuviera la potestad de que por si solo fuera un referente de la ciudad, por eso con la idea de lo que querían solo les faltaba la persona que la desarrollara.

FRANCESC FABREGAS, el decorador

Francesc Fàbregas

La encontraron en la persona de Francesc Fàbregas i Pujadas, un joven barcelonés, nacido el 29 de junio de 1898, que durante su existencia, realizo las labores de pintor, cartelista, decorador, ilustrador, litógrafo y dibujante.

Francesc Fàbregas entre otros trabajos había realizado el diseño de un sello de correos para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. En las mismas fechas un cartel anunciador de las dos Exposiciones de Sevilla y Barcelona y realizo un Stand en los primeros años de la Exposición de Monjuic para promocionar las cervezas Catalanas, con un Stand en el que por un lado estaba la degustación de la Damm y por el otro el de la Moritz.

Fábregas desarrollo la decoración del local, con las típicas redes de pescadores en el que destacaban las paredes de los distintos comedores con la pintura de murales de las principales calas de la Costa Brava: Calella de Palafrugell, Tossa de Mar, Blanes, Cadaques, Port de la Selva y Llafranc, que dieron al local un toque marinero que daba a los comensales, una sensación de paz.

INAUGURADO EN 1935

El Restaurante fue inaugurado el viernes 20 de diciembre de 1935 en Plaza Catalunya, 7. Solo con entrar en el local los clientes ya se habían trasladado a las orillas del mar y habían empezado a degustar sus productos exquisitos. La Vanguardia del día siguiente en un apartado que comentaba las inauguraciones de empresas realizaba un comentario sobre la inauguración de La Cala.

Fábregas en el centro de la foto

Enseguida consiguió no solo la admiración de los clientes por su servicio y decoración, sino que esta le hizo conseguir uno de los tres premios de honor del concurso de escaparates y establecimientos comerciales, en la «Fiesta de La República» en el mes de abril de 1936. Esto fue en un principio lo que le sucedió con a este temático restaurante que tuvo solo siete meses de esplendor.

Lo sucedido durante el tiempo de la contienda es muy difícil de explicar ya que eran algunos de los clientes de la CNT/FAI, que no entendían ni la falta de productos ni que se les cobrase el servicio, por lo que fue requisado.

Finalizada la guerra el día 2 de febrero el local que requisado anunciando las delegaciones de Burgos y Navarra, la conversión del antiguo restaurante, en el “Hogar del Combatiente”. El local que según ellos había sido un nido de separatistas y rojos fue redimido y desinfectado para albergar a los salvadores de la patria.

Francesc Fàbregas i Pujadas, cuyo único defecto como persona (no como artista), fue la de haber sido nombrado asesor artístico en el Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya, en el antiguo gobierno de la república, se vio obligado a exiliarse primero a París y posteriormente a Argentina donde instalo su residencia.

CAMBIOS DE NOMBRE Y DE PROPIETARIOS

El sábado 16 de noviembre de 1940 el local fue nuevamente reabierto como Restaurante “Acuarium Arcade”. Sorprende ahora que en unos tiempos en que todos los establecimientos fueron obligados a españolizar sus nombres, se le consintiera utilizar el nombre de Aquarium. El local que recibía los mejores mariscos gallegos, pronto fue un punto de reunión tanto de los antiguos clientes como de las autoridades franquistas.

A principio de 1944 el local fue recuperado por la empresa de Cafés de Cataluña, S.A. Armand Caraben, que cerró el local unos meses para realizar una reforma profunda. Que lo volvió a abrir el sábado 28 de octubre de 1944, con su primitivo nombre.

No obstante, la vida de esta segunda etapa de “La Cala” tampoco fue muy larga ya que en 1948, cuatro años más tarde el edificio fue adquirido por Josep Marimón y sus socios Turró y Nin, propietarios de los almacenes de Casa Balta para instalar su casa central, pero eso es ya otra historia.

.Una parte de esta información me ha llegado a través de su hijo, con información y fotografías de la familia desde su residencia Argentina. Y que conservo para realizar una web dedicada a su padre y que ha sido actualizada en 2016, por sus nietos, Fernando Fábregas y Silvia Casal bajo la supervisión de su hijo Marçal Fàbregas Riera.

http://www.franciscofabregas.com.ar


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Si te interesa la historia de Barcelona no dudes en consultar algunas páginas de referencia:

RESTAURANTE LA CALA (1935-1948)

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