El Teatro Guimerà, que ya no existe y estaba ubicado en la calle del Pi 11, tuvo una vida breve a pesar de las altas expectativas de sus promotores. Inaugurado en 1958, solo duró seis años debido a que los proyectos presentados no lograron consolidarse.
El local tenía antecedentes poco prometedores, ya que el antiguo edificio del siglo XVI había sido una cochera que en 1923 se transformó en la Sala Ampurdanesa, un teatro especializado en funciones de títeres para niños, y posteriormente se convirtió en el Colegio de Notarios de Barcelona.
1958 SE INAUGURA EL TEATRO GUIMERÀ
En 1957, Lluís Orduna intentó devolver el local a sus orígenes y, tras acondicionarlo, lo convirtió nuevamente en el nuevo Teatro Guimerà con capacidad para unos 200 espectadores.
El miércoles 16 de abril de 1958, la compañía titular del nuevo teatro Guimerà, dirigida por Lluis Orduna, abrió sus puertas en el corazón de Ciutat Vella.
Ese mismo día, La Vanguardia elogió el estreno y auguró un gran éxito.
Días después del estreno, el periodista y escritor Sergio José Vilar comentó en la revista Destino que “De moderno, el local no tiene nada”, bromeando sobre el edificio histórico donde se ubicaba el nuevo teatro.
Sus promotores confiaban en que su cercanía con las Galerías Maldá y los comercios de Portaferrisa atraería a los espectadores al local. Sus inicios coincidieron con el intento de sus promotores de recuperar en el local el teatro catalán y en catalán en la ciudad, cuando precisamente en la década de los cincuenta ni el propio teatro castellano tenía una cuota de mercado estable. Solo las revistas y los vodeviles lograban temporadas importantes en los teatros y algunos locales habían abandonado las representaciones teatrales para ofrecer programas cinematográficos.
Como primera actriz se presentaba a María Matilde Almendros Carcasona, nacida en Manresa el 10 de octubre de 1922. Fue locutora de radio, productora, directora, actriz y actriz de doblaje, pionera y pieza clave en la emisión de los programas de radio y en el teatro en el desarrollo del catalán. Murió en Barcelona el 14 de septiembre de 1995.
En las representaciones empezaron a incluir actores que en aquellos momentos estaban en la órbita de la popularidad: Carles Lloret y Núria Torray (Nuria Torra Resplandi), que, descubierta por José Tamayo, alcanzó la popularidad interpretando Las brujas de Salem en el Teatro Español de Madrid.
En las navidades, la compañía realizó una programación con la intención de atraer a las familias con niños representando Els Pastorets.
En 1959, José Sazatornil Saza, acompañado por los actores Lolita Cristóbal y Jesús Guzmán, representó la obra de José María Iglesias “El chalet de los chalaos”.
Dos años después, con motivo del enfrentamiento de José María Castañé y la propietaria del teatro Alexis Macaria Nájera Alonso, provocó el 5 de octubre de 1962, un juicio que el Tribunal Supremo ordenó el cierre del teatro, que fue efectivo el 7 de enero de 1963.
Dado los problemas que debía soportar la compañía teatral con el enfrentamiento de ambas partes, optaron por trasladarse al teatro Guimerà donde continuaron con las representaciones.
El miércoles 21 de septiembre de 1960, la compañía estrenó “Señora Embajadora” y luego logró un gran éxito con la representación de “Smith” de Somerset Maugham, adaptada por Xavier Regàs.
A la vista del éxito obtenido y los continuos llenos del local, en el verano de 1961, el teatro Guimerà fue objeto de reformas en las que se priorizó mejorar la comodidad de los espectadores, convirtiéndolo en un local acogedor y confortable, con una decoración que conservaba cierto carácter de teatro de época.
Finalizada la obra de Smith, las perspectivas fracasaron y el teatro cayó en cierta decadencia.
Una de las personas que mantuvo la esperanza fue el actor y director Carlos Lucena, quien intentó revertir la situación cambiando las obras clásicas y convirtiendo la sala en un local especializado en representaciones de vodevil, un género que estaba de moda y tenía un gran éxito en las carteleras teatrales de Barcelona.
1964 CIERRE DEL TEATRO
A pesar de sus esfuerzos y la serie de estrenos realizados, el teatro no lograba despegar debido al escaso aforo y los altos costos de producción. El 27 de junio de 1964, un elenco de artistas con Carlos Lucena, Marta Flores y la colaboración de Rosa María Sardà estrenaron el vodevil “Los cinco minutos de Margot”.
A pesar de la ilusión y las ganas de todos los actores, el Teatro Guimerà cerró sus puertas para siempre el domingo 5 de julio, sin que Carlos Lucena lograra remontarlo.
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