LOS ORIGENES DE SANTA MARÍA DEL MAR
La historia de Santa María del Mar se remonta al siglo XIV, cuando un grupo de habitantes del barrio de la Ribera, molestos por el trato que recibían en la Catedral de Barcelona, decidieron unirse para construir su propia iglesia en el barrio. Según ellos, la Catedral se encontraba demasiado lejos y tenía una actitud poco amigable hacia los trabajadores que vivían en la Ribera, ya que no estaban a la altura de la clase alta que asistía a la Seo de la Ciudad.
Este fue el principal motivo por el que los pescadores, mercaderes y armadores del barrio se unieron y se pusieron en contacto con el canónigo Bernardo Llull, solicitándole su intercesión para construir su propia iglesia mayor que sustituyera a la vieja Parroquia de las Arenas. Querían un templo que representara la fe y la humildad del barrio, todo lo contrario a lo que para ellos representaba la Catedral, que iba unida a la monarquía, la nobleza y la clase alta del clero que les tenía olvidados.
LA CONSTRUCCIÓN
Bernardo Llull se puso en contacto con el Maestro de Obras (Arquitecto), Berenguer de Montagut, que en 1322 había empezado las obras de la Iglesia del Carmen de Manresa, para que les construyera una iglesia que hiciera la competencia en majestuosidad con la Catedral. Montagut buscó la colaboración de Ramón Despuig, otro maestro de obras muy importante en aquel tiempo que había realizado el claustro de la Catedral de Vic, para que le ayudase en el proyecto de lo que sería la nueva iglesia.
La construcción de Santa María del Mar fue un esfuerzo colectivo que involucró a toda la población del barrio. En particular, los descargadores del puerto, conocidos en aquella época como «Calafates» o «Basteixos», jugaron un papel fundamental. Estos trabajadores eran responsables de bajar las piedras desde las canteras reales de la montaña de Montjuïc. Las piedras eran embarcadas en barcazas para ser trasladadas hasta el «Pla de Palau», desde donde se transportaban nuevamente hasta los alrededores de la iglesia, evidenciando el compromiso y la dedicación de la comunidad en la realización de este importante proyecto.
UNA IGLESIA CON TRES FACHADAS
La iglesia fue proyectada con tres fachadas: la principal, situada en la actual plaza de Santa María, otra en la calle de Santa María y la tercera en el Paseo del Borne. Este diseño no solo refleja la majestuosidad del estilo gótico catalán, sino que también se integra armoniosamente en el entorno urbano de la época.
En la fachada principal de Santa María del Mar se colocarían las imágenes de San Pedro y San Pablo, flanqueadas por un impresionante rosetón de estilo gótico flamígero del siglo XV, que se sitúa en la parte alta del centro de la fachada. Este rosetón está enmarcado por dos majestuosas torres octogonales, que añaden un carácter distintivo y grandioso al templo.
En la fachada de la calle Santa María, destacan las gárgolas de los contrafuertes, que no solo cumplen una función estética, sino también práctica, al desviar el agua de lluvia. Además, el reverso de las monumentales vidrieras aporta un efecto luminoso y colorido al interior de la iglesia, creando un ambiente espiritual y acogedor.
Si observamos la puerta principal en la actualidad, podemos ver reflejado en ella un homenaje a todas aquellas personas que, de manera desinteresada y generosa, contribuyeron a la construcción de Santa María del Mar. Este reconocimiento es un testimonio del esfuerzo colectivo que hizo posible la edificación del templo.
La nave central de la iglesia fue diseñada con una anchura de trece metros, igual a la suma de las dos naves laterales, que tienen una anchura de seis metros y medio cada una. La altura de las naves laterales es equivalente a la anchura total del edificio, lo que crea una armonía visual y estructural.Las proporciones del edificio, cuidadosamente calculadas, permiten que todos los elementos arquitectónicos se enlacen de manera fluida. Los muros, las capillas laterales y la fachada se completaron alrededor de 1350, reflejando la maestría de los arquitectos y la dedicación de la comunidad en la creación de este emblemático templo.
INCENDIO
En 1379, cuando se estaba a punto de finalizar el cuarto tramo de bóvedas, un incendio en los andamios causó daños significativos a varias piedras. A pesar de este contratiempo, se continuaron realizando mejoras en la iglesia. Además de la puerta principal, se abrieron las puertas de Sombrereros y de las Moreras en los laterales, y posteriormente se habilitó la puerta del Borne en el ábside.
1384 CONCLUSIÓN DE LAS OBRAS
La iglesia fue finalmente completada con la colocación de la última piedra de la bóveda el 3 de noviembre de 1383. El 15 de agosto de 1384, se celebró la primera misa oficiada por el obispo de Barcelona, Don Pedro de Planella, marcando un hito importante en la historia del templo.
DAÑOS POR TERREMOTOS
A finales de febrero de 1427, Cataluña fue sacudida por una serie de terremotos que afectaron la parte pirenaica. El más fuerte de estos se produjo el 2 de febrero de 1428, coincidiendo con el día de la Candelaria. Aunque el epicentro estuvo cerca de Camprodón, la intensidad del sismo se sintió en la ciudad de Barcelona, causando gran alarma entre sus habitantes, quienes no estaban acostumbrados a movimientos sísmicos.
Santa María del Mar fue uno de los edificios más perjudicados por estos fenómenos, ya que su construcción no estaba diseñada para resistir temblores de tal magnitud. La iglesia sufrió daños significativos, incluyendo el desprendimiento del rosetón de la puerta principal y algunas piedras que lo sostenían, lo que resultó en varios muertos y heridos entre los fieles que celebraban la festividad. Ante esta situación, los vecinos, junto con las autoridades civiles y eclesiásticas, organizaron rápidamente las reparaciones, las cuales no se finalizaron hasta 1459.
TRANSFORMACIONES POSTERIORES
A lo largo de los siglos, Santa María del Mar ha experimentado diversas transformaciones, muchas de ellas impulsadas por las decisiones políticas de la época. A finales del siglo XVII, el virrey Jorge de Hesse-Darmstadt ordenó la construcción de un pasadizo elevado a lo largo de la calle Malcuinat, que cruzaba el actual Fossar de les Moreres, permitiendo el acceso al templo desde el palacio a la altura del altar mayor. Estas modificaciones reflejan la adaptación del edificio a las necesidades y circunstancias de cada período histórico.
El virrey Jorge de Hesse-Darmstadt mandó construir un pasadizo elevado no solo para protegerse de la lluvia en días inclementes, sino también para evitar el contacto con la plebe que asistía a los oficios en la iglesia. Este pasadizo se completó con la llamada Tribuna Real, ubicada en el lado derecho del altar mayor, en el lado de la epístola, lo que permitió un acceso más privado y cómodo para la nobleza.
En 1783, se inauguró un nuevo altar mayor, que contaba con doce columnas monolíticas centradas alrededor de una imagen de la Virgen, en un estilo tardo-barroco. Esta obra fue realizada por Deodat Casanovas y el escultor Salvador Gurrí. En 1923, el Papa Pío XI otorgó a Santa María del Mar el título de basílica menor, reconociendo su importancia religiosa y cultural.
El 1 de agosto de 1708, Santa María del Mar fue el escenario de la boda entre el archiduque Carlos de Austria, futuro Carlos III de España, e Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel. Este evento marcó un momento significativo en la historia de la iglesia y de la región.
SIGLO XX
Como muchos edificios religiosos de la ciudad, Santa María del Mar sufrió la barbarie durante el golpe de estado del general Franco. Grupos de anarquistas y anticlericales destrozaron el altar mayor de estilo barroco, añadido en 1783, así como la mayoría de las imágenes y objetos de arte, que fueron destruidos y posteriormente incendiados. Es incomprensible que, en respuesta a una injusticia, se cometiera otra al destruir un patrimonio que representaba el esfuerzo de la comunidad. Ante el temor de posibles desprendimientos que pudieran afectar a los creyentes que acudían a rezar, la Generalidad ordenó tapiar los accesos, excepto el del Borne.
Después de 1938, se comenzaron a derribar las bóvedas del deambulatorio, que habían sido construidas en el siglo XVI para albergar el archivo parroquial, aprovechando su gran altura.
RESTAURACIÓN
En 1940, comenzó la restauración de la iglesia con la participación de entidades civiles y arquitectos, quienes trabajaron para devolverle su antiguo esplendor. En 1960, se inició la reposición de las vidrieras que habían sido destruidas tanto por el incendio como por los ataques durante la guerra. Con la llegada de la democracia y la instauración de las Autonomías en 1982, la Dirección General del Patrimonio Artístico de la Generalitat de Catalunya asumió la responsabilidad de la restauración y el mantenimiento de Santa María del Mar, asegurando que este emblemático templo continuara siendo un símbolo de la comunidad y su historia.
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