El IMAX fue un cine construido dentro del complejo de ocio Maremágnum, situado en el Muelle de España frente al Paseo de Colón en el Puerto Viejo de Barcelona. Tenía una altura de ocho plantas y forma de anfiteatro romano, con una inclinación que garantizaba una visión perfecta desde cualquier butaca.
INAUGURADO EN 1995
La inauguración tuvo lugar el miércoles 22 de febrero de 1995. La ceremonia de apertura se dividió en tres partes. La primera parte fue una recepción para la alta sociedad barcelonesa, a la que siguió un almuerzo servido por Catalana Service. La segunda parte tuvo lugar en la sala cinematográfica, donde tomaron la palabra Álvaro de Eguilior y la señora Almund Idsen, ambos relacionados con el revolucionario sistema de proyección.
Ya había desaparecido el Cine Cinerama desde hacía años. Barcelona necesitaba un cine tan espectacular como aquel- El IMAX combinaba en una sola sala los tres tipos de proyección que existían hasta aquel momento: IMAX 70 mm, IMAX 3D e IMAX 3D Digital. Esto le permitió proyectar películas de una calidad sin precedentes, que transportaban a los espectadores a los lugares más inhóspitos e impresionantes del planeta.
Fue diseñado por los arquitectos Enric Soria y Jordi Garcés, y tenía forma de hexágono con una altura de ocho plantas. El IMAX fue el primer cine Imax del mundo en combinar estos tres formatos en una sola sala. Esto le permitió ofrecer una experiencia cinematográfica única, que transportaba a los espectadores a los lugares más inhóspitos e impresionantes del planeta.
UN SISTEMA DE PROYECCIÓN ESPECTACULAR
El sistema IMAX era un formato de proyección cinematográfica que se utilizaba en 18 países en el momento de la construcción del IMAX de Barcelona. La primera sala IMAX fue inaugurada en Osaka, Japón, en 1970, y en 1992 había 113 salas IMAX en Japón y 16 en Europa. El IMAX de Barcelona fue el primero en combinar los tres tipos de proyección de gran formato en una sola sala: IMAX 70 mm, IMAX 3D e IMAX 3D Digital.
La sala IMAX de Barcelona tenía una capacidad de 1.200 asientos y una pantalla principal de 600 metros cuadrados. La pantalla era tan grande que era visible desde cualquier asiento de la sala. La pantalla también era muy alta, con una altura de 27 metros. Esto permitía a los espectadores sentir que estaban inmersos en la película.
El IMAX de Barcelona también tenía una pantalla Omnimax, que era una pantalla semiesférica con un ángulo de 180 grados. Era similar a la de los planetarios, y daba una sensación envolvente. Proyectaba películas en 3D, que se veían a través de unas gafas especiales. Esto proporcionaba una impresionante sensación de realidad que superaba todos los intentos anteriores en 3D.
El sistema IMAX ofrecía una experiencia cinematográfica sin precedentes, con imágenes diez veces más grandes que el formato de 35 mm y cinco veces más grandes que el de 70 mm. El sonido también era digital y de alta calidad, con una potencia de 27.000 watios.
La empresa que promovía la instalación del IMAX en Barcelona anunció que abriría otra sala en Madrid en otoño, y que abriría diez salas más en diversas ciudades españolas durante los próximos diez años.
El cine proyectaba dos tipos de películas: documentales y películas comerciales. Los documentales duraban alrededor de media hora y se podían ver tanto en 3D como en Omnimax. Las películas comerciales eran las últimas novedades de la cartelera, y se proyectaban en 2D.
El IMAX de Barcelona fue un éxito instantáneo, y atrajo a millones de espectadores durante sus años de funcionamiento.
La crisis del sector cinematográfico se tradujo en el cierre de muchas salas de cine en Barcelona, pero el cierre del IMAX fue especialmente significativo. El cine estaba situado en un lugar de interés turístico, el Maremagnum, y contaba con subvenciones del gobierno municipal y de la Generalitat de Catalunya. La Vanguardia anunciaba el jueves 7 de agosto de 2014: La empresa propietaria, Teatromax S.A, dirigida por Juan José Castelló, ha presentado suspensión de pagos y ha anunciado su intención de cerrar lo antes posible, atribuyéndolo al desinterés del público por el cine y al arraigo de la piratería en España. Estas salas llevaban cuatro años sin estrenar ninguna película y su oferta actual en cartel se limitaba a tres filmes de los años noventa y a uno del 2007.
El IMAX de Barcelona fue inaugurado en 1995 y fue uno de los primeros cines del mundo en utilizar el sistema de proyección IMAX. El cine se encontraba en el complejo de ocio Maremagnum, en el puerto de Barcelona.
En 2014, el cine cerró sus puertas debido a la crisis del sector cinematográfico. El cine estaba endeudado y la propiedad decidió cerrarlo mediante un concurso de acreedores.
El edificio se encuentra ubicado dentro del puerto de Barcelona y solo puede utilizarse para locales con carácter recreativo. La decisión sobre el futuro del edificio recae en el Ayuntamiento y en el Puerto de Barcelona.
CERRADO EN 2014
El incendio de un viejo restaurante anexo, en el que vivían hacinadas varias personas sin hogar, ha precipitado la decisión de un rápido derribo. El Port de Barcelona acelera los trámites para liquidar la concesión del edificio abandonado en 2014 y derribará el cine IMAX y redibujando la zona.
El futuro del edificio aún no está definido, pero es probable que sea reemplazado por nuevos locales comerciales o espacios de ocio.
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